Unico

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Atsumu estaba apuntó de perder los estribos

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Atsumu estaba apuntó de perder los estribos. No podía dejar de mover su rodilla derecha no paraba de temblar, a pesar de que se sostenía con fuerza aquella inquietud no se iba.

—¿Y a ti que bicho te pico?

Diablos, Osamu le había sacado de sus pensamientos de un susto. Golpeando la parte posterior de su cabeza para traerle a la realidad.

—Samu, qué te importa, solo hay algo que me inquieta.

Osamu cerro sus ojos, respirando con pesadez, ¿acaso su gemelo no sabe que horas eran?

—Haber imbecil, primero, estas en mi restaurante a las doce de la noche, segundo parece como si fueras a cometer un asesinato, y no dejas de mover tus piernas, y tercero vas a romperme la silla— Aclaro Osamu, Atsumu solo hizo puchero —¿Me dirás que te pasa?.

—Necesito liberar estrés.

—Oh, así que impotencia sexual.

—No lo digas como si a ti no te pasara.

—¿No rompiste tu silebato?

—Quería estar limpio para Sho-kun.

Osamu comprendió —en cierta parte— la razón del "estrés" de su gemelo. Hace unos días en la cuenta del pelinaranja había hecho pública su relación con el colocador de los Adlers, y nemesis de su idiota gemelo.

—Asi qué te ganaron al pequeño, por que no solo buscas a alguien más, hay más peces en el mar.

—Hablo el que aun no supera a su ex.

—qué tiene que ver el en esto.

—Nada, solo le quería mencionar.

—qué te jodán.

—Ojalá.

Otro golpe le llego en la nuca por parte de Osamu. Atsumu solo se defendió pateando la pierna de su gemelo. Osamu tan solo se quejo, ya no pelearía con su gemelo y menos en su restaurante.

—Por que no tratas de ver a otras personas, es lo único que te queda.

Un '' Mhmm'' fue lo único que salió de los labios de su gemelo. Osamu no siguió con aquella conversación tan solo siguió ordenando algunas sillas.

Atsumu recostó su cabeza en el reposadera del local, ya se sentía bastante impotente al dejar ir tan rápido a su cruch, pero ¿que debía hacer? ¿Arruinar la relación que lleva con Tobio? Atsumu podía ser la muchas cosas pero jamás un rompe hogares. 

Su rostro seguía sumido en la miseria pero lo levanto al oír como alguien entraba al restaurante, ¿acaso no sabía que estaba cerrado?

—oh, Kiyoomi.

Un chico con una camisa gris un pantalón negro con un cinturón qué le ajustaba a su cadera, zapatos de punta redonda de un tono café más oscuro. Parecía que estaba peinado aunque los rulos estaban en su lugar, a excepción de uno el cual le caía sobre su frente. ¡¿Quien era ese algel?!

El empleado de mi hermano | Sakuatsu | One-Shot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora