una argentina en España se muda a un departamento donde tiene un vecino un poco... ruidoso por la tarde y noche.
Luego de conocerse, comienzan a caerse mal entre ellos pero aún así, se van conociendo de apoco hasta darse cuenta que tienen muchas co...
Estaba a nada de agarrar un vaso de vidrio, romperle la puerta al vecino y tirarle el vaso por la cabeza.
No podía dormir, el vecino don tarado está gritando y riéndose hace ya 1 o 2 horas.
Se escucha todo desde mi casa y eso me está matando, ahora mismo lo estoy odiando.
Me levanté, me puse mis pantuflas, una campera y rápido salí de la pieza para después salir del departamento.
Me iba a quejar? Obviamente, de paso le hacía un favor a los demás vecinos que seguro estaban como yo.
Toque varias veces la puerta hasta que la abrió.
Estaba un poco despeinado y tenía en su cuello unos auriculares
—podes por favor bajar el puto volumen?— le pregunté tratando de ser amable pero igual se notaba mi tono enojado
—por qué? ,Hablo muy fuerte?— me dijo mientras sonreía
—SI— le dije mientras le asentía con el seño fruncido —por favor, necesito dormir, no vivis en una casa sin vecinos—
—venga... voy a ser bueno si? Te voy a dejar dormir— dijo mientras se reía — hasta mañana enanita—
Me cerró la puerta en la cara y yo solamente suspiré. Volví a mi departamento y cuando ya estaba dentro, cerré la puerta detrás mío para después ir de nuevo a mi cama improvisada por que era un colchón tirado en el suelo.
Después de un rato de esperar a ver si el vecino seguía haciendo ruido.
Gracias a Dios dejó de joder entonces ahí me dormí tranquila.
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23 de Diciembre de 2019
18:32 p.m
Entré a mi casa después de comprar algunas cosas.
Eran regalos? Uno para mi vecino quien compartía balcón.
En estas semanas me empezó a caer bien, ya casi a la noche no hacía ruido ni cuando los dos nos encontrábamos en el balcón, fumaba tanto y si lo hacía, era lejos de mi.
No lo conocía mucho pero mañana me iba a enfocar en hablarle al menos un poco.
Mañana el edificio había alquilado un salón no tan lejos de acá para que todos los vecinos que quieran, vayamos y festejemos juntos.
Por lo que la recepcionista me contó, íbamos a ir más de la mitad del edificio con lo que contaba mi vecino.
En estos 11 días estuve organizando y comprando más muebles y cosas para decorar el departamento.
No eran muchas pero por lo menos era lo que me alcanzaba.
Empecé a trabajar en una cafetería donde me pagaban bien y podía pagar el alquiler.
Todo iba bien pero extrañaba mucho a mi familia y más ahora que se vienen las fiestas.
Me puse a barrer y limpiar todo el lugar como hacía siempre que volvía de trabajar o de salir por varias horas.
Fui a echarle agua a las plantas que había en el balcón y ahí estaba...
Solamente tenía su traje puesto y nada más mientras fumaba y veía a otro lado.
—hola— le dije suavemente y él saltó en el lugar, asustado.
—joder... no te había escuchado— dijo y rió
—perdón, no te quería asustar— le dije y me reí —casi nunca llegas tan temprano del trabajo, siempre escucho la puerta tres horas más tarde—
—tanto me vigilas?— me dijo y rió para después ver a otro lado y seguir fumando —hoy me dejaron salir más temprano, por las fiestas no trabajo ni mañana, ni al otro día—
—yo igual— le dije mientras me acercaba y me paraba a su lado
Un silencio tranquilo se formó, no era para nada incómodo y solamente veíamos cada uno a otro lado.
—y... ya te adaptaste a la ciudad?— me preguntó mientras se giraba a verme como hice yo
—si, de a poco me voy acostumbrando pero igual extraño mucho a mi familia— le conté mientras miraba como anochecía
—es normal y mucho más en estos días— me dijo mientras apagaba el cigarrillo
—a vos también te pasa?— le pregunté mientras lo veía
—casi nunca, vivo aquí hace años, los primeros años si extrañaba mi familia pero ya no— me contó mientras volvió a ver a otro lado
Por un par de minutos volvimos a quedar en silencio total.
De la nada él ve la hora en su reloj y suspiró para después mirarme.
—ya me voy enana, ve y cuídate del frío— me dijo mientras me sonreía
—chau y no grites mucho esta noche— los dos reímos mientras nos veíamos
Yo me di la vuelta y iba a entrar a mi departamento pero su voz me hizo parar y volver a verlo.
—mañana... iras a la fiesta que organizó el edificio?— me preguntó mientras me miraba
—si... y vos?— le pregunté
—también, todos los años voy— me contó mientras sonreía y me saludaba con la mano para después entrar a su departamento.
Yo hice lo mismo que él y entré. Cerré la puerta y sonreí por como fue hoy conmigo.
Seguí acomodando varias cosas hasta que terminé, cociné algo y después de comer, me bañé.
Ordené mi cama y me acosté a ver un poco de twitch.
Cuando me descuidé, ya eran las 2 de la mañana así que me acomodé en la cama, me tapé y me dormí cómodamente en silencio ya que el vecino no hizo ruido ni se escucharon gritos de su parte.
