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"Martes 16 de Mayo"

Momo frotaba sus manos contra sus ojos para terminar de despertarse por completo, la alarma había sonado minutos antes y como no quería despertar a Mina la apago, se estiró en la cama oyendo sus huesos tronar en el proceso y soltó un bostezo, era martes lo cual significaba que el gerente de la tienda iría ese día a checar que todo estuviera en orden, suspiró y se dio la vuelta para contemplar el hermoso cuerpo dormido de su hermana a un lado de ella, sonrió y se acercó para abrazarla por la cintura y comenzar a repartir suaves besos en sus mejillas.

—Buenos días Mitang... Es hora de despertar... —Susurro Momo en el odio de la menor.

Mina se removió en la cama y abrazo su almohada mientras negaba. —Mmm... Cinco minutos más...

Pidió la castaña mientras agarraba el brazo de momo para que siguiera abrazándola. —Mitang tienes que ir a la escuela... Se hará tarde.

Momo siguió repartiendo besos en el rostro de la chica, pasando pos us pómulos, su frente, su linda nariz, deteniéndose en sus lindos lunares, luego bajando hacía su mentón, sus labios hacían que la piel de la menor se erizara y comenzará a despertar lentamente.

—Momoring... —Mina soltó una risita cuando Momo beso su cuello en un punto sensible.

—Te haré un oral si no te levantas ya... —Amenazó la mayor como si fuera el peor castigo.

Mina se volteo entre los brazos de Momo y se acurrucó aún más a su lado. —Entonces seguiré durmiendo...

Mina sonrió y volvió a cerrar sus ojos y abulto sus labios, era la imagen más tierna que Momo jamás haya visto, sonrió al ver que la menor no despertaría y comenzó a descender por la cama posicionándose en medio de las piernas de la menor, las acarició por encima del pantalón de su pijama escuchando a Mina soltar una risita risueña.

—Te lo advertí... —Momo tomó el borde del pantalón de la joven y lo deslizó por sus piernas hasta tirarlo fuera de la cama, dejándola en ropa interior, vio a Mina cruzar sus piernas debido al frío repentino en estas.

—No no, no dejaré que las cierres, abrelas. —Pidió con voz autoritaria la pelinegra, viendo como Mina obedecía inmediatamente y separaba sus piernas.

Mina seguía con los ojos cerrados esperando la siguiente acción de la mayor, sentía su cuerpo calentarse con el paso de los segundos, podía sentir la penetrante mirada de Momo en su cuerpo, apostaba a que tenía una sonrisa ladina en sus labios, esa que la volvía loca.

Momo quito las sábanas que seguían cubriendo el resto del cuerpo de la menor y la aventó lejos de su alcancé, Mina solía dormir con una blusa de tirantes porque era cómodo para ella, podía notar como los pezones de la menor se endurecian contra la tela de aquella blusa, sonrió y tomó la mano de Mina para jalarla y hacer que se sentará, no dijo nada y simplemente tomó el borde de la prenda para quitársela y dejar sus pechos al aire, pasó sus dedos por las clavículas de Mina contorneandolas y deslizando las yemas de sus dedos por su pecho trazando una línea recta hacía uno de sus pechos escuchándola jadear.

—M-momo... —Mina curveo su espalda al sentir el pulgar de la mayor acariciar su pezon.

La pelinegra solo sonreía al ver como las mejillas de Mina se enrojecian y sus piernas se cerraban tratando de hacer fricción contra su húmedo centro para tener más placer.

𝐬𝐞𝐱 𝐬𝐡𝐨𝐩 |𝐦𝐨𝐭𝐳𝐮| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora