Amor Parisino (BORRADOR)

Capitulo 1

Valeria Miller

Cumpliré mi sueño

    Ese fue el primer pensamiento que tuve al despertar. Hoy por fin después de tanto tiempo iré a la Universidad de Modas más famosa de París a cumplir mi sueño de convertirme en modelo. Me levanté 35 minutos antes de que sonara mi alarma; son las 6:55 de la mañana. Aquí en Barcelona no es muy normal levantarse tan temprano, pero mi vuelo sale a las 10:30 y quiero tenerlo todo preparado para mí aventura.
   
     Bienvenidos a la vida de Valeria Miller, una chica que con tan solo 19 años emprenderá un viaje sola hacia un destino completamente nuevo para ella, llamado París.

  — Hija, ¿que haces despierta a estas horas de la mañana?— Me preguntó mi madre saliendo de su cuarto. Ella todavía estaba dormida, como yo digo, tenía un ojo abierto y el otro cerrado.

  — Quiero asegurarme de tenerlo todo listo para mí viaje — le respondí.

  — Bueno, está bien, en un rato baja a desayunar.

   Comencé  a revisarlo todo por un buen rato, hasta que estuve completamente segura de que estaban todas las cosas en su lugar. Me vestí con unos jeans ajustados, un jersey negro y mis simples tenis blancos. Bajé a desayunar y mi madre me recibió con un rico desayuno; dos tostadas, un jugo de manzana natural, una tortilla rellena de queso y tres pedacitos de jamón.

  — ¿Ya lo tienes todo preparado Vale?— Me preguntó mi hermana mayor Paula mientras bajaba por las escaleras.

  — Todo listo capitana — le hice una seña de soldado y comenzó a reírse antes de darme un fuerte abrazo.

— Te voy a extrañar mucho — ya sentía como poco a poco me estaba ahogando por su abrazo.

— Y yo a ti pesada, anda, suéltame ya que sabes que no soporto tus muestras asquerosamente cursis de cariño — le reproché pero no me soltó, en cambio me abrazo con el triple de fuerza. — Tía joder, suéltame ya, que hasta pareces una pulga.

— Ya, ya te solté, pero es que es muy triste ver cómo mi hermanita menor se hace madura — fingió hacer un puchero que no le salió nada bonito.

— Me llevas un año, así que ya deja el drama — la empuje por la frente de modo que ella protesto.

  Me senté en la mesa junto a mamá para esperar a que mi padre apareciera, a esta hora el se sentaba en el retrete del baño  a ver videos o a revisar los pomos de champú, nunca entendí esa faceta de el pero con el paso del tiempo me acostumbré.

   La descripción de mi family como le dice Pau no es tan grande como tal.

  Nosotros no éramos una familia rica ni nada parecido, teníamos el dinero necesario para sobrevivir y éramos bastante modestos. 

   Mi papá se llama Dario Miller , es un señor de 56 años que todavía se mantiene en forma, tiene el pelo negro con unas cuantas canas, unos bellos ojos azules y es un poco más alto que yo, más o menos mide 1.68, y es en extremo sentimental, puedo hasta decir que más que mi madre, y eso es mucho decir . Trabaja como secretario en una empresa bastante famosa y respetada en el centro de la ciudad.

  Mi mamá tiene como nombre Vivian, es una mujer hecha y derecha, tiene 48 años con un cuerpo de 30 y es unos centímetros más baja que yo. Su pelo es rubio dorado con leves ondas y mucho brillo ,al igual que sus ojos color miel que tanto me gustan. Actualmente está de vacaciones pero trabaja como jefa de un restaurante que se ubica a unas cuadras de mi casa.

   La próxima en ser descrita es mi hermana mayor Paula, ella es una veinteañera feliz de la vida, tiene la misma estatura que yo. Su físico es muy llamativo, ojos claros cómo los de mi padre, un perfil perfecto y no tenía una sola masa en su barriga. Va a una universidad cerca de aquí para poder estar con mis padres.

  Y la última soy yo, una simple chica de 19 años, de ojos cafe claro y un pelo castaño lacio, una lectora que está empezando gracias a su mejor amiga Amaia ya que esta si es lectora oficial, amante del baloncesto y de los shows como MasterChef .

  Una voz familiar me saco de mis pensamientos, proveniente de mi papá.

— Mi niña favorita en este mundo — Y ahí vamos otra vez, mi padre vino directo hacia mi para abrazarme .

— Oye, que yo también soy tu hija — Le reprochó mi hermana bastante celosa. Y para joderla un poco más le saque la lengua.

— En este caso...¡Abrazo familiar!—

—No sean ta..— Pero antes de que pudiera negarme me envolvieron en un grande abrazo todos los participantes de mi familia.