Capítulo 8: Las marcas

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El Sol entraba por la gran puerta de cristal del balcón dándole a la cara a Koog-baa haciendolo gruñir con molestia, con un poco de pesar se movio intentando dormir un poco más y al estar más consciente se levantó abruptamente tratando de recordar que había pasado y por qué había dormido durante tanto tiempo pero entonces sintió algo moverse a su lado y cuando vio que era el pequeño cuerpo de su compañera todos los recuerdos de la noche anterior llegaron instantáneamente haciendo su tallo palpitar y soltar un gruñido de placer involuntario, la acurrucó más en sus brazos y acarició con devoción suavemente cada parte de su piel en donde habia dejado marca de sus garras deteniéndose en su hombro notando la mordida que ya había sanado dando lugar a una cicatriz, una marca, su marca, las cicatrices hechas por sus presas siempre fueron orgullo para ellos pues demostraba cuán fuertes eran al cazar...pero está cicatriz era diferente, la marcaba como suya, como su compañera, su protector, Liliana se movio buscando su calor y al hacerlo rozó su trasero contra el haciendolo "despertar" a un más y sin pensarlo dos veces se levantó en silencio y cerró bien asegurándose de dejar a oscuras la habitación aspirando una última vez el aroma de su hembra despertando en el la bestia que gritaba por aparearse de nuevo con ella, Liliana se despertó por el ruido y al intentar moverse sintió el cuerpo adolorido pero al buscar a Koog-baa se dio cuenta de la oscuridad en el cuarto y al llamarlo solo recibió unos sonidos de cigarra que la hicieron estremecer de pies a cabeza, escuchó como su mascara era puesta pero no pudo ver donde estaba y eso de alguna manera le gustaba

—¿Que...que está pasando Koog-baa?— preguntó nerviosa intentando mirarlo en la oscuridad

—Tu aroma— murmuró con voz ronca aspirando el aire —Es aún más dulce que ayer, ¿Por qué?

—¿No se a que aroma te refieres Koog-baa?— dijo confundida olfateando el aire sin encontrar nada

—Este aroma fue el que me hizo encontrarte por primera vez— jadeo con voz ronca acercandose —Fue tu aroma el que me guió a ti...justo como ahora— murmuró poniendose encima de ella

—Nunca me habías dicho eso— hablo confundida y nerviosa tratando de encontrar su rostro

—Te lo contaré todo después— prometió con jadeando a un más fuerte tomando su mano —Pero ahora te necesito— confesó empezando a simular estocadas contra ella —Necesito a mi compañera— repitió con desesperación

—Entonces tómame cazador— gimió fuerte acariciando su mascara —Toma a tu presa— hablo seductoramente abrazandolo con sus piernas

Escena +18
Volvió a gruñir de placer sonando aún más fuerte gracias a su mascara posicionándose mejor entre sus piernas sacandose la máscara dejandola en la mesa de noche para meter la lengua en su entre sus piernas haciendola jadear, sus grandes manos recorrieron sus piernas apretando su piel como si quisiera acercarla más a el haciendo que su lengua entrará en su intimidad moviéndola en todas las direcciones posibles mientras entraba y salía hasta llegar al primer orgasmo recibiendolo gustosamente se aseguró de lamer cada gota de su cuerpo y piel para después acercarla a su tallo sentándola en sus piernas sin penetrarla...aún rozándola con fuerza, ella repartió besos y caricias en su pecho y brazos mientras se movía frotándose contra su tallo haciendolo gruñir de placer y el acariciaba su trasero y subía sus manos a su espalda evitando usar sus garras para después tomar su cintura para levantarla e introducirse en ella hasta que estuvo su tallo estuvo completamente dentro de ella haciendola soltar un gemido de dolor y placer volviendo sus respiraciónes fuertes e irregulares, se empezó a mover lento hasta que estuvo seguro que podía aguantar su fuerza para aumentar la velocidad al mismo tiempo que la penetraba haciendo crujir la cama mientras la abrazaba y lamia su piel soltando gemidos fuertes haciendo que sus piernas lo abrazaran lo más que ella podía sintiendo como arañaba su espalda con cada estocada, la oscuridad en el cuarto solo era opacada por los gemidos y gruñidos de placer que sonaban en todo en el, Koog-baa hubiera hecho esto toda la mañana pero escucho el estómago de Liliana sonar y aunque aún seguía deseoso de su cuerpo no podía permitirse dejar pasar hambre a su compañera así que con una última estocada libero su semilla dentro de ella para después dejar el cuerpo de liliana a su lado
Fin de +18

MI HUÉSPED ES UN YAUTJA   (Depredador y Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora