Secretos y Reencuentros inesperados

Capitulo 3

—Narrador omnisciente

La chica aterrada por los sucesos que pasaron hace pocas horas decide llamar a la policía. Cuando la policía aparece se ve obligada a contarle lo ocurrido. Omitiendo algunas partes...

—Alexandra

Después que la policía me hizo el interrogatorio, estaban indecisos que hacer conmigo. Soy menor de edad y no tengo familiares cerca... me encuentro sentada en la sala de espera en la estación de policía, ya me había calmado y me cambie la ropa ensangrentada, pero seguía sintiendo la sangre de mi madre en mis manos.

Seguía confundida por la nota que leí antes de llamar a la policía. ¿Que habrá en ese pueblo? ¿Ahí me dirán quien mato a mi familia? Y ¿si era eso lo que mis padres estaban hablando haces días? Tenía tantas preguntas sin respuestas.

Ya sabes lo que tienes que hacer...

Mi subconsciente tiene razón, me pare de donde estaba y fui con el aguacil que investiga el asesinato de mi familia, toqué dos veces la puerta de su oficina.

—Pase—dijo y entre. La oficina es linda tiene un ambiente hogareño, las paredes estaban pintadas de un azul cielo y los muebles eran de madera casi rústicos pero a su vez sencillos— ¡Oh! Señorita Johnson, ¿Que necesita? Siéntese por favor.

Me senté enfrente del escritorio, lo tenía todo desordenado. Seguro por el caso de mi familia.

—Si oficial Gutiérrez quería decirle si ya me podía ir—el oficial me miro con su ceño fruncido. El Sr. Gutiérrez no parecía tan mayor debe tener como unos 30, es alto, tiene el cabello ondulado de un color negro, sus ojos son profundo con un color marrón oscuro, es agradable y se ve que ama su trabajo.

—sabes que eres menor de edad ¿verdad? No te podemos dejar ir así porque que si—se veía frustrado y cansado por todo este caso—pequeña tu familia acaba de morir no hace solo unas cuantas horas, para ¿donde iras? No tenemos ningún registro de otro familiar tuyo y...

—Tengo una tía—lo interrumpí. Sabía que tenía que dar una explicación lógica para decir que me quiero ir después de la traumadora muerte de mi familia. Tenía que pensar bien lo que iba a decir. Me ponía nerviosa de que me descubra la mentira. Mis padres la otra vez estaban hablando de alguien que teníamos que conocer mi hermano y yo, como se llamaba...

—Bien señorita la oigo ¿Qué tía? —el oficial me saco de mis pensamientos.

—Argent, es una tía muy lejana la vemos muy poco, pero de seguro ella me aceptara en su casa.

—Jummm, ¿Segura? —asentí repetida veces segura de lo que dije. Tenía que convencerlo. — Esta bien, te acompañare a tu casa para que busques tus cosas y te daré el pasaje para que te vayas. Pero eso sí, quiero que estés comunicada conmigo siempre

—Está bien—dije contenta a que mi plan funciono, pero el recordar que tengo que ir a mi casa a guardar todo lo que necesito me hace estremecer. Tener que volver a ese lugar así sea por unos minutos me devuelve el miedo y la tristeza que ya se me había ido.

El Sr. Gutiérrez me llevo a mi casa, cuando entre a mi antiguo hogar mis ojos se llenaron de lagrimas y sentí como mi corazón se rompía. Subí para mi cuarto, no me atreví a mi mirar el lugar donde había estado tirado el cuerpo de mi madre haces unas horas atrás.

Agarre todo lo que necesitaba ropa, libro, entre más cosas... me cambie de ropa y me peine, tenia puesto unos jeans negros y una camisa roja con un corazón roto de color negro, mi cabello lo deje suelto y no me maquille, me mire al espejo y Salí de mi cuarto. Me di cuenta que la puerta del cuarto de mis padres estaba entre abierta decidí entrar seguro conseguiría algo ¿No? El cuarto estaba vacío y la cama no tenia nada, como si nada hubiera pasado. Me acerque a los cajones donde mi madre guardaba sus cosas y lo revise. No había casi nada, algunos documentos, ropa, y un libro de historias de animales que no existen. Ella decía que el mundo sobrenatural si existe por eso tenia el libro lleno de historias de criaturas así. También hay una carpeta con unas cartas, notas y algunos documentos dentro. Qué raro nunca vi esa carpeta; agarraré el libro y la carpeta, los guarde el mi bolso.

— ¿Alexandra? —la voz del SR. Gutiérrez me asusto, me había olvidado que él estaba aquí.

—¡ Voyyy! —baje lo más rápido las escaleras, contando que tenia un bolso y una maleta muy pesada.

—Bien, ¿nos vamos? —asentí y intente darle una sonrisa.

Nos subimos a la patrulla y el Sr. Gutiérrez empezó a conducir a la estación de autobuses. Yo miraba a la ventana y no hable en el trayecto a la estación.

—Conocí a tu padre ¿sabes? —el Sr. Gutiérrez me miro un rato sonriendo, yo lo vi y escuche todo lo que decía atenta a cada detalle. —el siempre fue un hombre de trabajo, me hizo prometerle que si le pasaba algo por su trabajo...—se a lo que se refería mi padre trabajaba vendiendo armas y a veces esos negocios son peligrosos. —los protegiera a ustedes ¿sabes? A tu madre, tu hermano y tú... Pero lo que paso me dejo consternado no se que pensar. Por eso quiero que te mantengas en contacto porque le prometí a tu padre proteger a su familia y tú eres la única que queda.

Vi como le salía una lagrima al oficial sentado al lado mío ,me hizo sonreír con un poco de tristeza, no sabia que pensar ni que decir...Pero estaba segura de que este señor no descansará hasta conseguí quien mato a mi familia.

Y yo tampoco lo hare, quiero repuestas. y eso tendré...

—Narrador omnisciente

Después de esas palabras que le dijo el aguacil a Alexandra. La dejo en la estación de autobuses para que la chica se fuera donde su "tía", el aguacil se despidió de la chica y se fue pensando que todo iba a salir bien lo que no sabia era que la Alexandra tenia otros planes.

—Alexandra

Ya tenia el boleto para el autobús que sale a Beacon Hills. Estoy muy segura que esto es una locura y estoy nerviosa pero necesito repuestas y seguro allá las tendré.

Mi madre siempre dijo que todo era posible y que siempre podre conseguir lo que quiero.

Mis ojos se llenaron de lágrimas a pensar en ella. Era una mujer muy feliz y siempre andaba con una sonrisa, era un ejemplo a seguir una mujer fuerte y valiente, que quería a sus seres amados con tanto amor, siempre le contaba todo ella era mi mejor amiga. En la escuela no tengo ni tuve muchas amigas no soy muy sociable, mi única amiga fue Valentina Cristal pero hace mucho que se mudo para Londres con su familia así que después no tuve más. Mi amiga era mi madre y me duele saber que ya no estará conmigo.

"El autobús a Beacon Hills ya va a salir"

La mención de que el autobús me saco de mis pensamientos. Me subí y me senté en unos de los asientos de la ventana, no estaba tan lleno de seguro casi nadie va para ese pueblo.

Después de unos minutos el autobús arranco me puse mis auriculares y sin darme cuenta me quede dormida.

*—Sangre mucha sangre, no sentía mis pies estaba como paralizada apenas me movía. Estoy en mi cuarto me mire al espejo y me vi bañada de sangre y no solo sangre sino la sangre de mi madre, alguien apareció detrás mío y me puso un cuchillo en el cuello. Todo esta oscuro casi no puedo ver muy bien quien es, mi corazón no deja de latir, me estoy muriendo de miedo, empecé a llorar.

—Ay pequeña no te debiste meterte en todo esto, tu familia seguiría con vida si no te hubieran protegido.

Me quería voltear y enfrentar a el asesino de mi familia pero antes que intentara algo, él me corta la garganta*

Me despierto muy asustada y llorando ¿Qué diablos acabo de soñar? Deje ese pensamiento cuando veo el hermoso bosque que se ve en mi ventana.

Veo el letrero que dice con letras grandes *BEACON HILLS* Eso significa que ya vamos llegando, pero después todo paso muy rápido, nadie lo vio venir...