capítulo 5

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Gael moretti

.... sucede esto.

Dice antes de darme en mis partes, joder, duele marldita sea, me separo de ella inmediatamente al encogerme del dolor.

Aprovecha mi situación para poder huir, pero no le será posible.

Gael. ¿A donde crees que vas pequeña?

Logro preguntar después de recuperarme por tan bonita aceptación.

.... Lejos de ti

Dice a la vez que forcejea con la cerradura, intentando abrir la puerta, cosa que no logrará.

Gael. No te será posible, pequeña, por que eres mía.

Le digo a la vez que le sonrió de manera ladeada, con las manos en mis vorcillos.

.... no soy tuya, ni de nadie, me quiero ir y ¿Qué hiciste con mi amiga?

Dice a la vez que deja de forcejear y girarse a mi dirección.

Gael. Si, eres mía desde anoche y tu amiga,  no se si se le podría decir así, a una persona a la que le brindas tu confianza, y te traiciona de la peor manera, vendiendote a el mejor postor.

.... ¿Qué dices?. Laura nunca me haría algo así, no la conoces, así que no busques pretextos para retenerme aquí.

Gael. Que ingenua eres pequeña.

Digo soltando un suspiro y dándome la vuelta para dirigirme al comedor, la comida debe estar lista, a pesar de que mi hermano se encuentra en otro país, se encarga de contratar un personal trimestral, cuestiones de seguridad según el.

Y como lo predije, esta todo listo, me siento en el cabezal del comedor y me dispongo a comer, olvidándome por un momento de mi pequeño problema.

... ¿Qué diablo sucede contigo? Te estoy hablando.

Dice ya que sigo comiendo, sin prestarle la más mínima atención.

Gael. Come....

.... No, solo me quiero ir a casa.

Doy un suspiro, tomo la cervilleta y me limpio las comisuras de los labios, antes de hablarle.

Gael. Pequeña estoy siendo muy paciente contigo, así que si no quieres que te amarre a la silla y te dé de comer a las fuerzas, por que créeme no te gustará, te sugiero, que te sientes en silencio y comas.

La miro intensamente, lo cual la pone nerviosa y se sienta a disponerse a comer, me mira de vez en cuando, con intencion de decirme algo, más no lo lleva a cabo, bajando la cabeza y continuando con su labor de terminar de comer.

Gael. Habla

Suelto la servilleta y me reclina en la silla, para prestarle atención.

.... ¿Qué hago aquí?

Gael. Te lo dije, eres mía.

.... sabes no soy un objeto, el cual puede tener como propiedad, soy una persona por si no te has dado cuenta que toma su propias decisiones y no le perteneces a nadie.

Gael. Eso no cambia, que sigas siendo mía pequeña.

..... entiendes lo que te digo, no soy de nadie, mucho menos tuya, ni siquiera te conozco.

Me habla como si tuviera alguna discapacidad, poniendo las manos en la mesa al mirarme fijamente.

Me encanta sus facciones enojada, me excitan.

Gael.  Perfectamente, y mi nombre es Gael moretti, nacido en Italia, y jefe de la Cosa nostra.

..... ¿Q..que has dicho?

Se pone blanca como un papel, al darle información de mi, no pensé que se lo tomara así.

Gael. Lo que has escuchado pequeña. Termina y dirigite a la habitación, tengo asuntos que resolver, no me des problema.

Me levanto de mi asiento y me dirijo a la oficina, que tengo aquí en casa por firmar algunos documentos respecto a las entregas de armas y la nueva mercancía, la cual debo or a chequear justo cuando llegue a unos de mis puertos.

No me preocupo por la pequeña, ya que mi casa tiene un sistema de seguridad de última generación, donde para acceder y salir tiene que ser mi huella o ocular.

Atada a tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora