❥︎𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 1

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𖧷
28 de Noviembre

Keomi y Emy paseaban por el bosque en busca de nuevas flores para que Emy estudiara, pero como Keomi no tenía nada que hacer decidió ir con Emy. Realmente la chica quería hacerse más cercana a sus compañeros de piso, investigar las cosas que les gustan y dejan de gustar, ver si tienen algo en común sus amigos con ella... Tiene miedo de perderlos, no voy a mentir. En su infancia nunca tuvo amigos, y el único que tuvo, su mejor amigo Josh, no se acuerda de nada de él. Y ni se acordaría si no fuera pq coincidieron en la misma universidad.
Keomi iba detrás de Emy, a un paso tranquilo y lento. En cambio la otra chica iba dando saltitos y parándose a cada rato para acercarse a alguna planta o flor. En una de estas, cuando iban caminando, Keomi se para en seco al ver algo de un deslumbrante color rosa fuerte. Cuando se percata de que es una preciosa Rosa. Resaltaba entre todo a su alrededor ya que era la única que estaba en el lugar y su color brillante hipnotizó a la chica. Emy seguía caminando hasta que frenó al ver que Keomi no le respondía. Se dio la vuelta y vio a Keomi unos pasos más atrás que ella, mirando a la rosa.
Emy se acerca.

-Te gusta?- le pregunta Emy, con entusiasmo.

Keomi solo asiente, sin dejar de mirar a la flor. Su respiración se vuelve más tranquila, dejando escapar algún que otro suspiro.

-Es preciosa, que raro que esté aqui sola. Seguro que encontramos más por aquí cerca.

Keomi mira a Emy con ojos brillantes.-Pero esta es diferente...

-Mh, a qué te refieres?- le pregunta Emy, sin entender nada.

Keomi sale de su trance de hipnosis y mira a Emy.- Nada..solo es muy bonita.- Keomi sonríe y sigue caminando, dejando a Emy atrás procesando lo que acababa de pasar.

Emy se acerca con paso acelerado a su amiga. -Te gustan las rosas? No lo sabía.

Las chicas llegan a la cabaña de Rosswell, es invierno y anochece más pronto, y se habían dejado sus móviles en el apartamento. El jóven las recibe con una infusión y la hoguera encendida. Pq a pesar de llevar abrigos, tenían mucho frío.

-Podeis quedaros a dormir, vosotras tenéis mi cama y yo duermo en el sofá.- Sonríe dulcemente el chico.

-No, no queremos ser una molestia, con las linternas que nos diste nos apañamos.- dice inmediatamente Keomi.

-Cómo queráis, pero no sois una molestia, para nada.

Emy mira a Keomi, como pidiéndole algo con la mirada...pidiéndole que se quedaran. Keomi suspira.

-Emy...no sé yo...

-Bueno, mientras os lo pensáis voy a buscar leña. -Rosswell se levanta y llama a Osvaldo antes de salir.

Keomi se recuesta en el sofá y suspira.
Emy le mira desde el borde del sofá, donde está sentada.

-Por qué no podemos? -Le pregunta Emy a su amiga, haciendo puchero.

-No es que no podemos, es que no...no sé. No estoy cómoda.- Le responde Keomi.

-Oh...entiendo...-Emy mira al suelo y suspira.

Se quedan un rato en silencio.

-Pero...se puede saber...por qué?- la chica de pelo rizo se recuesta también al lado de su amiga.

Keomi está mirando al techo. Sin decir nada.

-Simplemente. No estoy acostumbrada.

Emy no está satisfecha con la respuesta de su amiga, siente que hay algo más, pero al verla prefiere no seguir atosigandola con preguntas.

-Si quieres...quedate tú. -dice de repente Keomi.

-Q-que? No sé...que vergüenza.- responde con nerviosismo Emy, ruborizándose un poco.

Keomi le mira confundida.

-Sois cercanos, pq te daría vergüenza? Pasáis tardes enteras juntos.

Cuando Keomi dice esto si amiga se agarra de sus dos mechones de pelo y se los pone en la cara para taparse esta, que estaba roja como un tomate.
Keomi la mira en silencio, comprendiendo que pasa.

-Entiendo...pues nos vamos entonces. Otro día será...-la chica peliazul se levanta del sofá y se estira.

Keomi coge su taza y le da el último sorbo a su infusión para luego acercarse a la pequeña cocina y limpiar la tacita. Emy mira a su amiga desde el sofá.
Un rato después llega Rosswell con un poco de leña, y Osvaldo, que llevaba un palo en la boca, como si estuviera ayudando al chico a llevar la madera.
El chico deja la leña junto al resto que ya tenía y se acerca a la hoguera para avivar la un poco más.

-Bueno, al final que vais a hacer?- pregunta él mientras está agachado frente a la chimenea.

-Nos vamos, gracias por acogernos y por las infusiones- dice Emy mientras le sonríe.

-Oh, vale..- el chico se nota algo decepcionado.

Rosswell se levanta y acompaña a las chicas a la puerta. Cuando se están por ir, Rosswell detiene a Keomi.

-Mh? -la chica se gira a mirarlo.

-Puedo deciros algo antes de que os vayáis? -pregunga algo avergonzado.

Keomi asiente con la cabeza y Emy mira al chico con confusión.

-No voy a poder estar en todo Diciembre...

-Oh, vaya...- Emy se ve triste.

-Es que...Quiero hacer algo antes de irme...- explica él.

-El qué? - pregunta Keomi.

El chico se sonroja, se pone nervioso y empieza a tartamudear.

Keomi lo detiene.-Ey, tranquilo, qué pasa?- Tranquiliza al chico.

-Podemos hacer una cena antes de que me vaya? En mi cabaña.- El chico mira al suelo y se ríe nerviosamente.

-Claro! Me encanta la idea! Le diremos a los demás al llegar- Emy le sonríe.

𑁍


Las chicas llegan al apartamento, pero ya es tarde y todos estaban durmiendo. Emy se va como un zombie a la cama. Keomi se queda en la cocina para beber un vaso de agua, luego se va a cambiar al baño con una camiseta de su hermano y sin pantalones, ya que le queda súper largo. Sale del baño mirando al suelo medio dormida, pero por culpa de la oscuridad se choca con alguien.

-Agh, perdón...- se disculpa la chica.

-Nada.. está todo oscuro...

El que hablaba era Kaos.

-Qué haces despierto? -pregunga Keomi.

-Tengo que mear. -pasa por detrás de Keomi y enciende la luz del baño y mira a Keomi.

-Mika está en mi cama...?- dice la chica medio dormida.

Kaos no le dice nada, entra al baño y mira a Keomi, que le estaba mirando esperando una respuesta.

-Un poco de privacidad, no?- bromea Kaos.

Keomi se da cuenta y se disculpa, se da la vuelta. Cuando Kaos termina este le revuelve el pelo a Keomi y pasa su brazo por detrás de sus hombros, guiándole a la habitación del chico. Keomi automáticamente se mete en la cama y se duerme casi al instante.
Kaos se pone a su lado, dándole la espalda. Le cuesta dormir ahora...

El invierno me recuerda a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora