Pluviófilo; Un amante de la lluvia, alguien que encuentra alegría y tranquilidad en la lluvia.
Chionófilo; Un amante de la nieve, alguien que encuentra alegría y tranquilidad en la nieve.
Lluvia era algo que se frecuentaba normalmente en Ghotam especialmente en la noche. La lluvia era lo único que hacía que el mal olor de las calles fueran un poco más aceptables, sin importarle las gotas de agua que caían sobre su rostro o que hacían que su ropa se adhiriera incómodamente a su piel.
Miro el casco metálico de color rojo que portaba en su mano aún no entendía el de porque volvió aquí en primer lugar, ya no había nada aquí que lo hiciera feliz verdaderamente solamente había una persona que podía sacar ese sentimiento en el y estaba lejos ocupada con sus estudios.
Dio un suspiro mientras cerraba sus ojos dejándose llevar por la paz que sentía en estos momentos debido al clima actúal de la ciudad donde nació, miro simplemente el hecho de que está ciudad aún necesita un vigilante pero no sería el.
El ya tenía una vida feliz con alguien, alguien que ya amaba y estaba feliz con ella traía paz en su mente cuando la tormenta lo acechaba, pero lo mejor era por ahora disfrutar el clima actúal que estaba presente sin pensar en los problemas que podía tener.
Pero esa paz no le iba a durar mucho, cuando por el casco sonó una alerta policial sobre unos asaltantes en la joyería de la ciudad.
"Esto nunca acaba"
Habló para así mismo el propio Jason Todd o mejor conocido como Red Hood que preparó su cuerpo para un ligero estiramiento y saltando de la terraza, para utilizar su típica pistola gancho e ir a detener las fechorías de los criminales.
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Nieve era algo raro de ver por la zona de donde vivía pero que hoy este nevando era algo hermoso para ella, algo que le encantaba era cuando se iniciaba su estación favorita del año El invierno.
Respiró tranquilamente la sensación de ver los Copos de nieve caer en su ventana y derretirse era algo que ella realmente le agradaba, a diferencia de su amado que le gustaba el sonido fuerte de agua caer en la calle. Ella disfrutaba el silencio de la nieve caer lentamente y acumularse poco a poco.
Sus clases de la universidad se habían suspendido por la nieve, algo que secretamente le gustaba y ese secreto ella se lo llevaría a la tumba y nadie más lo sabría.
Se rió entre dientes mientras se estiraba un poco para estar más cómoda sentada a lado de la ventana, tenía ganas de salir afuera y disfrutar de la nieve pero por ahora quería recibir y atender a su pareja cuando llegue, sabía que esté último llegaría cansado y lo primero que haría era acostarse y utilizar sus muslos como almohada para dormir.
Algo que también hacía que tuviera una vriva positiva era ver a la persona que amaba dormir sus ronquidos eran algo tierna para ella, verlo en ese estado pacífico y sin estar alerta todos los días era algo que valía totalmente ver de vez en cuando.
Aunque ella no era la única que tenía ese gusto de ver su clima favorito por la ventana, su pareja disfruta la lluvia el le contó que con la lluvia encontraba una paz mentalmente, entonces ella también podía. Su primer intento fue con la lluvia si bien era agradable al principio con el pasar del tiempo, el sonido fuerte al caer era algo que le disgustaba así que lo dejo que la lluvia sea exclusivo de su amado, intento con los demás pero dieron nulos resultados.
Hasta que un día lo intento con la nieve, silenciosa, pacífica y fria, ese tono blanco que no entendía pero su pareja decía que su tono pálido era muy parecido a la nieve pero ella simplemente no lo miraba igual.
El sonido de la puerta de madera abriéndose la hizo voltear para ver de quién se trataba, un hombre alto y de cabello negro era el actual presente que estaba con Rachel.
"Volviste temprano"
Habló en un tono tranquilo pero sonriente de la llegada del actual hombre en su departamento, este último dejo su chaqueta de cuero tendida en el perchero que tenían mientras esté caminaba hacia ella con intención de acostarse con ella.
Rachel sonrió dejando que el hombre se siente para después colocarse encima de él también, para que cada uno disfrute el calor corporal del otro. Ambos chicos disfrutaban la vista de la nieve, aunque a este no le gustaba tanto la nieve, era agradable o más bien el capricho de verla tan sonriente y tan feliz era algo que le gustaba ver.
Rachel sintió que su mano izquierda estaba siendo agarrada, miro atentamente las acciones de su amado mientras esté último tocaba en el dedo donde tenía un anillo hermoso.
"¿Que ocurre?"
Pregunto con genuina curiosidad comúnmente su amado lo hacía con frecuencia pero ella nunca se lo había preguntado directamente hasta ahora que quiso saber.
"No nada, solo es que... A veces pienso que estoy en un sueño y esto no es la realidad"
Rachel entendió a lo que se refirió así que se volteó para mirarlo y hablarle aunque no era muy buena hablando sobre lo positivo, haría el esfuerzo si podía ayudar a su amado.
"Esto es real Jason y lo será"
Señaló su mano que tenía el anillo de compromiso que con orgullo lo portaba a todas partes, después de todo porque no iba a estarlo. Si estaba con una persona que amaba y la conocía.
"Lo sé Rachel y me alegra que de tantas posibles realidades, está sea la que más me guste por estar junto a ti"
Habló en un tono cariñoso Jason mientras una sonrisita se formaba al ver que había conseguido sonrojar a Rachel que era algo reservada en expresarse.
Ambas almas jóvenes se sintieron por más de 30 minutos por el simple hecho de que a ambos les gustaba estar en compañía del otro y próximamente estarían más unidos que nunca cuando llegue ese día que ambos con ansias esperaban.
