Katherine y Hermione se miraron fijamente durante un segundo, con una mezcla de desafío y desagrado en sus rostros. El salón estaba en silencio mientras el profesor Snape repartía las instrucciones para la poción del día: una mezcla compleja que requería precisión y coordinación, dos cualidades en las que Katherine y Hermione dudaban de la otra.
Sin decir una palabra, Katherine tomó los ingredientes que tenía más cerca y comenzó a prepararlos a su manera, con movimientos meticulosos y rápidos, sin molestarse en consultar a Hermione.
—No, no. Esa raíz de mandrágora necesita ser cortada en rodajas finas —dijo Hermione de repente, observándola con un aire de autoridad—. Si la trituras, liberarás demasiado de su esencia y arruinarás la poción.
Katherine alzó una ceja y la miró de reojo, esforzándose por mantener la calma.
—He preparado pociones antes, Granger. No necesito un manual de instrucciones.
Hermione resopló, tomando un cuchillo y comenzando a cortar la raíz ella misma, con movimientos suaves y precisos, como si cada corte fuera una ofrenda a la perfección.
—Solo intento evitar que cometas un error —respondió Hermione sin mirarla—. No es tan complicado seguir las instrucciones, Black.
Katherine sintió cómo la frustración comenzaba a hervirle en el pecho. Desde pequeña había sido buena en pociones; no necesitaba que Hermione, con su infinita obsesión por la teoría, le diera lecciones sobre algo que ya sabía hacer bien. Sin embargo, en un extraño acto de autocontrol, respiró hondo y decidió, por primera vez, intentar colaborar.
—De acuerdo, entonces… ¿qué hacemos con la raíz después? —preguntó, controlando su tono y casi sorprendida por el esfuerzo de mostrarse amable.
Hermione alzó la vista, algo desconcertada por el tono moderado de Katherine. Tras un segundo, asintió levemente.
—Después la añadimos al caldero cuando el líquido alcance un tono violeta —explicó Hermione, devolviendo su atención a la poción.
Ambas chicas trabajaron en silencio, concentradas en sus tareas, con una tensión palpable en el aire. Hermione estaba tan absorta en la mezcla que no notó el pequeño frasco de esencia de beleño a punto de volcarse hacia el caldero. Katherine reaccionó instintivamente, extendiendo el brazo para sostener el frasco antes de que su contenido cayera y arruinara la poción.
Hermione levantó la mirada, visiblemente sorprendida.
—Gracias —murmuró, claramente incómoda.
—No fue nada —contestó Katherine, algo sorprendida de lo natural que sonaron sus palabras.
A medida que avanzaban en la preparación, ambas notaron algo extraño: sus movimientos parecían complementarse. Cuando Katherine añadía un ingrediente, Hermione ya tenía listo el siguiente. Al finalizar la poción, el caldero burbujeó suavemente y emitió un color ámbar perfecto, lo cual impresionó incluso a Snape, quien se acercó y observó el resultado con una aprobación apenas perceptible.
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Shameless ─ Hermione Granger
Fanfiction. Show me your shameless. [Hermione x oc fem] Ships secundarios. Actualizaciones lentas.