⬝ Contradictorio. ⬝ Miguel O'hara & Peter B. Parker|| SpiderHusbands

⭔ Dos de Dos.⭔

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Miguel atravesó el portal con un humor del asco, Lyla a su lado le miraba atenta, esperando los reclamos o amenazas del otro, sin embargo no hay palabras, ni siquiera una mirada.

Lyla quiere decir algo, pero no le nace nada, por lo que simplemente se queda de pie, con los brazos cruzados, en espera de alguna instrucción.

Miguel por su parte está sumamente irritado, y no, no se debía al desastre que había ocasionado el pequeño grupo que convivía con el discípulo de Peter, sino porque justo este día había iniciado su celo ¿En qué momento? ¿Por qué ahora cuando tenía que darle una buena reprimenda al rebelde chico de los Jordan? Estaba molesto por eso, porque ese chiquillo se había salido con la suya, junto con sus demás compañeros. Agh, le fastidiaba saber el hecho de que él había tenido que regresar a casa por un estúpido celo, mientras que los demás suspiraban aliviados.

Y muchos pensarán que la situación de su celo se solucionaba con una simple pastilla o inyección, pero no es así. Gracias al prolongando retraso que había tenido, este había llegado con más intensidad, tanta que los supresores no actuaban de manera efectiva. Y por el bien de la comunidad Omega, tuvo que regresar antes de ocasionar un desastre. Es por esto que estaba molesto, irritado y sumamente frustrado.

En silencio tomó lugar en uno de los sofás de la sala, sin interés de hablar con Lyla o ir a su habitación con Peter. Estaba demasiado metido en su pensamiento, tanto que no se percataba del ruido que venía de la habitación vecina.

En cambio Lyla sí reparó en el ruido, se había quedado muy quieta, casi como una estatua cuando logró distinguir un par de lamentos. Miró varias veces a Miguel, buscando una reacción de su parte, pero este seguía con la mirada perdida. No se atrevía a decir palabra.

¿Qué iba a decirle? ¿Algo como: "Oye, Miguel, creo que tu noviecito no se encuentra bien, deberías ir a verlo"? ... Lyla se detiene a analizarlo, pensando en que tal vez sí sería buena idea.

Entonces la figura del holograma parpadeó un par de veces, y se colocó frente al rostro de O'hara. —Oye, Miguel.

El mencionado le hace mala cara, disgustado por su repentina interrupción. —¿Qué quieres?

Ella no se intimidó ante la voz cortante del hombre, ya estaba acostumbrada. —Quiero decirte algo.

—¿Qué?

Lyla vacila por un momento, jugando con su suerte. —¿No escuchas eso? — Miguel alza una ceja. —Creo que Peter está teniendo una pesadilla, deberías ir a verlo.

Miguel gira un poco la cabeza, en dirección al pasillo, confundido por la afirmación de Lyla ¿En serio no se había dado cuenta del ruido? La verdad es que no, O'hara estaba tan inmerso en los violentos pensamientos que inundaban su mente, que apenas y reparaba en su entorno, no obstante cuando cambió la dirección de su atención, lo último que notó fue el ruido.

Los vagos pensamientos de hace un instante desaparecieron por completo, su cuerpo se estremeció en una oleada de frío y calor. Por instinto se mordió la lengua y cubrió la nariz, tratando de distinguir el denso olor que se respiraba en el lugar.

Puede sentir a su lobo agitado, irritado y molesto. Su lobo estaba enfadado por la invasión de su hogar, del atrevimiento de tomar su casa como un refugio, y también estaba agitado por las fuertes feromonas del otro alfa, como era la costumbre de todos los de este género, se sentía con la obligación de abandonar el lugar, para así darle espacio a su compañero. Porque sí, hay que señalar que el aroma de un alfa no atrae a otro alfa, todo lo contrario, lo ahuyenta y amenaza con no acercarse.