La Amazona y el cobarde N°1

Capitulo Único

Este fanfic fue creado para el evento Matsuri Mítico de la página de Facebook Shikatema Hojas de la Arena.

Inspirada en la mitología Griega.

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Las Amazonas un pueblo de puras mujeres escondidas para el mundo; eran temidas y respetadas por muchos, se decía y demostraban lo cruel y letales que podían ser en la batalla. El solo hacer mención de ellas hacia temblar de miedo hasta al guerrero más valiente.

Eran guerreras extraordinarias, de belleza sin igual, con una letalidad igual que el mismísimo Dios de la guerra y padre de ellas el gran Ares.

Tenían reglas inquebrantables que seguir, para mantener su pueblo resguardado y seguro.

1- Toda amazona nacía, vivía y moría por su pueblo.

2- Se prohíbe enamorarse de un hombre.

3- Deben engendrar una hija para mantener y prevalecer su pueblo.

4- Los hijos que nazcan hombres deben de ser entregados a sus padres o abandonados.

5- Se prohíben hombres en el pueblo.

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Entre todas las amazonas destacaba ella, Temari, la Amazona más cruel y sanguinaria de todos los tiempos. Su agilidad, coordinación y precisión la hacían letal, le daba una ventaja abismal a la hora de la batalla; era excepcional con el arco, la flecha y la espada. En el combate cuerpo a cuerpo no tenía comparación. Poseía una belleza sin igual.
Era una rubia que sujetaba su cabello en cuatro coletas, de ojos azul marino, con una forma almendrada unica, que cautivaban al instante que te miraba. Su cuerpo era voluptuoso, con grandes pechos y anchas caderas, sus piernas largas y tonificadas asentuaban su belleza; era un espectáculo de la cabeza a los pies.

Verla en combate era uno de los mayores placeres que se pueda disfrutar; su tenacidad, velocidad y ferocidad hacian de ella la guerrera perfecta.

La crueldad de los hombres la habían marcado cuando era muy joven, había sido atacada con dos de sus hermanas, cuando regresaban de una cacería, cinco hombres abusaron de ellas. Al final del acto en un descuido,ella cegada por la rabia tomo una espada y los degolló a todos. En adelante hombre que se cruzaba en su camino, hombre que moría de la peor manera. De allí su apodo de la más cruel y sanguinaria Amazona.

Nunca creyó posible encontrarse en la situación que estaba.
Embarazada de ocho meses, restringida y postrada a una cama por su gran abultado vientre; pidiéndole y orando todos los días y a todos los dioses que se apiadarán de ella y le brindarán una hija fuerte y sana; tenía miedo de lo que le pasaría si no era niña. Ella sabía las reglas y lo que pasaría en cuanto nazca el bebé. Se aferra a la esperanza de que sea una niña y así no tener un triste destino por ser niño. En ese mundo de mujeres.
Ella sabía que algún día tendría que engendrar mínimo una hija para su pueblo, y siempre lo vio como una obligación y sacrificio más que tenía que hacer por su pueblo; temerosa a que llegara ese día que tuviera que entregarse a un hombre; para ella eso era algo impensable e inconcebible, y lo cual atrasaría todo lo que pudiera.

Hasta que lo conoció a él y lo inconcebible se volvió una realidad necesaria para ella, porque cuando estaba con el olvidaba todo a su alrededor. La primera vez estuvo en sus brazos recibiendo sus besos y caricias todos sus miedos quedaron a un lado.

Todo fue su culpa, por no matarlo cuando tuvo que hacerlo; el solo sería la herramienta a utilizar para uno más de sus propósitos como amazonas que era, tendría que engendrar una hija; pero el logro desde el primer día la gran azaña de cautivarla. No por su apariencia ya que no era el hombre más hermoso o musculoso que haya visto; él era un hombre de complexión delgada, cabello largo y azabache, sugetado en una cola de caballo, con unos ojos marrones oscuros y una actitud pasiva y aburrida en todas partes hasta medio de la batalla.