Capítulo 5 (Parte 1)

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-Eric... Mira, yo realmente aprecio este esfuerzo que estás haciendo.- El rubio se bajó la capucha para poder mirarlo a los ojos -Pero... A mí me gustan las mujeres... Eso no quiere decir que...

-¿Pero de qué mierda estás hablando, Kenny?- Exclamó el castaño molesto y confundido.

-Pero eso no quiere decir que no podamos seguir siendo amigos...- Continúo el ojiceleste ignorando la pregunta del fuertecito.

-Ya en serio, Kenny. Deja tus puterías de una buena vez.- Resopló -Si te llamé aquí fue porque quería hablar contigo y proponerte algo, nada más.

-¡OH! Bueno, si quieres experimentar ya es otra cosa diferente...- Dijo el rubio cambiando el tono de voz.

-Jajajaja, Kinny, qué gracioso.- La cara del ojimiel parecía de todo menos feliz.

El ojiceleste se detuvo unos minutos para poder volver a analizar la situación en la que estaba. Ambos estaban en una cafetería, era sábado, eran algo cómo las 8 am., el gordo lo había invitado y estaba pagando por su comida...

-¿Esto no es una cita?- Ahora el confundido era él.

-¿¡Qué!? ¡No, Maricón!- El gordito parecía genuinamente ofendido.

Kenny suspiró aliviado.

-¿Yo soy el maricón? Yo no soy el que está vestido de mujer- Respondió el rubio más tranquilo.

-E-eso no tiene nada que ver aquí...

-¿Enserio? A ver, dime por qué entonces.

-No quiero que Kyle me vea...- Susurró el castaño -Es un disfraz...

-Entonces decidiste que tu mejor opción para ocultarte era hacer... ¿Hacer Drag...?- Continuó divertido -No lo sé... Sospechoso diría yo

-¡Ya te dije que eso no tiene nada que ver aquí!- El fuertecito alzó la voz. Al ver que otros comensales volteaban a verlo, bajó el volumen -Fue lo primero que se me ocurrió...

-Entiendo la peluca...incluso el que te hayas vestido de mujer, si era para eso- Prosiguió con curiosidad -¿Pero en qué pensabas al vestirte de rosado, peluca y todo?

Y es que era verdad. El castaño, o la pelirrosa mejor dicho, llevaba un minivestido rosado con estampados florales, de mangas largas y esponjosas, con el cuello alto y falda circular. Un color rosa adornaba su rostro, ligero rubor y sombras pasteles en sus ojos. Brillo labial aplicado cuidadosamente. El cabello lo llevaba en un corte clavicut rizado que solo servía para acentuar las cualidades de su ya angelical rostro. No había forma de que el castaño no llamara la atención ahora.

-¡Ves como tú eres el gay! ¡Ya deja de mirarme las tetas!- El fuertecito lo sacó de sus pensamientos -Lo rosado también tiene que ver con lo que te vine a decir- Terminó molesto.

-¿Y la carterita?

-Tenía que tener algo para llevar mi cosas, Kinny. Presta atención, ¡Dios!

Dejando de cuestionar al ojimiel el rubio decidió inquirir sobre la verdadera razón por la cual lo había llamado. Era mejor dejar a su amigo con sus excentricidades.

-¿¡Quieres ir al cine!?- Preguntó el fuertecito más animado.

El rubio arqueó una ceja ante la pregunta. Al notarlo, Cartman frunció el ceño y abrió la boca para aclarar la situación.

-¡No es por eso, Pobre! Mira, hay una oferta en el cine...- El fuertecito empezó a explicar emocionado. Era más que nada una promoción por la película de Barbie, en la que si ibas de rosado te hacían un descuento -... Y eso es porque estoy vestido de rosado. ¿Vienes?

It's a jersey thing 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora