La Chica del Bar - Young Miko.

27. Sale el Sol.

— Mera, no puedes irte de 1k así como así.. — le miraba Mariana a la morena.

— Mariana, por favor tengo otras cosas que hacer, mi decisión está tomada. — habló firme. — Ya viene diciembre y tengo par de entrevistas que finiquitar para mis clientes, Andrea ya tiene todo el itinerario de Young Miko así que está al día.

— Sabes que no querrá asistir si no es contigo... — suspiró.

Mar la miró y se encogió en hombros.

— Debe separar lo personal del trabajo. — repitió lo mismo que Mariana hace una semana atrás.

La pelicorto apretó sus labios en una línea y no dijo nada. Touché. Asintiendo, totalmente derrotada, Mariana se despide de la morena para luego salir de su casa. La otra suspiró.

Si bien Mar sentía unas ganas inmensas de volver a los brazos de Victoria, no quería hacerlo aún. Necesitaba seguir aclarando su mente y seguir poniendo a prueba a Victoria. Le había dolido que no le diera su lugar en cuanto a elegir otra modelo que no fuese Lisa.

Siempre que quería volver, estaba presente ese sentimiento de decepción.

(...)

Dic. 6

Durante las semanas que estuvo sola, enfocada en su trabajo, Mar no sabía nada de Miko. Le seguía texteando y llamando pero ella le ignoraba. Solo de esa forma sabía de ella.

No había estado en redes, lo único que había salido era que a fin de cuentas la canción saldría sin videoclip. Pero no se sabía más de ella, era como si se la hubiese tragado la tierra.

La morena se arreglaba para ir a casa de Evelyn, le había invitado a la tradición de ver el Especial del Banco Popular, primera vez que Mar lo vería reunida en familia. Le emocionaba. Una vez lista cogió rumbo. Tocó el timbre una vez llegó.

— Esperabas a alguien más mam.. — Victoria se quedó estática y Mar también.

— Lo siento yo... Evelyn me invitó. — tartamudeó un poco.

La rubia la observaba como la primera vez que la vió. Enamorada.

— Me devuelvo, discúlpame con tu mamá. — murmuró y se dió la vuelta para irse.

Victoria la detuvo.

— No te vayas, a mamá le hace ilusión velte', te ha invitado. Yo puedo irme al rato

— No, cómo crees, esto es su tradición supongo. No tienes por qué irte. — habló rápidamente. — Me quedo, no te preocupes. — suspiró y entró. En sus manos llevaba una bandeja la cual contenía una comida típica de venezuela que se comía por esas fechas. Pernil.

Victoria entró tras de ella, su corazón iba a mil por hora. Tenía mucho tiempo que no le veía, le extrañaba. Quería hablarle, abrazarla y comérsela a besos. Estaba preciosa.

— Traje esto, espero les guste. — habló la morena sonriéndole ahora a Evelyn quien había aparecido.

La señora lo tomó agradecida y la invitó a seguir pasando. Mar se acomodó en el sofá.

— Llegaste justo a tiempo, ya va a empezar el especial. María saldrá este año. — comentó Carli, su papá. Se le notaba muy emocionado.

Mar le devolvió la sonrisa y miró la televisión. Pasaron unos cuantos artistas cantando una mezcla de canciones viejas con un verso nuevo de ellos, hasta que llegó Miko.

La rubia estaba nerviosa, había aceptado salir en ese especial por la canción que tenía en mente. Se había dado la oportunidad y quiso desahogarse ahí. Aparte se la había dedicado a Mar, por eso estaba así de nerviosa. La miraba de reojo de vez en cuando y se veía atenta a la canción, de vez en cuando le veía sonreír un poco. Esperaba que le haya gustado.

Al finalizar al canción todos aplaudieron y se levantaron felicitando a Victoria. Había sido un gran logro aparecer ahí. Mar se apartó un poco de la familia mientras estaban en lo suyo y fue a la cocina para buscar un vaso de agua.

— La canción es pa' ti.

Mar se sobresaltó y giró a ver a Victoria. Que costumbre de asustarla tenía siempre. Comenzó a detallarla, tenía sus ojitos apagados, un poco hinchados y con ojeras debajo de ellos. Llevaba un buzo rosa, usando la capucha y unos pantalones negros, iba en medias por la casa.

— Peldón', mami.. — susurró acercándose.

Mar retrocedió, pero no mucho pues se vió paralizada por el mesón detrás.

— Polfavol' peldóname', yo te amo, no puedo vivil' sin ti un segundo más. — confesó a punto de llorar.

Mar la miraba atenta, la extrañaba y amaba también. Durante ese tiempo sin ella había notado por redes que muchos se habían dado cuenta de su ruptura, también había tenido chance de pensar que Victoria nunca le había engañado, si bien se había sentido un poco traicionada por lo que sucedió, se podía arreglar. Pero había decidido alejarse porque quería pensar.

— Victoria... — habló y dejó el vaso en el mesón. —

— Mamá es testigo de cómo estuve encerrada aquí, solo salí pa' grabal' el video, ni si quiera volví a un jangueo... te extraño marciana.

Se notaba la sinceridad en sus ojos apagados, Mar había tenido mucho tiempo para pensar y en él se había dado cuento cuánto le extrañaba.

— También te amo... y te he extrañado. — susurró ahora cabizbaja.

Eso era todo lo que Victoria quería escuchar. Se acercó para tomarla de las mejillas y poderla besar, Mar no se resistió en absoluto. Extrañaba esos labios que la besaban con amor. Y se daba cuenta que también Victoria la había extrañado, tal y como decía la canción.

"Sale el sol, ey, y yo con una nube gris. Nena, te extraño en mi vida como el niuyorican extraña el coquí."

— Oh, wao. Al fin se reconciliaron ustedes — habló Juan cuando entró a la cocina.

Ambas se separaron y le miraron, Mar sonrió un poco sonrojada.

— Chica del bar, papá quiere que nos deleites con los tragos que sabes hacel', puedes? — preguntó sonriendo.

La morena rió por lo bajo y asintió. Aún no se separaba del agarre que Victoria le tenía.

— Claro, ¿qué quieren tomar?

— Yo quiero una cuba libre. — murmuró Victoria y ambas se miraron sonrientes.

— Dios, mejol' me voy a preguntal' — dijo Juan empalagado y salió de la cocina.

La pareja rió ante aquello y juntaron sus frentes. Victoria cerró un momento sus ojos para luego volverlos a abrir y encontrarse con los color miel de Mar, cómo le encantaba esa mujer.