𝟏 𝟑 .‣ ϟ ࣪ ˖ 𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐄𝐄𝐍𝐓𝐇 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 ;; 𝘶𝘯 𝘦𝘳𝘳𝘰𝘳

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ALEX

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ALEX

Un día insignificante como los otros vi como llegabas a la escuela con la muñeca cubierta por la manga de tu suéter, no fue tan inusual ni fuera de lo común

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Un día insignificante como los otros vi como llegabas a la escuela con la muñeca cubierta por la manga de tu suéter, no fue tan inusual ni fuera de lo común. Lo que empezó a verse extraño fue la constante y extraña afición que tenías con rascarte en ese mismo lugar.

Lo deje pasar y no dije nada.

No sabría si quiera que decir o preguntar.

Dos días después llegaste con un corte pequeño en el puente de la nariz y nos dijiste que te habías lastimado con la puerta. Tal vez pude haber insistido en preguntar si estabas bien, pero me sonreíste como cualquier otro día y no presione más.

Una semana entera después, cuando estábamos en la biblioteca estudiando para una presentación te quedaste dormida sobre la mesa entre hojas con información impresa en ellas. Podía estar observando tu rostro tan tranquilo de esa manera por horas, podía hacerlo y perderme en tu perfil, en tus pestañas y en tus pecas.

Pero lo único que aclamo mi atención ese día fueron las marcas violetas que se encontraban en tu muñeca, en ese mismo lugar que tanta comezón te había dado hace unos días. No sabía qué pensar, qué hacer. Era como si todo el aire de la biblioteca se hubiera vuelto pesado de repente.

No quería despertarte, no aún

Tu respiración era tranquila, pausada, y en contraste, la mía se volvía cada vez más agitada. Mi mente divagaba entre miles de pensamientos, tratando de encontrar las palabras adecuadas para cuando despertaras. No quería que te sintieras atacada ni invadida, pero necesitaba respuestas. Necesitaba saber que estabas bien.

Finalmente, respiré hondo y decidí esperar. Volví a concentrarme en los apuntes frente a mí, aunque no podía enfocarme realmente en las palabras. Cada pocos segundos, mis ojos regresaban a tu muñeca, a esas marcas que parecían gritar una verdad que aún no quería escuchar.

Unos minutos después, comenzaste a moverte, y supe que pronto te despertarías. Me preparé, buscando la manera de iniciar la conversación sin que te sintieras incómoda, pero la realidad era que no sabía cómo hacerlo.

𝐋𝐀𝐒 𝐍𝐎𝐓𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐋𝐄́𝐀 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora