Me senté un segundo. Un dolor de cabeza insoportable, mucho ruido, risas, gritos, la música. No podía seguir de pie, mi vista se volvía pesada, ¿qué me sucede? Necesitaba tomar aire, ¿agua? Estaba sedienta, ¿por lo menos alguien me habrá escuchado? Tenía que seguir haciendo mis deberes, si el jefe me viera probablemente ya estuviera en problemas.
Intenté pararme, no pude. Escuchaba que a lo lejos me hablaban, ¿quién era? Manchas negras era lo único que veía, un zumbido se hacía presente.
-T/N, ¿estás bien?-preguntaba uno de mis compañeros, al ver que no daba ninguna señal empezaba a preocuparse.
A los minutos empezaba a enfocar, se veía asustado, sostenía una botella de agua, volvió a preguntar si me encontraba bien, asentí, me estiró la botella y comencé a beberla.
-Estás un poco pálida, ¿segura que te encuentras bien-
- Descuida ya está pasando-
Terminé de tomarme la botella, me estuve ahí aproximadamente cinco minutos para así seguir atendiendo a los clientes no muy convencida pero tenía que hacerlo. Una de mis compañeras se quejaba "yo no atenderé a los que acaban de llegar ya estoy atendiendo dos mesas como para atender 3"
-yo lo hago- respondí un poco cansada.
-Déjame hacerlo yo-decía mi compañero.
-Esta bien, yo puedo. Además, veo que ya estabas atendiendo más mesas.-
Salí mostrando una mejor imagen pues no quería verme mal ante los clientes. Con una gran sonrisa llegué hasta la mesa 4 sonrisa que fue desapareciendo poco a poco.
-Bienvenidos, yo los estaré atendiendo ¿qué desean ordenar?- tenía que ser profesional pues los problemas era obvio que no podían mezclarse y mucho menos aquí. Hubiera preferido que Mark los atendiera.
-Mira a quien tenemos aquí, que gusto verte cariño- habló la pelinegra.
-Entonces, ¿ya están listos para ordenar?- les regalé mi mejor sonrisa
Jake fue el primero en ordenar para así consecutivamente tomar el pedido de cada uno, minutos después me di la vuelta para poder pasarla a los cocineros.
-¡¡Tú, espera!! Mejor eso no, ya no lo quiero- sonreía inocentemente, claro que lo hacía para molestarme.- No sabes que mejor eso no, quita eso-
Jake: Sólo decite o vas a hacer que tarden más al traer nuestra comida.
Le di las gracias mentalmente. Sabía que no sería tan fácil atenderlos pero aún así estaba manteniendo la calma. Después de hacer sus pedidos volví a la mesa acompañada de unas cuantaa bebidas y de algunos platillos que el restaurante daba y que en esta ocasión era "paté de camarón "
-En un momento les traeré sus ordenes por lo pronto si gustan probar el paté. Si se les ofrece algo más, estaré a su servicio.-
Mientras esperaba a que los pedidos de la mesa 4 estuvieran, me fui a atender otra mesa. Minutos más tarde regresé a dejar cada uno de los platillo.
-Esto no fue lo que pedí- decía jennie.- te pedí Bibimbap- miró el plato con desprecio y lo alejó de ella.
-Lo siento señorita pero esto ha sido lo que ha pedido-
-Claro que no, necesito que me cambies el platillo no pienso probar esto.-
Mi deber como mesera era tratarlos bien y con respeto a pesar de las circunstancias que fueran. Nunca había batallado con alguien pero está chica era algo molesta. Nunca dejé de sonreír pero supongo que todos podían darse cuenta que comenzaba a irritarme.
Estaba por decirle que le haría el cambio de platillo cuando se levantó molesta y me alzó la voz pidiendo que le hablara al gerente pues según ella no la estaba tratando con el debido respeto que merecía.
-Tranquila, le pido que se siente. En seguida le traeré otro platillo.- trataba de mantener la calma para no caer en sus provocaciones.
-No, quiero al gerente aquí y si no lo traes haré un alboroto, ¿me oíste?-
-Ya cállate Jennie y come lo que te han traído eso fue lo que pediste así que deja de hacer tu drama y siéntate.- le decía Sunghoon ya molesto- No hay necesidad de que traiga a nadie señorita mi amiga suele ser grosera con las personas, le pido una disculpa-
Ni siquiera me miraba, quedé sorprendida al ver como se disculpaba.
-Que disfruten su comida- me di la vuelta y volví a la cocina. Sabía que estaba en problemas cuando la gerente me paró antes de llegar a mi destino.
-Que no vuelva a suceder, no me interesa saber que fue lo que pasó pero que no suceda, ¿Sabes que puede afectarnos? Aquí tratamos bien a todos ellos, ¿te quedó claro? No haga que la despidan Señorita Song-
se dio la vuelta y me dejó más molesta de lo que ya estaba, siempre era así, si alguno de los clientes era grosero terminaban regañandonos y en ocasiones hacían que nos quedáramos más horas trabajando.
Mark: Es una chica muy bonita como para ser tan grosera, ¿los conoces?.
-Estoy en la universidad junto a todos ellos-
-Veo que no les agradas-
Volteé a verlo y cerré mis ojos - bueno pues a ninguno le agrado sólo al chico que sonríe mucho... es mi mejor amigo-
El trabajo terminó aquí, tenía que alistarme para ir al bar. Tomé mis cosas y salí corriendo a tomar un taxi, revisé mi celular pues tenía mensajes de Jake en donde se disculpaba por el comportamiento de su amiga.
[.]
Otro día en el que llegaba cansada a casa en el que sólo quería tumbarme en mi cama y no saber nada de mí hasta el día siguiente que la alarma sonara. No era necesario estar dentro para percibir el escándalo que traían. Entendía a los vecinos, mis padres son muy ruidos que estoy segura de que se escuchan a media cuadra.
Me quedé sentada en los escalones esperando a que el ambiente se calmara, pensamientos comenzaron a invadir mi mente, me gustaba quedarme aquí e imaginar que mi hermano estaba a un lado mío, me gustaba imaginar que todo esto era un sueño que al momento de entrar por esa puerta ellos estarían felizmente en la cocina esperando a que lleguemos pero todo eso desaparecía cuando regresaba a la realidad, era hora de entrar e ir a mi habitación, era momento de descansar de toda esta mierda.
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