Capítulo 118. Vol. 2 - Zhu Yan

36 5 0
                                    

Había sido creado por el Emperador Xingzun hace siete mil años para atrapar al Dios de los tiburones después de la destrucción del Reino del Mar.

Sin embargo, a pesar de que estaba tan cansado, el Dios Dragón luchó por salir del Abismo de Cangwu por segunda vez, agarrando el borde del pozo con sus garras. Sobre la frente del Dios Dragón yacía el niño inconsciente: pequeño y acurrucado, pálido como una hoja de papel, pero aun respirando débilmente.

"¡Sumo!" En ese momento, Ruyi exclamó sin aliento por la sorpresa: "¡Sumo!"

El Dios Dragón levantó sus enormes garras, sacudió la cabeza, laboriosamente sacó a Sumo de su cuerpo y lo colocó con cuidado en el suelo, mirándolo con aprensión antes de doblar repentinamente el cuello y engullir al niño de un solo bocado.

Jian Lin y Ruyi exclamaron en estado de shock cuando ambos dieron un paso adelante para tratar de detenerlo, pero en su lugar descubrieron que el Dios Dragón simplemente sostenía al niño inconsciente en su boca sin intención de lastimarlo. Mientras respiraba, una extraña luz floreció salió entre los dientes del dragón y comenzó a imbuirse en el diminuto cuerpo del niño poco a poco.

El Dios Dragón inhaló un total de tres veces antes de retirar el resplandor, estiró el cuello y escupió a Sumo. El niño inconsciente rodó sobre la hierba al borde del abismo, inmóvil. Ruyi se abalanzó y acunó a Sumo en sus brazos, cayendo de rodillas frente al ser divino.

"Este pequeño, es demasiado débil... He derramado un poco de mis poderes sobre él". La voz del Dios Dragón era apagada y lenta, muy tensa, mientras se volvía hacia ellos dos: "Entiendo las intenciones de los Ancianos de que lo traigan aquí, y sí, este niño es de hecho el que estaban esperando. Desafortunadamente... el momento aún no ha llegado."

¿El Dios Dragón les estaba hablando? En ese instante, tanto Jian Lin como Ruyi quedaron demasiado conmocionados para hablar. ¿Aún no había llegado el momento? ¿Qué significa esto?

"Todavía no ha llegado el momento. Por lo tanto, la Ciudad del Cielo Flotante en el Noveno Cielo no ha devuelto el poder del Emperador del Océano al Reino del Mar". El Dios Dragón habló en un tono muy débil y miró hacia los cielos sobre el Abismo, "Este niño aún no ha heredado el poder del Emperador del Océano, ni puede ayudarme a abrir las Cadenas Doradas..."

Jian Lin y Ruyi no entendieron lo que el Dios Dragón quería decir con estas palabras y sus rostros parecían confundidos.

"Es inútil tratar de explicarles esto a cualquiera de ustedes ... Todos pueden regresar", la voz del Dios Dragón se desvaneció cuando las garras que se aferraban al suelo se aflojaron gradualmente, "dentro de setenta años, cuando este niño ha experimentado más y adquirido un mayor poder, tal vez entonces... podamos encontrarnos aquí una vez más."

¿Setenta años más? Jian Lin y Ruyi estaban atónitos, sin saber exactamente qué decir.

"En el transcurso de tanto tiempo, habrá muchas personas que querrán quitarle la vida a este niño, ¿verdad? Incluyendo a la gente Kongsang, el Clan del Hielo... del Mar Occidental y también está Él. Qué pensamiento tan preocupante". El Dios Dragón murmuró en voz baja, como si sintiera remotamente todo lo que iba a suceder viniendo de entre los seis rincones de la tierra, "Parece que hay personas tratando de encontrar a este niño a través del Retorno del Mal, justo en este momento" mismo momento... ¡Esto no es bueno!"

¡El Dios Dragón inclinó la cabeza hacia arriba, dejando escapar un largo silbido a los cielos mientras inhalaba bruscamente y sacaba sus garras! En ese instante, millones de relámpagos deslumbrantes florecieron alrededor de su cuerpo, y el cielo se volvió tan tormentoso que uno no podía ver frente a su nariz.

The Longest Promise (Mirror: Zhu Yan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora