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Callejón Diagon

*Si no es mucha molestia comenten plis, no sean lectores fantasma se los agradecería mucho*







Al día siguiente como habían dicho Dumbledore y Snape volvieron para llevarse a Alek, caminaron hasta alejarse del edificio

—¿Leíste los libros? —cuestionó Dumbledore.

Aleksander lo miro, había pasado la noche leyendo todo

—Si.... entonces, ¿soy nieto de un mago tenebroso? —pregunto Aleksander, recordando le nombre de el mago, Gellert Grindelwald.

—Exacto —afirmó Dumbledore.

—No entiendo, por qué si soy su nieto, y usted se enfrentó a el, por qué me buscaron para entrar a Hogwarts —dijo con duda Aleksander.

—Tu no tienes la culpa de lo que tu abuelo hizo, además todos merecen una oportunidad —dijo Dumbledore y el menor asintio—. Además si escuchas murmullos ignoralos

Siguieron su camino hasta que llegaron a un edificio, al estar afuera el anciano se despidió y desapareció, Alek se sorprendió

—¿Qué fue eso? —cuestionó Aleksander sorprendido.

—Una aparición, lo aprenderás dentro de unos años —le respondió Snape.

Entraron al lugar, Alek miro todo, algunas personas lo miraron sorprendidos lo cual lo confundió, luego siguió a Snape, llegaron a una pared con ladrillos, el mayor con su varita golpeó algunos y la pared se abrió revelando varios locales, Aleksander miraba todo sorprendido, avanzaron.

—¿A dónde vamos? —dijo Aleksander mientras miraba todo.

—Al banco Gringotts —respondió Snape.

Caminaron hasta entrar al banco

—Señor Snape, ¿que son esas cosas? —cuestionó el menor mirando a las criaturas que estaban ahí.

—Duendes

Caminaron hasta el final del pasillo donde estaba un duende escribiendo algo en un pergamino, Snape carraspeó la garganta, el duende lo miro

—El señor Aleksander Grindelwald viene a hacer un retiro —dijo Snape y el duende miro al chico un poco sorprendido pero luego con seriedad.

—Dígame, ¿el señor Aleksander Grindelwald tiene su llave? —cuestionó el duende y Snape se la dió y el duende pidió que lo siguieran.

[...]


Después de bajar del carrito donde los llevaron Aleksander se agarró de la pared seguro de que iba a vomitar

—Así te pondrás con las apariciones —dijo Snape con un poco de diversión mientras le entregaba una lámpara al duende.

—Cámara 340 —dijo el duende y el peli-blanco miro sorprendido la cantidad de galeones en la bóveda.

Después de que Aleksander tomara el dinero suficiente y un poco más, después salieron de ahí, un poco cansado de los murmullos que escuchaba de la gente que lo veía se puso su parche en su ojo y la gorra que traía, pasaron por una tienda de mascotas

—¿Pero yo a quien le mandaría cartas? —dijo el menor confundido.

—Uno nunca sabe Aleksander, puedes tener otra mascota —le contesto Snape.

—¿Un hurón? -preguntó Aleksander y el mayor asintió.

—Yo me encargo de la lechuza —dijo y entraron a la tienda.

𝐒𝐏𝐄𝐂𝐈𝐀𝐋 𝐋𝐎𝐕𝐄; 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫, 𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora