"Estás a salvo, estás conmigo, por favor cálmate." Fueron las últimas palabras del asistente antes de estampar sus labios a los ajenos con fuerza mientras le trataba de inmovilizar. Algunos jadeos de dolor salían de los labios del empresario, mientras comenzaba a enterrarle las uñas en la espalda, intentando romper su camisa, al mismo tiempo que dejaba que su boca fuera interrumpida por la lengua ajena.
Sus bocas colisionaron, sus lenguas se mezclaron, a momentos el menor se separaba apenas y le mordía con fuerza el labio inferior para hacerle sangrar, a lo cual Choi respondía con gruñidos. Se podía notar como a poco dejaba de luchar por escapar, y comenzaba a descargar su desesperación en el cuerpo ajeno. Sin pensarlo, con la vista nublada y los pensamientos revueltos, le rompió la parte de arriba de la ropa para comenzar a lamer y morder de su hombro y cuello. Seungri respondía tirando del cabello de su jefe mientras cerraba los ojos y movía las caderas arriba de este, que se estaba desquitando por completo contra su cuerpo, aunque este tampoco se quedaba atrás, ya que había abierto la camisa de Seung hyun y rasguñaba de su pecho sin ningún tipo de pudor.Cuando Ri arqueó la espalda y gimió por los besos que bajaban hacia uno de sus pectorales fue que Jiyong dejó de mirar, simplemente no podía, dolía ¿Por qué?, quizás porque veía como Seung Hyun se aferraba a ese otro hombre como si fuera la única manera de sobrevivir, quizás simplemente era un ego herido.
[...]
Habían pasado dos días y Seung Hyun no se sentía para nada bien, sabía lo que había pasado en el club, pero tenía recuerdos demasiado borrosos desde que le pidió a su asistente que fuera a ayudarle. Lo único que lograba recordar era el rostro de Jiyong mirándole desconcertado, asustado. - ¡La puta madre! -Dijo pegándole una patada a la puerta de su habitación, no se podía sacar de la cabeza lo ocurrido, y eso que lo había intentado todo el bendito día. - Eres un idiota. - Si dijo a si mismo mientras se tiraba en la cama, ya estaba con pijama, o mejor dicho no se lo había sacado, ya que con suerte se había levantado ese día.
Cerró los ojos y pequeños destellos llegaron a su cabeza, el beso en la mejilla, el llamado a su asistente, besos, jadeos, lamentos en su oído, sabía que ese había sido Seungri, y aunque no se sentía orgulloso de la manera en que el otro le ayudaba a calmarse, era eso o dejar que lo golpeara hasta desmayarse, por lo menos agradecía que Jiyong no hubiera visto eso último.- Dios, tengo que sacarme a ese hombre de la cabeza. -Dijo algo angustiado y se levantó por una copa de vino, necesitaba despejarse. Se paró de la cama y caminó hacia el living vestido con un simple pantalón de seda negra que caía por sus caderas, eso era todo. Para Seung Hyun mostrarse sin ropa era algo impensable, así que en el único momento que podía hacerlo era cuando estaba solo.
Mientras descorchaba el vino tinto pensaba en lo cansado que estaba de tener esos ataques, de lo agotado que estaba de las terapias, de no tener real control de su vida por que esta se ponía caótica cuando menos lo esperaba, ¿Cómo se supone que iba a dirigir una empresa así? se sentía un fraude.
Cuando estuvo el vino abierto tomó una de las copas de cristal, la miró por un momento y decidió dejarla a un lado, esa noche sería él, la botella de vino y quizás una(s) pastilla para dormir.Ya preparado se sentó en el sillón de tres cuerpos que daba vista a un gran ventanal, desde ese se podía ver toda la ciudad, era precioso ¿Pero de qué servía si no tenía con quién compartirlo?, había pasado bastante tiempo desde que no se sentía así de miserable, sinceramente se había acostumbrado a la soledad, a los encuentros de una noche, a las palabras superfluas, pero no había manera de poder controlar lo que había sentido la primera vez que vio al pelinaranja.Cuando ya había tomado casi toda la botella de vino se tragó la pastilla para dormir, unos quince minutos, cuando la píldora mezclada con alcohol hizo efecto tomó su celular, lo cual era definitivamente una pésima idea, por que se soltaba demasiado y hacía lo que sus impulsos le pedían sin pensar demasiado.
ESTÁS LEYENDO
Morder
Romance¿Por qué la disputa entre seres del cielo y el infierno debe afectar a los simples mortales? Se supone que Choi Seung Huyn es solo un humano en busca de estabilidad mental, algo que se hace sumamente difícil tomando en cuenta todas sus descompensaci...