II

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Iba caminando después de haber dejado a la chica. Se sentía demasiado tranquilo, le gustaba como las noches caían después de dejar a al chica.

Un par de hombres en moto se pusieron adelante de él. Lo habían acorralado en un callejón cerca de la casa de la chica.

— Ustedes quienes... — No pudo terminar de hablar. Le habían soltado un golpe en el rostro. — Mierda...

— ¡Niño Tonto! — Una voz gruesa salio del casco. — ¿Crees que podrás encontrar a nuestro jefe?

— Así que ustedes... los mando...

— Así que ya nos conoces. — La voz sarcástica del hombre le molesto.

Sintió un golpe en la cabeza. Se llevo una mano a la zona, vio sus dedos llenos de sangre.

— Hijos de... — Con enojo tlaqueo a uno. Le hizo caer al suelo, su casco choco contra el suelo provocando que el hombre se noqueara. — Quítate el casco y muestra tu cara cobarde. — Grito enojado.

Un par más comenzaron a golpearlo; lo único que rogaba en su interior que no se lo llevarán. Esos días eran los peores.

— ¡Idiotas! — Como pudo se levantó. Quiso pegarle al contrario pero sabía que era una arma de doble filo.

La pelea era casi injusta, eran cinco contra uno, como pudo empezó a defenderse. Ellos eran fuertes, no esperaba a que ellos sacaran armas de sus motos. Algunos tubos, y de más.

— Esto es un mensaje de mi jefe. — Dijo uno dándole un golpe en su pierna. — Deja de meterte en asuntos de adultos, imbécil.

— ¡Yo no hice nada!

— ¡¿No?! Te metiste con la chica que quería el jefe, aléjate de ella o te ira peor.

— No la dejare...

Como podía se defendía, pero no esperaba sentir las piernas débiles, estaba sangrando de la cabeza, y estaba mareado.

— Yo... — Cayó al suelo, miro por última vez a los hombres. Unos tenían un tatuaje de serpiente, sabía que esa familia era lo peor.

El sonido de una patrulla hizo que corrieran a sus motos, pero ¿a caso se iban a dar cuenta que había alguien tirado?

Claro que no.

No se fueron limpios o eso esperaba.

Lo dejaron tirado, la cabeza le daba vueltas, quiso gritar, pedir ayuda algo. Pero sus ojos comenzaron a cerrarse lentamente, necesitaba descansar un poco, sentía el cuerpo pesado.

Despertó asustado, le dolía la cabeza y el cuerpo. Miró a todas partes, estaba sólo, el mismo callejón.

"¿cuanto tiempo llevaba así?" Pensó. Agarro su teléfono y noto que había pasado nada más dos horas. Tenía todas sus pertenencias.

Al llegar a su casa sintió el cuerpo lastimado, todos estaban dormidos, Alzo su camisa vio como su piel tomaba un color rojizo con tonos morados. Odiaba mucho que siempre lo emboscaban y tenía que ocultarlo de su padre.

Tenía la ceja rota, el pómulo rojizo y su labio roto. Soltó un suspiro, estaba herido. Iba a investigar quien eran esos hombres; se daba una idea de quien se trataba.

Un rechinido de su puerta le hizo mirar por el espejo, al principio pensó que era su madre entrando a la habitación. Ya estaba esperando un regaño, pero no era así.

— ¿Volvieron a pegarte? — La voz de su hermano le hizo mirarlo por el espejo.

— Ve a dormir. Mañana tienes escuela. — Se bajo la camisa ocultando sus moretones.

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⏰ Última actualización: Aug 13, 2023 ⏰

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