Capítulo 1: Primer emparejamiento

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Conner entro a la pizzería sin saber hacia dónde mirar, hasta que una mesera se le acercó.

- ¿Es el señor Wolf? -Le pregunto, y él asintió. -Por aquí. –

Ella lo guío hacia las cabinas de atrás y señalo la última. Conner le agradeció y se acercó, nervioso.

-Uh... ¿Flash? -Cuestiono, sin creérselo, al ver al tío de su velocista en el lugar.

- ¡Chico! -El mentor le sonrió. -Vaya, ni siquiera lo imaginaba. –

-Somos dos. -Él comento, tomando asiento en el otro lado de la cabina. -Perdona, pero... ¿no estás casado... con la tía de Wally? –

-Sí. -Barry afirmo. -Iris es asexual y yo la amo tal como es, esto no cambia nada... El trabajo de héroe es muy estresante y a ella no le molesta que haga esto, lo entiende. –

Conner asintió, comprendiendo. Tomo el menú en sus manos y se fijo en que pedir, tratando de que no se notará mucho su decepción. No es que creyera que Flash no pudiera hacerle pasar una buena noche, pero ¿dormir con un hombre casado? No estaba seguro.

-La pizza de anchoas suena bien. -El mayor comentó.

-No te la recomiendo. -Conner sonrió, divertido. -Ya eh venido aquí antes, esa es la peor. –

-Oh. -Flash parpadeo, decepcionado. - ¿Y cuál es la mejor? –

La pregunta hizo reír al menor, puesto que le recordó totalmente a Wally. Con emoción contesto, pidieron su comida y se enfrascaron en una charla divertida. Una hora después, los dos salieron de la pizzería y usaron el tubo zeta para llegar a Ciudad Central, donde Flash lo guío a un departamento en las afueras del pueblo.

-Adelante. -El mayor indicó, abriendo la puerta.

Conner entro, comenzando a sentirse nervioso, pero no queriendo ser descortés.

- ¿Quieres tomar algo? -Barry le ofreció.

-No, gracias. -Él respondió, mirando sus zapatos.

Entonces, una mano se posó en su cintura, y la otra en su mejilla para levantar su cara delicadamente. Los ojos de Flash no mostraron más que ternura.

-No tenemos que hacer nada si no quieres. -Le indicó suavemente. -Pero si aún estás dispuesto, solo tienes que dejarte llevar. Me ocupare de todo, lo prometo. –

Conner asintió ante esto y se inclino para abrazar al mayor. Barry casi lo arrullo, frotando su espalda y dejando pequeños besos en su cuello.

-Quiero continuar. -El menor susurro. -Por favor, hazme olvidar todo. –

-Como desees. -Flash suspiro.

Lo siguiente que Conner supo, es que estaba sobre una cama con Barry besándolo como si no hubiera un mañana. Gimió contento y se dejo llevar, tratando de responder a la super velocidad de Flash. El mayor levanto su remera y comenzó a tocar todo lo que sus manos pudieran alcanzar, acarició sus costados con suavidad y presiono su estómago hacia abajo cuando intento levantarlo para alcanzarlo.

-Mira que bonito. -Arrullo con una mirada de depredador. -Un chico tan bonito solo para mí. –

Conner gimió y se retorció por el elogió, mientras el mayor se agachaba para besar y apretar sus pechos. Su pantalón se retiro en algún momento y ni siquiera intento cerrar las piernas, dejando que Flash acariciara su pene y lo estimulara hasta hacerlo venir solo con su mano.

-Hay un rumor en la Atalaya sobre que los kriptonianos pueden venir tantas veces como un velocista, ¿es cierto? -Barry cuestiono, dejándolo respirar.

Hazme olvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora