— Octubre 23.
Habían pasado algunos meses ya, donde la relación de Victoria y Mar se había consolidado un poco más. Durante esos meses habían asistido a terapia para sobrellevar y mejorar la relación, y si funcionaba, pero de algunos días para acá Victoria se encontraba rara.
Le respondía seco y tardado, Mar no comprendía que pasaba y no podía hacer mucho pues estaba al otro lado del mundo, en España por su trabajo. Para rematar era su cumpleaños.
— Entonces.. no podrás venir? — le preguntó la morena a su novia a través de la videollamada
— No — le respondió de una manera indiferente, a Mar se le hizo un nudo en la garganta. Victoria ni siquiera le miraba.
— Qué te pasa.. hace días estás rara, ¿hay algo mal? — preguntó triste, a esas alturas de la conversación ya evitaba llorar.
— Nada, Alissa. — le respondió mencionando su segundo nombre, mayormente lo hacía cuando algo me molestaba. — Estoy algo cansada, ayer estuve en el estud- — fue interrumpida por una voz de mujer que le preguntaba si le gustaba algo. Victoria abrió los ojos en señal de que se callara y luego miró a la cámara. Mierda.
El corazón de Mar sentía que se iba a salir de su pecho al darse cuenta de aquello. Intentó disimular, pero era inevitable, sus ojos ya se encontraban llorosos.
— ¿Es Mariana? — preguntó tontamente, aunque sabía que no lo era. Esa no era la voz de ella.
— Sí, ya debo colgar. — se apresuró a decir de una manera nerviosa, la que se iba a armar. Mar sólo asintió.
— Vete a la mierda María Victoria, gracias por este regalo de cumpleaños. — murmuró con la voz quebrada y las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. Victoria iba a decir algo pero Mar fue más rápida y colgó, botando el teléfono por la habitación.
Lloró por un rato, imaginando cualquier cosa que pudo estar haciendo Victoria en PR, pensó que con las terapias todo iba bien, pero ya veía que no... ¿o se equivocaba?
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— Puñeta la hice lloral' — dijo Victoria nerviosa, caminaba de un lado a otro en el salón que estaba decorado. — Y me mando a la mierda también...
— Creo que tu sorpresa se te salió de las manos gorda — le dijo Mariana terminando de inflar unos globos para la chica que los acomodaba. La misma que le había hablado a Victoria durante la llamada.
— Lo siento mucho no sabía que hablabas con ella — se disculpó apenada, Victoria negó tranquila y le sonrió.
— No pasa na' no ha sido tu culpa, solo espero que no me odie después de esto. — suspiró pesadamente y talló sus ojos.
Victoria estaba en España, había ido un día antes para prepararle una sorpresa a Mar por su cumpleaños, pero al final no estaba resultando y le había hecho llorar. De igual manera todo seguía en pie, por nada del mundo Miko iba a dejar que su novia pensara que le estaba montando los cuernos en su ausencia, mucho menos que no la quería y por eso le trataba mal.
Había estado en contacto con su colega de trabajo, Andrea, estaba al tanto de todo y sería quien la llevaría hasta el lugar para la sorpresa. Pero ahora a ver cómo la sacaba de ese cuarto de hotel donde Miko la había dejado llorando.
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— No quiero hacer nada Andrea — murmuró la morena entre sus sábanas.
— Puñeta levántate que vamos a celebral' tu cumpleaños — la jaló levantándola de la cama. La otra gruñó. — te tengo un outfit hermoso para ti. — mencionó Andrea sonriendo.
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La Chica del Bar - Young Miko.
RandomMaría Victoria regresa a Puerto Rico luego de unos meses de gira y también, para finalizarla ahí, en un concierto a lo grande como siempre lo soñó, en su tierra. Lo que no tenía planeado era enchularse de la chica más hermosa que se encontró en el a...