Que resuene en las calles, que murmuren de boca en boca. Que en el infierno y cielo se escuche.
El Boss de la Mafia Rusa tiene una debilidad con nombre y apellido: Mónica Méndes Herrera.
¿Quién diría que el diablo se enamoraría de un Ángel?. Uno a q...
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Mónica
Sentía la tela del vestido cada vez más ajustado, se podía ver como mi abdomen había crecido hasta el punto de notarse con facilidad mi avanzado embarazo.
El blanco es un color que no está entre mis favoritos, pero debo admitir que me quedaba bien, la tiara en mi cabeza combinaba perfectamente con el vestido blanco de encaje.
A pesar de lo perfecta que me veía no podía dejar de tener miedo de lo que estoy a punto de hacer, probablemente me estoy condenando a mi misma a hacer la esclava de este hombre, pero también sé que cambió mucho estos últimos meses.
Eso no me promete nada, quizás sólo está actuando, quizás cuando esto se acabe muestre una vez más quien es realmente.
Es imposible que alguien cambie tanto por amor.
—Señorita—Llamaron a la puerta—¿Ya está lista? Todos la esperan
Tengo miedo. No estoy lista para esto. Acaricié a mi cachorra para calmar mi estrés pero una vez más volvió a tocar la puerta
—¿Señorita?
—Estoy aquí
—La ceremonia ya empezó, el señor espera por usted
Quité el seguro y abrí la puerta.
—Estoy lista
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Alexey
—Nunca creí que algo así pasara, mi hermano, casándose por amor, ay que estupidez
—¿Cómo va la seguridad?—Pregunté ignorando el comentario
—Todo va perfecto, deja la paranoia, más bien ¿dónde está la novia? Todos morimos por verla
Miré al rededor a todos con una copa en la mano hablando entre sí, algunos murmullos se podían escuchar.
