C1. "Último Round"

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Ya había pasado una semana desde que los Bakugo llegaron a la hacienda. Las quejas constantes del principito retumbaron en sus oídos cada día, que si no había internet, que la ciudad quedaba lejos, que el pueblo era feo, que la casa apestaba a animal, que por qué él y su padre comían en la mesa principal, todo eran quejas y quejas y Eijiro estaba seguro que acaba de desarrollar un tic en su ojo.

Por lo menos era seguro que la cercanía entre el rubio y el campo era nula así que solo debía soportar sus gritos por pocas horas al día.

O eso creyó.

Mientras Kirishima cepillaba el cuerpo de su yegua Midoriya apagó la música de los establos para decirle que los patrones lo buscaban.

El primer día en la hacienda

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El primer día en la hacienda.

Luego del coraje que tuvo que tragarse por el estúpido campesino, bajó furioso a cenar reclamando el mal comportamiento del tal Kirishima.

- Es un mugroso naco y grosero ¿ya dije que arrojó mis maletas like a fucking sack of potatoes?

- Cariño, ¿podemos cenar tranquilos?

- No

- Mira Katsuki no quiero decir que es tu culpa, pero es que a veces eres...

- ¿Ahora es mi culpa?

Madre e hijo discutieron a gritos y Masaru solo veía su comida en silencio.

- Mira, ya le llamaré la atención, ¿sí? - dijo por fin el hombre.

- Mejor despídelo- gritó. Katsuki sabía que, de pedírselo, lo haría, pero como siempre, la vieja bruja decidía ponerse en su contra.

- Tu padre no va a despedir a ese chico solo por una maleta y tu mal comportamiento.

- ¡¿Por qué no?!

- Porque tú no tiene ni la más mínima idea de lo que se esfuerzan las personas aquí.

- Solo arrean animales y se la pasean por el campo ¿Qué tan difícil es eso?

- Aah- su madre sonrió maliciosa y ahí fue cuando tanto como Katsuki como Masaru supieron que nada bueno venía de eso- ¿crees que es fácil? ¿Entonces porque no lo haces tu?

- Ni muerto.

- Entonces discúlpate con el chico.

- Never- Bakugo se puso de pie listo para irse, no iba a escuchar es esa vieja.

- Si para el final de la semana no te disculpas estarás castigado.

Ya a nada de desaparecer tras las escaleras, Katsuki volteó a ver a su madre lleno de íra. Y a su padre con un poco de reproche por no ponerse de su lado esa vez.

- ¡¿Qué peor castigo hay que vivir aquí?!

- ¡¿Qué peor castigo hay que vivir aquí?!

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Explosión de Amor (KiriBaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora