Tohru is Izuku's Dragon Maid (Reiniciada)

CAPÍTULO SEIS: El comienzo de la carrera de un héroe

Al día siguiente...

Izuku abrió los ojos y empezó a despertarse lentamente. Izuku intentó mover el cuerpo, pero sintió que un par de brazos lo rodeaban con fuerza, y un par de grandes pechos le apretaban la espalda. Miró por encima del hombro y vio a Tohru durmiendo a su lado. Cuando vio a Tohru, todos los recuerdos del día anterior, del examen, de su confesión a Tohru, volvieron a su mente. Sonrió ante el recuerdo y ante el hecho de que por fin había podido confesarse a la persona de la que estaba enamorado desde hacía tiempo.

Otro recuerdo volvió a su mente, y se estremeció ante él. Le recordó que nunca debía enfadar a Tohru. Su movimiento despertó a Tohru. Abrió los ojos lentamente, y sus ojos rojo-naranja se encontraron con los verdes esmeralda de él. Sonrió cariñosamente a Izuku antes de inclinarse y darle un ligero beso en la mejilla. Izuku se sonrojó por el beso, haciendo que Tohru soltara una risita. "Vas a tener que acostumbrarte a eso, Izuku", dijo Tohru antes de inclinarse más cerca de su oído. "A menos que quieras que te despierte de otra manera". sugirió Tohru, presionando aún más su pecho contra la espalda desnuda de Izuku.

"No. No pasa nada!" exclamó Izuku antes de recuperar la calma-. "El beso está bien, Tohru". Tohru le sonrió antes de quitarse la manta de encima y levantarse de la cama. No llevaba nada más que sus calzoncillos con el tema de All Might mientras se daba la vuelta y aterrizaba hacia Torhu y le daba un beso similar al que ella le acababa de dar. "¿Quieres que prepare el desayuno para empezar?" Preguntó Tohru. "Puedo hacerlo hoy, Tohru", dijo Izuku con una sonrisa mientras se ponía su bata matutina y sus zapatillas con temática de All Might.

"¡Tonterías!" exclamó Tohru mientras saltaba de la cama y se colocaba frente a Izuku. "Ayer moriste y, de algún modo, te revivieron. La anciana de la ciudad dijo que probablemente deberías tomarte la semana con calma", dijo Thoru con tono preocupado. Izuku sabía que no ganaría una discusión con su novia dragón, así que cedió. "Vale, Tohru... puedes preparar el desayuno", dijo Izuku con tono derrotado. "¡Sí!" exclamó alegremente Tohru, dando un respingo que hizo rebotar su pecho.

"Pero, por favor, ponte algo de ropa", suplicó Izuku. "Oh-" Dijo Tohru con cara de darse cuenta antes de cerrar los ojos y concentrarse. El traje de criada que había llevado el día anterior y durante los últimos diez meses apareció en el cuerpo de Tohru. "Ya estoy", dijo Tohru antes de salir corriendo de la habitación. Izuku se quedó parado un segundo antes de sonreír y salir de su habitación. En cuanto salió de su habitación, un pequeño borrón blanco tiró a Izuku al suelo.

Izuku soltó un pequeño "ow" antes de mirar a su atacante. Kanna estaba sentada sobre el pecho de Izuku, mirándolo fijamente con la misma mirada, casi sin emoción. Izuku había vivido lo suficiente con Kanna como para saber lo que sentía, así que podía decir que ahora mismo... se alegraba de verle. "Buenos dias señor Izuku" dijo Kanna con su habitual tono plano. "Ya te lo dije, Kanna-chan, puedes llamarme de otra manera que no sea 'Señor Izuku', me hace sentir viejo" dijo Izuku.

El rostro de Kanna se congeló mientras contemplaba un nombre para llamar a Izuku. Pensó en Tohru como una especie de hermana mayor, así que pensó que el nombre encajaría. "Buenos días, Aniki", dijo Kanna, repitiendo el saludo con su nuevo nombre para Izuku. Izuku se quedó mudo por un segundo antes de empezar a sonreír alegremente. "Demasiado brillante", dijo Kanna, tapándose la cara. "Lo siento, Kanna-chan", se disculpó Izuku. Levantó a Kanna de su pecho y se puso de pie, sacudiéndose el polvo.

"Tohru está preparando el desayuno. Vamos a desayunar", dijo Izuku. "¡Sí!" vitoreó Kanna con su tono llano. Corrió delante de Izuku mientras éste caminaba hacia el comedor más despacio. Cuando llegó al comedor, vio a Tohru volteando un panqueque en la sartén de la cocina. Se acercó a Tohru y la observó mientras seguía preparando el desayuno. Izuku olfateó, y el olor de los deliciosos panqueques le llegó a la nariz. "Mhm, huelen bien, Tohru", complementó Izuku.