"Asere, échate este play" [BTS]

Capítulo 2: Aguacate al rescate.

Namjoon

El resto de la mañana se pasó entre fórmulas de física qué nuestro querido profesor Fosforito, como cariñosamente le hemos apodado el Hoseok y yo, nos ha dejado. Aprendimos como la fuerza magnética penetra en una bobina y... alto ahí golosas esto es contenido no pornográfico. Ejem, como les decía, al fin la cárcel, digo, la escuela nos dejó salir al mediodía. Jin, Hoseok y yo fuimos a buscar a los demás de nuestro grupito a sus respectivas aulas para irnos juntos como de costumbre.

Salimos de la escuela e íbamos caminando en bando por la calle. Hoseok se puso a hablar con Seokjin de lo mal que le cae la pelo alambre de púas que tiene por jeva, Jimin, Jungkook y Yoongi van en lo primero de alante debatiendo si las mandarinas son cítricos, naranjas o limones (Tae ya me dio su opinión y cree que es una habichuela mutante naranja y medio pelotuda, como él). Tae y yo vamos en lo último de atrás. Entonces cuando yo me comienzo a cuestionar que si el cielo fuera verde tal vez las ovejas desarrollarían alas anti rayos ultravioleta y se comerían las nubes, Tae me interrumpe (que Diosito y Shangó lo bendigan porque estaba a punto de zafárceme una tuerca).

¿Saben lo que dije de la bendición de Tae? Lo retiro, no que Tae tenga bendiciones (aunque eso no lo sé, tendré que preguntarle luego) sino que él es una bendición. Es más, si él es una yo soy un aguacate.

-¡AGUACATE! -grita Jin detrás de mí sujetando a Hobi del brazo.

-Dime -respondí inconscientemente. Sí, yo literalmente ya me creía un aguacate andante.

-No contigo Namjoon, con el vendedor, quiero hacerles un guacamole con manteca.

-Ah...

-¿Una qué?

Bueno, al parecer Tae sí es una bendición pero no se engañen, lo trajo Satanás. De hecho, nos trajo a ambos y luego nosotros nos juntamos pero bueno, lo presentaré oficialmente: Yo soy el aguacate y él es yuca.

-¡Namjoon! -me siguió llamando Tae.

-¡¿Qué, viejo?! - Él me saca de paso.

-Te pregunté por la chama esa del monte.

-Ah, verdad.

Flashback, Namjoon's POV:

Esa noche yo me iba a a quedar en casa de Jimin, eran como las siete u ocho de la noche. Iba caminando por el medio del caserío en el medio del monte ese donde yo vivo (que Jimin también vive por ahí, cerca de mi casa) y me encontré a una muchachita que parecía ser contemporánea conmigo, venía doblando la esquina. Parecía que estaba perdida o algo. Ella se percató de mi presencia y se me quedó mirando. La noté nerviosa. Y de pronto, mi hermano, tronco e' rana le saltó al lado de ella. Vi que armó un corretaje y yo no sé de qué forma pero se cayó. Clase trastá' que se dio. Yo me sentí mal por ella, pero me reí, asere. No pude evitarlo. Yo la miraba, me reía, miraba para bajo, me tapaba la boca para disimular, la miraba de nuevo, me volví a reír más todavía y me le acerqué con la idea de ayudarla, pobrecita. Me paré al lado de ella, ya la rana se había ido saltando a un matorral. Ella vino, desmayó a la pobre chiquita y salió echando la muy jadeputa'.

-Niñita... -la llamaba y la sacudía con el pie. Me agaché y seguí moviéndola esta vez con las manos. Y nada.

Ay, Dios mío. ¿Por qué a mí? No la podía dejar ahí tirada. Lo más decente que se me ocurrió fue cargarla y llevármela a un hospital, o qué sé yo. Yo lo que sabía era que ahí no la iba a dejar. La cargué estilo princesa (soy un caballero, lo sé) y caminé rumbo al hospital. Unos minutos después iba pasando por un parque que quedaba por ahí cerca del hospital e hice una parada ahí para coger el teléfono de ella y llamar a alguien para que la venga a buscar, a sus padres o algún otro familiar. La acomodé en un banco y me puse a revisar el teléfono, estaba bloqueado y el desbloqueo era con pin o con huella digital. Le fui a agarrar la mano para poner el dedo en la pantalla cuando abrió los ojos, me dio un galletazo y me quitó el celular de un tirón. Esta sí reacciona rápido. Se puso de pie rápido y tambaleó un poco. No digo yo, si estaba desmayada y se levantaba con esa velocidad claro que se iba a marear. Niña, dale suave, se te va a bajar la presión arterial. Aunque después del galletazo ese yo creo que fue a mí a quien se le bajó la presión.