Me detengo ante el sonido de la voz de Seokjin y me apoyo contra la puerta de la habitación de Taehyung, mientras mis ojos se cierran. ¿A quién estoy engañando? Vine aquí porque sabía que aquí es donde la iba a encontrar, y no porque quisiera hablar...
Aprieto mi agarre en mi teléfono, y mi ira hierve a fuego lento justo debajo de la superficie.
―Ya sabes cómo se siente la abuela acerca de nuestras cenas semanales. ¿Qué quieres decir con que no puedes llegar? ―le pregunto a Seoklin.
―Lo siento, Namjoon. Estoy atrapado en una reunión. ―Suena a disculpa, pero no me suena a verdad.
―Estás atrapado en una reunión cada semana, Seoklin. Estoy cansado de darle excusas. ―Es obvio que mi abuela no ha estado feliz con Seoklin recientemente. Lo dejó muy claro durante nuestra cita de desayuno esta semana, y ya no puedo defender a Seoklin.
No ha mostrado ningún interés real en nuestra boda y constantemente rechaza invitaciones para pasar tiempo con la abuela. La familia es importante para mí y es lo único en lo que necesito que estemos en sintonía, pero no lo estamos.
Nada es más importante para Seoklin que su carrera y me preocupa que eso no cambie una vez que nos casemos.
―Namjoon, ya estoy sacrificando mucho al casarme contigo. ¿Estás bromeando? ¿Sabes cuántos roles he tenido que rechazar porque no podemos alinear nuestros horarios? ¿Por qué no puedes ser más comprensivo?
Aprieto los dientes y paso una mano por mi cabello.
―¿Cómo podría ser más comprensivo, Seoklin? He accedido a mantener nuestra relación en secreto durante años para que tus colegas no te acusen de nepotismo, ni te inunden con chismes sobre mí asignándote los roles que construyen tu carrera. Te he apoyado desde el rincón, en silencio, y todo lo que he pedido a cambio es el mismo nivel de apoyo. No te necesito para apoyar mi carrera, Seoklin, pero te necesito aquí con mi familia. Necesito que estés ahí para nuestras cenas semanales, y necesito que asistas a algunos de nuestros almuerzos benéficos de vez en cuando. Necesito que empieces a actuar como si fuéramos una familia.
―Namjoon―espeta―. ¿En serio estás tratando de decir que construiste mi carrera para mí? Puede que tú me hayas dado los papeles que quería, pero no habría tenido éxito si no tuviera talento, no me quites eso.
Miro hacia el techo e inhalo temblorosamente.
―No me estás escuchando ―digo, con voz suave―. Nunca dije que yo construí tu carrera, Seoklin. Dije que te di los roles que te permitieron hacerlo. Hay innumerables talentos, pero hay pocas oportunidades.
―Esto es una mierda, Namjoon. ¿Por qué no puedes ser más comprensivo? ¿Por qué mencionas que nuestra relación es un secreto cada vez, de todos modos? ¿Cómo es que no puedes entender mi necesidad de mantener mi vida privada en privado?
¿Por qué cada vez que trato de hablar con él sobre la forma en que me defrauda, la situación cambia y termino siendo el villano?
―Seoklin, no puedo hacer esto de nuevo. Simplemente no hablemos de esto, ¿de acuerdo? Tengo que irme de todos modos o llegaré tarde a la cena.
―¡Bien!
Dejo que mis ojos se cierren mientras termino la llamada sin saber cómo llegamos aquí. Las cosas iban tan bien entre nosotros cuando éramos más jóvenes. Culparía a la fama, pero eso no ha cambiado a Seokjin.
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Estoy de un humor de mierda mientras camino por mi casa hacia la casa principal, donde vive mi abuela. La cena familiar siempre ha sido lo más destacado de mi semana y a Seoklin le encantaba. ¿Cuándo cambió eso? ¿Cuándo dejó de importarle ser miembro de esta familia?
Me detengo sorprendido cuando veo a Seokjin sentado en la mesa larga, justo al lado de Tae, con Hoseok al otro lado. Están bromeando y riendo, y una profunda sensación de anhelo me golpea justo en el pecho.
Últimamente me ha estado ignorando, y sus respuestas son cortas cada vez que le envío un mensaje de texto. No estoy seguro de lo que le pasa, pero sospecho que se avergüenza de cómo se comportó cuando se emborrachó. Ojalá pudiera convencerlo de que no me importa, y que no cambia nada.
Tae le dice algo y él se echa a reír. Es difícil de explicar, pero ver a Seokjin sentado ahí me llena de un extraño tipo de celos. Esto... esto es lo que quería con Seoklin, quería que él fuera parte de esta familia, que se riera con mis hermanos.
―Namjoon, ven a tomar asiento ―dice Hoseok. Aparto la mirada de Jin y camino hacia mi asiento habitual entre Soobin y Beomgyu.
―Me muero de hambre ―dice Soobin, mirándome―. ¿Qué te tomó tanto tiempo?
―Probablemente estaba discutiendo con Seoklin otra vez ―agrega Hoseok.
―¡Chicos! ―grita la abuela.
Miro hacia ella, está sentada a la cabecera de la mesa, como siempre. Es el pegamento que nos mantiene a todos juntos y odio decepcionarla. Desde que nuestros papás murieron en un accidente de avión hace quince años, asumió el papel de ambos. Sé que no es fácil para ella, pero da lo mejor de sí y nos lo da todo. No pide mucho a cambio, pero sigo fallando.
La abuela me sonríe, pero veo la decepción en sus ojos. Sé que había estado planeando hablar sobre algunos detalles de la boda con Seoklin esta noche, y no puedo pensar en una excusa válida para su ausencia que no haya usado antes
―Llegas tarde, cariño ―me dice, y yo asiento como disculpa. Nunca empezamos a comer hasta que estamos todos aquí, así que los hice esperar.
―Vamos a cenar ―digo, indicando que Seoklin realmente no va a venir, y la abuela frunce los labios mientras asiente con la cabeza.
Mis hermanos no dudan ni por un momento, pero lo que me sorprende es que Hoseok no se está sirviendo a sí mismo primero como lo haría normalmente. No, está llenando el plato de Jin y Tae los mira alegremente. Los veo fijamente y mis ojos se mueven entre ellos mientras una sensación de hundimiento se asienta dentro de mi estómago.
Definitivamente hay algo entre ellos, y no me gusta una mierda.
―Nam ―dice la abuela y me obligo a apartar la mirada de Hoseok y Jin. Para mi sorpresa, la abuela no parece molesta. En vez de eso, parece curiosa―. ¿Supongo que Seoklin no pudo venir?
