MÁS ALLÁ DE LAS LETRAS

Más allá de las letras

Por

Kuraudea

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Capítulo 2

La Estrella Roja & TB-Ouji

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«Yo estaría dispuesto a cambiar tus miedos por felicidad, tus debilidades por fortalezas y tu tristeza por sonrisas»

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Había sido tan difícil diseñar un nick que solamente se le ocurrió lo que siempre le había acompañado toda su vida: el símbolo de «La Estrella Roja»;—Sí, eso pondré.—el objetivo de todo esto era crear un bonito perfil & charlar con un usuario con el que obtuviera el beneficio del DINERO o cualquier retribución por medio de transferencias y/o depósitos bancarios; se trataba en sí de lucrar con los sentimientos de las personas. Claro, siempre & cuando resultaran buenos prospectos. Así que la intuición femenina no debía de fallarle, pues de ella & con algunos consejos de Su Excelencia, dependería de estudiar perfectamente a la víctima o bien, descubrir qué había más allá de las letras.

Por comodidad, y tras haber arreglado el dispositivo móvil, se le hizo más fácil descargar la aplicación de "Bubbles". Pues así podría disponer de ella en cualquier lugar & forma.

»Hola...—le saludaron de repente. Pues por consejo de Pilaf, lo mejor era esperar a que alguien diera el primer paso para no hacerlos sentir acosados.

—¡Su Excelencia, alguien me saludó!—le dijo a su jefe con cierto entusiasmo, mientras éste desde la computadora platicaba con otra de sus víctimas. Luego pronunció en voz baja su seudónimo—"TB-Ouji" ...Me preguntó que significará.

—¡Anda, anda!, ¡Contesta, Mai! —sugirió de inmediato el de baja estatura—No te pongas nerviosa, trata de actuar lo más natural posible, ¿entendiste?

—S-Sí—asintió.

Fue así, que de inmediato le contestó con un—Hola.

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—Buenas noches, ¿interrumpo? Es que ya es muy tarde & no quisiera molestar.

—No, para nada. Despreocúpate. Seguramente tampoco puedes dormir, ¿te apetece charlar un rato en lo que conciliamos el sueño?

—Me parece una buena idea. ¿dime a qué te dedicas, Estrella Roja?

Mai había quedado boquiabierta, qué se suponía que le contestaría. De repente se le ocurrió—Me dedico a ...

—¿Ajá...?

—Bueno, hace años estuve en una escuela militarizada en el área de seguridad—y al voltear con Su Excelencia y ver que se había quedado dormido frente al monitor con una burbuja en su nariz que crecía & desaparecía a conforme su respirar, contestó con cierta ironía—Digamos que continúo en lo mismo.

—Vaya, seguramente es un trabajo muy duro. Pero para ser mujer suena bastante interesante.

—Sí, lo es. A veces siento que no puedo más, pero te acostumbras.