el poder de los Uchihas (uchihas en dxd)

capítulo 14 el viaje familiar Uchiha

Los Uchiha tenían pocas cosas que hacían sus vidas normales. Después de todo, eran antiguos soldados que habían matado a muchas personas, pero cuando terminaban los exámenes, cada uno de ellos esperaba con emoción los resultados.

"Sabes, Nanami, nunca pensé que ellos esperaran con tanta emoción los resultados de los exámenes", comentó Rías, junto a Nanami y Akeno en la sala, observando a los tres Uchiha sentados en la entrada de la puerta.

"Creo que es por su competencia interna", respondió, recordando cómo, a pesar de ser hermanos, los tres solían ser muy competitivos entre ellos. "Suelen ser demasiado competitivos entre ellos y eso suele llevarlos a competir en todo, incluso en sus notas", agregó mientras comía una galleta que había preparado la señorita Mikoto.

De pronto, la puerta se abrió y apareció la matriarca Uchiha, con las boletas de sus hijos en sus manos. "Listos para escuchar sus notas", dijo. Como si fuera una orden, los tres Uchiha se pusieron de pie firmes frente a su madre. "Sasuke, un 98; Madara, 98; e Indra, 98. Felicidades, volvieron a empatar", anunció ella. A pesar de no mostrarlo con su rostro, que a menudo parecía antipático o molesto, su madre estaba contenta por las notas de sus hijos. Sin duda, los chicos se habían esforzado durante estas épocas de exámenes y necesitaban su merecido descanso. "Como comienzan las vacaciones de invierno y no quiero estar aquí para eso, comenzaremos nuestro viaje anual. Como todos empataron, me tocó elegir a mí", explicó, sacando un mapa del mundo con distintos destinos tachados. "¿Qué les parece ir a visitar Machu Picchu? Dicen que es un lugar muy bonito".

"Ir a Perú", murmuraron los chicos, que no habían salido mucho de esa parte del mundo, excepto en la vez que fueron a Nueva York por un concierto que Indra quería ver. "¿Qué dicen, chicos?".

"Me parece bien", respondió Madara, a quien realmente le importaba poco el lugar al que iban, ya que de todos modos disfrutaría sus vacaciones.

"Será interesante ver su cultura", dijo Indra, que ya tenía listas sus maletas y no le importaba mucho a dónde irían. "¿Cuándo partimos?".

"Mañana compraré los boletos y espero que su padre nos pueda acompañar", dijo su madre, prendiendo su celular para entrar a una página de viajes. "Una cosa más, ¿por qué nadie me avisó que teníamos visitas?", preguntó, su mirada fría haciendo que los Uchiha y las tres chicas sintieran mucho miedo. "Sasuke".

"Esta vez no fue mi culpa".

"Ustedes, mocosos, siempre tengo que repetirles las reglas", dijo, dirigiendo su mirada a las tres chicas, quienes solo se quedaron sonriendo nerviosamente. "Lamento el comportamiento de mis hijos, espero que no les haya molestado".

"Para nada", respondió Rías, aunque solo podía pensar en que la mujer era mucho más aterradora que algunos demonios que había conocido en el inframundo. "No culpe a los chicos, solo vinimos para hablar sobre unas cosas del club".

"Veo que te gustaron las galletas, Nanami", dijo la señorita Mikoto.

"Estuvieron muy buenas, señorita Mikoto", respondió Nanami, a pesar de que la castaña le tenía cierto miedo a la matriarca Uchiha. "Me agradaría ayudarla como en los viejos tiempos".

"Aún recuerdo la vez que hicimos ese pastel juntas", dijo Nanami, y cuando pronunció esas palabras, una pequeña idea pasó por su mente. "Sasuke, Madara, Indra, ¿podrían cocinar? Tengo algo en mente y quiero incluir a las niñas en esto".

Los tres Uchihas solo miraron con cierta curiosidad a su madre, pero realmente no les importó mucho y hicieron lo que su madre les pidió.

"Bueno, ahora que se fueron esos tres, ¿quieren ver sus fotos cuando eran niños?"