-Hola, me llamo Minho. Lee Minho
-Yo soy Jisung. Han Jisung
-Padeces un hamster, ¿sabías?
-¿Un qué?
Lee Minho solo es un pequeño de 4 años muy curioso y amante a los hamsters, casualmente su nuevo compañero de clase se parece a uno.
↱ También lo sub...
Antes de que empiecen quiero decirles que este capítulo tiene un poco de babytalk ya que son niños y quería darle un "poco de realidad". Pero nada es solo eso, perdón y espero les guste.
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Lee Minho era un pequeño de 4 años muy curioso ante el mundo. Cuando veía algo que no entendía siempre tenía la necesidad de preguntar por aquello, y aunque no siempre comprendía las respuestas a sus preguntas, intentaba que en su pequeña cabecita cobrara sentido.
Desde que entró al colegio, fue un chico muy extrovertido que le gustaba hacer amigos y los hacía con mucha facilidad. Estaba todo el día con ellos, en sus clases siempre se sentaban juntos.
Lo que más le gustaba hacer era pintar y leer, en especial 'El Principito'; su libro favorito. Y aunque habían cosas que no entendía, le gustaba leerlo una y otra vez o que su madre lo leyera para él; le relajaba tanto la voz de ella que sentía que flotaba cada que escuchaba el libro ser recitado por aquella cálida y dulce voz.
Siempre fue un chico muy amoroso que le encantaba dar besos y abrazos a sus padres. También adoraba darles detallitos hechos a mano a sus amigos. La manera en la que su pechito se sentía al ver la gran sonrisa de sus amigos cuando les daba algo, era una sensación que el adoraba.
Sin embargo, una de sus cosas favoritas en el mundo, eran sin duda los hámsters. Tenía 3 como mascotas; Soonie, Dongie y Dori. Sus padres se los habían regalado cuando un día, jugando en el recreo con sus amigos, cayó mal y por poco se rompe la muñeca. Tuvo que usar un yeso durante dos meses, y sus padres, para intentar animarlo un poco, le regalaron aquellos 3 pequeños animalitos.
Los quería con su vida, para él lo eran todo. Le causaba mucha ternura como aquellos tres roedores cabían en su manito perfectamente.
Amaba la manera en la que se ponían de dos patitas traseras y juntaban las delanteras, o como caminaban, o como cuando él veía la tele los ponía a los 3 pequeños animalitos a hacerle compañía.
Pero para él, lo que más le llamaba la atención de los hámsters, eran sus rechonchos mofletes que podían ser llenados por mucha comida haciéndolos ver como una bolita de pelo.
A Minho le gustaba ver a Soonie, Dongie y Dori comer porque era el momento cuando sus mofletes se hinchaban gracias a la comida.
—¡Mami, papi! ¡Miden, están comiendo! ¡Están llenando sus mofletitos! —decía con gran emoción a sus padres mientras señalaba la jaula con los 3 animalitos dentro
—Sí cielo, son muy lindos —sonrió su madre cargándolo en brazos —. Pero ya se está haciendo tarde y mañana tienes cole —tocó la nariz del pequeño como si fuera un botoncito
