De mafioso a mi esposo [Misho Amoli y tú] FANFIC

8. Tensión Sexual

Nada más darme la vuelta mis latidos empezaron a acelerarse. Misho se encontraba agachado. Recogiendo un bote de champú, probablemente el responsable del ruido de antes.

Fue como si de pronto todo avanzará en cámara lenta. Y apreciaba como cada músculo de su cuerpo de tensaba y destensaba mientras él se levantaba. Con el reflejo de su piel mojada y las gotas resbalando y cayendo desde su espalda. No tenía ni una parte desagradable en todo su cuerpo. De pies a cabeza pasando por su redondeado culo, era lo más parecido que había visto a una escultura de la mitología griega, o incluso, él era mejor. 

Mi boca estaba ligeramente abierta, ni siquiera me había dado cuenta. Como tampoco me había dado cuenta de que Misho me estaba mirando hasta que levanté la mirada de su culo.

Una parte de mi estaba muy bloqueada, pero la otra no estaba dispuesta a perder esta oportunidad. ¿Qué era lo peor que podía pasar? Si no hacía nada estaba claro que el no ya lo tenía.

Mi expresión cambió rápidamente a una sonrisa pícara. Empecé a desabrochar los botones de mi camisa. Misho me observó, con la boca ligeramente abierta, siguiendo cada uno de mis movimientos.

Me desnudé y me acerque a él. Él seguía mostrando solo su parte trasera, con su cabeza volteada por lo que aún no sabía a que me iba a enfrentar.

T/N: Ya estamos empatados. Era un poco vergonzoso si solo te veía yo, ¿No?-Dije mirándolo a los ojos con una mirada desafiante.-

Misho: Pensaba que te caía mal. ¿Y ahora te pones a mi nivel?-Sonrío pícaramente mirándome a los ojos.-

T/N: Porque te estoy dando la oportunidad de demostrarme lo que vales, no por otro motivo.-Seguí con mi sonrisa pícara y levanté ligeramente mi mentón.-

Misho: No, no, la pregunta es, ¿Te has ganado tú ver esa parte de mi?-Dijo mientras se giraba y a la vez sujetaba mi mentón con su mano para que no bajara la mirada.-

Apoyé mis manos en su brazos a la altura de los codos, y fui subiendo lentamente hasta su cuello. Nuestras miradas se iban desviando poco a poco para ir a nuestros labios, que cada vez estaban más cerca. Misho deslizó sus manos por mi cadera y me acercó suavemente a él. Sus labios eran suaves, resbaladizos y con un sabor adictivo. 

Cada vez los besos eran más rápidos, hasta que introdujo su lengua y a la vez acercó todo su cuerpo hacia mi. Las gotas de agua fría que envolvían su cuerpo me pusieron la piel de gallina. Y pronto sentí su gran miembro muy duro deslizarse por mi abdomen.

Sus manos me iban indicando como mover mi cadera, suavemente. Era el momento de ganarme a Misho, como él había dicho, para ver de que era capaz.

Despegué mis labios de los suyos y empecé a besarle el cuello, acariciando a la vez ligeramente sus orejas. Noté rápidamente que la respiración de Misho se aceleraba, y siguió así mientras bajaba lentamente por su pecho, hasta su abdomen y llegando por fin a su miembro.

Lancé una rápida mirada hacia arriba. ¿Me encontraba ante el hombre más sexy del planeta?

Empecé a mover mi mano hacia arriba y hacia abajo y lo introduje lentamente en mi boca mientras lamía la punta haciendo circulos. La introduje y saqué varias veces de mi boca y de repente la saqué y le miré.

Misho me miró extrañado.

T/N: ¿Ya me lo he ganado?-Pregunté con una sonrisa pícara.-

Misho suspiró aliviado.

Misho: Serás tonta pensaba que sabía mal o algo no me asustes así...Pero me da que aún no te lo has ganado tendrás que seguir un poco más así.-Dijo con aires de grandeza fingida.-

T/N: ¿Tanto me odias que no me vas a compensar ni un poquito?-Dije mirándolo a los ojos mientras lamía su punta.-

Misho: Tienes razón, hagámoslo de otra manera.-Dijo mientras extendía una toalla en el suelo y encima un albornoz.- Túmbate.

Me tumbé. Aquello no era lo más glamuroso del mundo, ni lo más cómodo, el suelo estaba duro, sí, pero con su presencia allí me olvidaba de todo eso.

Misho se puso encima de mi, empezó a besarme mientras su mano dominante se desplazaba hacia mis puntos más erógenos. Empezó acariciando y apretando suavemente mis pechos y luego siguió bajando. Provocando con su tacto que mi piel sintiera unas pequeñas cosquillas y se erizara.

Moví mi mano a su miembro y tras acariciar sus partes bajas, haciendo que su miembro volviera a estar lo más duro posible de nuevo. Volví a su miembro y moví mi mano de arriba a abajo.

Misho dejó de besarme, colocó su cabeza cerca de la mía y su boca cerca de mi oreja, permitiéndome oír como su respiración se aceleraba. Su mano se desplazó hacia mi entrepierna, que ya se encontraba bastante húmeda. Masajeó mi clítoris suavemente y luego procedió a meterme dos de sus dedos introduciéndolos y sacándolos al mismo ritmo en el que yo movía mi mano.

Se sentía mucho mejor que cuando lo imaginaba yo sola. En realidad podía sentir como si su miembro estuviera dentro de mi aunque aún no lo estuviera.

Íbamos cambiando las velocidades, hasta que yo decidí aumentarla y él me siguió. Empecé a gemir rápidamente sin poder evitarlo, si seguía así iba a llegar a mi límite, decidí seguir.

Coloqué mi otra mano en la espalda de Misho y apreté con fuerza intentando contener el clímax, sin tener éxito. Lancé un cortó gemido algo más alto y me corrí. Sin querer, bajé el ritmo de mi mano y empecé a mover la cadera mientras mis paredes se contraían una y otra vez.

Justo cuando terminé, volví a mover rápidamente mi mano y de pronto Misho empezó a gemir, se acercó más a mi y mi abdomen se empapó de él justo después de darme un último beso.

Misho: Bua, perdona, te he empapado toda...-Dijo entrecortado por la respiración aún acelerada.-

T/N: No pasa nada, después de todo me ha gustado.-Dije con una sonrisa pícara y procedí a buscar algo de papel para limpiarme.-

Misho: Oye, dúchate conmigo, así de paso me ayudas con el jabón en la espalda, ¿Qué me dices?-Dijo sonriente mientras encendía de nuevo el agua y se metía debajo tras ajustar la temperatura.-

T/N: Solo por esta vez...-Dije mientras me colocaba detrás de él.-

Misho: Ponte tu delante así te limpias. -Dijo mientras me ponía delante de él y procedía a colocar sus manos al rededor de mi abdomen.-

Al principio deslizaba sus dedos por mi abdomen como ayudándome a limpiarme y luego simplemente las dejo ahí, acercándose más a mi, y dándome un cálido abrazo mientras movía de un lado a otro sus pies y cadera y me obligaba a seguirle el ritmo mientras cantaba: "...because love, can burn like a cigarette, and leave you with nothing, and leave you with nothing..." (Lovers Rock- TV Girl)

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