Prólogo

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En un monte de la Cuba, una cubana se perdió. Sí, perdida. Qué cosas, ¿no?... Debería presentársela a Tae, quizás sea su gemela extraviada (literalmente) o algo así. Y como yo soy bien amable fui hasta ella y la saludé. Era de noche y la cubanita tenía miedo. Miedo tenía de andar solita. Saltó una rana y se espantó. Soltó un grito que se escuchó probablemente de aquí a Corea. Aunque, en sí, aquello en vez de una rana lo que parecía era un bisonte. Estaba gigante la cosa esa. ¿Será que están evolucionando para atacar a la humanidad y gobernar el mundo?
Bueno, esos son pormenores de esta historia humorística que sí da risa, no como La Divina Comedia. ¡Qué clase estafa, asere! Y yo que me tragué el cable de que el pujo ese tenía chistes. Pero, por favor, singamos... ¡Digo! Sigamos en lo nuestro.

La cosa es que nadamás que vio la rana, la cubanita pendeja esa se desmayó. Así que me acerqué a ella... ¿Y si se murió? ¡Ay, Shangó, no me abandones! ¡Ni a mí ni a ella! Soy muy joven pa' cargar con algo más tieso que el pan de la bodega (y eso es mucho decir). Entonces, como buena persona culta que soy, le consulté al cerebro de la operación (yo mismo) si debería llevarla a un hospital. Y él decía qué sí. Y yo que no. Y el que sí. Y yo que no. Y al cabo fuimos... Al cabo fuimos de una misma opinión.

Me llamo Kim NamJoon, y si quieres saber cómo terminó esto, sigue con nosotros y échate este play.

"Asere, échate este play" [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora