Capítulo 11

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Ya era un nuevo día, Hyunjin no pudo volver a dormir después de salir de la habitación de Han, solo bebió mientras lloraba recordando a su pequeño Félix, su sonrisa, su risa, sus caricias, el tacto de su labios, el brillo de sus ojos en su viaje en París.

"Te extraño tanto mi amor"
Pensó con el vaso en mano

—Pero ya te vengare cariño...

Se levantó de su silla y fue a prepar toda la casa para recibir a Minho, el sufrimiento y la pena iban a cesar o al menos no iba a ser tan dura. Minho iba a pagar por lo que había hecho.

Han estaba dentro de una habitación que solo tenía una puerta a la cual solo Hyunjin tenía acceso y un espejo antibalas, era lo único que iba a dividir a Han de Minho, la casa ya estaba preparada para recibir al fin a Minho, solo faltaba esperar.

Minho ya había encontrado la dirección de donde estaban, subió a su camioneta empezando a conducir lo más rápido que podía hasta que dos horas después llegó a la profundidad del bosque, estaba muy lejos de la ciudad, estaban en medio de la nada, solo había árboles a su alrededor, entró a la casa en silencio pero todo estaba oscuro hasta que Hyunjin prendió la luz.

—Te tardaste

—¿Donde está? –le apuntó con el arma.–

Hyunjin simplemente se empezó a reír fuertemente para segundos depués mirarlo seriamente.

—¿Crees que me importa que me apuntes con tu pistola? ¿Crees que me importa morir? ¡Me estarías haciendo un favor! –grito sonriendo.– —Pero, te doy un pequeño aviso

Se acercó a el dejando su rostro a centímetros sintiendo como su pecho chocaba con el arma de Minho.

—Si me matas, aun así no sabrás donde está tu preciado Han –sonrió notando como Minho fruncio el ceño así que volvio a reír.–

—Hijo de perra, dime donde está Han... Por favor –suplico.–

—¡Callate! –lo miro molesto haciendo notar su vena en la frente resaltada.– —No quiero que supliques, no quiero eso –lo tomó del cuello molesto.– —Tu me arruinaste la vida, ahora yo arruinare la tuya...

—Hyunjin... Por favor, déjalo ir, el no tiene nada que ver con esto

—¿Y Félix si tenía? ¿Acaso tu me hiciste caso cuando les grite entre llanto por una ambulancia? –aumentó su fuerza en su agarre hasta que lo soltó y le dio un fuerte golpe en la cabeza dejándolo inconsciente.–

"Yo solo quería estar con Félix, todo esto paso por tu culpa y la de Christopher"

Pensó mirando a Minho inconsciente en el suelo.

—Da igual –bufo y cargo a Minho sentandolo de golpe en la silla de metal frente al cristal del cuarto donde estaba Han.–

Una vez que ya lo dejó bien ajustado a la silla para que no se pudiera escapar entró al cuarto de Han.

—Ya llegó tu caballero en armadura reluciente –mencionó rodeando los ojos.–

—Hyunjin, por favor dejame ir, por favor

El mayor lo único que hizo fue ponerle una cuerda en la boca para que ya no pudiera hablar.

—Ya ten en la mente que hoy, tu te mueres por que te mueres –dijo serio y se sento en la silla al lado de Han para esperar que Minho despertara.–

Pasaron dos horas y Minho recién empezó a abrir sus ojos.

—¿Han? –dijo en voz baja.– —¿Han? –volvió a preguntar notando como ni se podía mover.– —¡Han!

De las muñecas y de los tobillos estaba sujetado a la silla con esposas de metal las cuales estaban soldadas a la silla para inmovilizar a la persona que se sentara en ella.

—Ya ya, no grites, aquí está tu ser amado –la voz de Hyunjin se escuchaba por un altavoz así que prendió las luces dejando ver a Han y a el mismo.–

—¡Han! –grito Minho haciendo forcejeos pero era inútil, se sentía impotente de ver a Han así amarrado, en mal Estado con lágrimas en sus mejillas.– —¡Han! ¡Hijo de perra sueltalo! ¡Dejalo!

—¡Que te calles! –grito Hyunjin haciendo que Minho se dejara de mover pero Han no dejaba de llorar.– —Te voy a decir una cosa, si llegas a soltarte de la silla, el vidrio es antibalas, no lo vas a poder romper, no vas a poder entrar por ningún lado a esta habitación y si hay un mínimo rasguño en el vidrio de tu lado, este edificio explotara con los tres adentro... Para que me entiendas –lo miro serio.– —No vas a volver a poder tocar a Han en tu vida... O al menos vivo –sonrió.–

—No no, déjalo, no no, ¡Hyunjin!, no déjalo ir, no lo toques –empezó nuevamente a forcejear pero era inútil, el metal era muy grueso, no lo iba a romper.– —Hyunjin no, déjalo

Hyunjin simplemente suspiro viendo al suelo y miro a ambos.

—Recordemos por que estamos aquí ¿quieren? –oprimio el botón azul en la pared y unas pequeñas puertas en el suelo se abrieron dejando ver un féretro de cristal con flores .–

Ambos chicos se sorprendieron al ver a la persona que estaba en dicho féretro, estaba sobre una cama de flores, tenía dos tulipanes en sus manos, un traje blanco con una corbata negra, su cabello rubio, un anillo de oro en su mano derecha y una piel pálida la cual antes tenía un hermoso color rosado en las mejillas dejando resaltadas sus pecas, sus ojos cerrados los cuales antes tenían un brillo que hacia sonreír a cualquiera y el pecho donde el corazón latía rápidamente por el tacto de Hyunjin, estaba inmóvil, todo era diferente.

—¿Fe-lix? –pregunto Minho.–

—Exacto... MI Félix

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