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Monet notaba extraña a Hanna pero no dijo nada, tal vez era porque aún estaba afectada por lo de su padre.

—¿Estás lista amour?.— Preguntó Monet esperando en la sala.

—Si, estoy lista.— Afirmó Hanna tomando su bolso.

Ambos subieron al auto y se dirigieron al departamento de Roger en donde Kelly los recibió.

—Hola, Hanna.— Dijo abrazándola.— ¿Cómo estás?.

—Bien, gracias.— Saludó Hanna sonriendo.

—Pasen, están en su casa.— Ambos entraron al departamento tomados de la mano en donde los chicos de Queen ya se encontraban.

—Hola, Hanna, Monet.— Saludó Brian.— No nos vemos en un largo tiempo.

—¿Cómo estás?.— Preguntó Hanna.— ¿Y Liv?

—Ambos estamos muy bien, ocupados con los planes de la boda más que nada.— Respondió Brian.— Pronto les haremos llegar las invitaciones.

—Que bien, gracias.— Dijo Hanna.

—Cariño, hola.— Dijo Freddie abrazándola.— ¿Cómo estás?.

—Bien muy bien.— Respondió Hanna.— Mejor ahora que Monet está aquí.

—Es bueno saberlo.

—Pasen, siéntense.— Dijo Roger.— Pónganse cómodos.

Monet y Hanna tomaron asiento.

—¿Y cómo están las chicas?.— Preguntó Freddie a Hanna.— Hace tiempo que no las vemos.

—Ocupadas, últimamente todas estamos enfocadas en distintas cosas.— Explicó Hanna.— Juliette ahora tiene muchas juntas porque su marca está despegando al igual que sus inversiones, le va muy bien. Maia está viajando constantemente a Italia por Alice, su relación va muy bien se ven realmente felices juntas y Liv, pues bueno, Brian ya dijo que está ocupada con la boda. ¿Cómo se tomaron los papás y los hermanos de Liv la noticia?

—Reaccionaron muy bien, están muy felices por nosotros.— Explicó Brian.— Han ofrecido mucha ayuda para los preparativos, están siendo muy buenos con ambos.

—Me alegro, los hermanos de Liv siempre han sido un poco celosos con su hermana.— Dijo Hanna.— Creo que nunca aceptaron realmente un novio de Liv hasta que llegaste tu.

—Y que suerte por mi, es la más chica de cinco hijos.— Bromeó Brian.— Pobre de mi si no me aceptaban.

—Y pobre de ti si le llegas a partir el corazón.— Bromeó Monet.— Tengo suerte de que Hanna no tenga hermanos.

—¿Ustedes han pensado en casarse?.— Preguntó Kelly entusiasmada.

—Pues en un futuro.— Dijo Hanna.

—Si por mi fuese ya estaríamos casados.— Dijo Monet.— Estoy más cerca de los 30 que de los 20, quiero poder ser un padre que sale a jugar con sus hijos, les enseñe a andar en bicicleta y ese tipo de cosas, a los 40 no creo que pueda.

—Pero no hay prisa.— Habló Hanna.— Tú estarás más cerca de los 30 pero también hay que recordar que yo estoy en mis plenos 20.

—¿Y cómo piensan que será su boda?

—Nunca hemos hablado de eso.— Confesó Hanna.— Pero mi boda ideal no sería nada formal ni lujoso, sería en el campo, mi vestido sería muy sencillo, algo que me deje bailar toda la noche y obviamente no usaría tacones, Monet ni siquiera tendría que usar un smoking y las damas vestirían de vestidos veraniegos de flores.

—Es una linda idea.— Dijo Freddie.— ¿Cómo sería tu boda ideal Kelly?.

—Para empezar la ceremonia seria en una capilla enorme y hermosa, la recepción en un salón con candelabros de cristal iluminándolo, muchas flores, también pondría un color en específico de vestimenta.— Explicó Kelly.

—Pues más te vale ir ahorrando Roger.— Advirtió Brian.

Roger solo podría concentrarse en una cosa, en Hanna.
Lo mataban los celos, ver como Monet tenía su mano en la pierna de ella y la acariciaba, como se miraban como si estuviesen perdidamente enamorados, como les brillaban los ojos al verse.
Odiaba ver que Hanna sostenía y acariciaba su mano, como no podían dejar de tocarse en ningún segundo, como si fueran imanes, como
si su vida dependiera de estar juntos.

—¿Todo bien?.— Preguntó Kelly aprovechando que los demás estaban entretenidos en la conversación de Freddie.

—Si, todo bien.— Dijo Roger fingiendo una sonrisa y Kelly tomó su mano.

Tal vez estaba por el camino equivocado, matándose por un amor que jamás sería correspondido, estaba más que claro, Hanna amaba a Monet.
Tal vez si hubiese actuado desde el primer momento no tendría que estar pasando por esto, pero ahora no le quedaba nada más que aceptarlo y hacer lo posible por seguir con su vida.

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Hanna practicaba para su próxima presentación en el estudio de EMI, acababan de lanzar su primer disco y estaban siendo un éxito, tenían sus agendas llenas todos los fines de semana.

—Vaya.— Dijo alguien en la puerta.

Hanna inmediatamente dejó de tocar.

—Perdón, mi intención no era distraerte pero iba pasando y no pude evitar detenerme al escuchar.— Explicó.— La energía con la que tocas, es sorprendente.

—Gracias.— Dijo Hanna sonriendo.— Soy Hanna Stone, un gusto.

—Roger Taylor.— Se presentó.— El gustó es mío.

—¿Tu también eres músico?.

—En realidad también soy baterista.— Dijo Roger sonriendo.

—Bueno entonces ahora tú halago vale más.— Dijo Hanna.— Recibir un halago de una persona es bueno pero recibir un halago de otro baterista es gratificante.

—De nada entonces.

—Quisiera verte tocar.— Dijo Hanna levantándose y entregándole las baquetas.— Déjame escuchar.

Roger tocó un poco y Hanna quedó impresionada.

—Mis respetos.— Dijo aplaudiendo.

—No soy el mejor pero es mi pasión.

—Pero que dices, eres muy bueno.— Dijo Hanna.— Será bueno tener otro baterista en EMI, podríamos hacer un buen equipo.

—Me parece bien.

Esa fue la primera interacción entre Hanna y Roger, desde ese día el no pudo dejar de pensar en ella.

—Roger, ya hemos escuchando mil veces tu historia sobre tu encuentro con esa chica.— Se quejó Brian fastidiado.

—No pero es que no entienden.— Decía Roger.— Era asombrosa y además era hermosa, creo que me enamoré.

—Mientras puedas tocar enamorado no tengo ningún problema.— Dijo Brian.— Pero si escucho esa historia una vez más el día de hoy voy a romperte las baquetas.

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Actualidad

—Buenos días joven.— Dijo la señorita que atendía.— ¿Buscaba algo en especial?

—Si, busco un anillo de compromiso.— Dijo Roger.

𝗦𝗽𝗲𝗮𝗸 𝗡𝗼𝘄 || Roger Taylor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora