Parte única

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Take me to the church

"Lo corrupto en su mirada es contagioso, no es sano para mi fe."

No importa cuántas veces intente mantener fija la mirada a la pantalla, ella sabe perfectamente que no estoy prestando atención. Intento mover mi mano en dirección al teclado para comprobar que aún sigue ahí, que la realidad no es lo que proyecta mi mente en estos momentos. Cierro los ojos y los froto con fuerza por debajo de mis lentes, levantándolos un poco. ¿Qué era lo que pensaba a la hora de aceptar este cliente? Me deje llevar por la paga, sin leer la famosa letra chica, dejándome perplejo al momento de recibir el equipo en conjunto de una chica extrañamente seria.

- Supongo que estás al tanto. – dijo con las manos envueltas en una caja y una mochila sobre sus hombros.

- ¿A qué te refieres? - pregunté viendo como entraba a mi casa y dejaba la caja sobre la mesa. Luego, se tomó unos segundos para revisar el lugar con la mirada y volver a mis ojos. Un escalofrío recorrió por completo mi cuerpo.

- Al momento de aceptar el trabajo, aceptas las condiciones también, dónde estaba claramente escrito que se te debía vigilar personalmente. Realmente nos sorprendió que firmaras sin reproche ni pregunta alguna, pero por lo que veo no fue por tener problema con ello. – Finalizó dejándome pensando unos segundos más, mientras que ella dejaba la mochila en el sillón - ¿Te molesta si dejo esto aquí? Tengo que hacer algunas cosas a la par de vigilarte.

- Si... No hay problema. – pensé en cómo seguir la conversación. No podría preguntar dudas sobre el trabajo porque fueron todas resueltas ya, tampoco tendría permitido hablar sobre temas triviales porque significarán distracción. - ¿Cuál es tu nombre?

- Dime 606. – Quitó unos auriculares negros de su mochila y los conecto a su computadora.- Seven.

"Seven..."

- ¿Si? – mire a sus ojos. Era castaña con ojos verde oscuro, pero bastante profundo.

- Aunque esté aquí para vigilarte planeo ayudarte, ya sea con el hogar como con el trabajo mismo. Sé que debe ser algo incómodo que un desconocido se instale en tu casa así que intentaré hacértelo lo más fácil posible, ¿sí?

- Gracias... Igualmente si necesitas algo, solo dilo.

En el camino a mi cuarto solo escuche un "gracias" de su parte.

Llevaba dando vueltas por mi cabeza este asunto hacía más de una hora, sin dejarme concentrar. Tenía las cámaras de seguridad del living activadas, viendo cada 2.35 segundos si realizaba algún movimiento. Me declaro culpable de haberme quedado mirándola unos segundos de más, pero solo miraba fijamente a la computadora o el celular.

En la última vista hacia la cámara cruzamos miradas, lo que me hizo tragar involuntariamente. Por alguna razón, esa fue la última vez que mire y el primer momento en que me puse a trabajar.

"En la locura y el barro de esa triste escena terrenal, solo entonces soy humano, solo entonces soy decente."

Tan solo habían pasado cinco horas desde el encuentro, completadas por trabajo, dos entradas al chat y una decepción de ver como MC elegía nuevamente la ruta de Jumin.

Hace exactamente un año que Mc no elige mi ruta...

Suspiré sonoramente mientras me rendía en mi silla, tirando mi cabeza hacia atrás. Me hundía en mis pensamientos; me sentía amante lejano de la felicidad, era algo con lo que conectaba en muy pocas ocasiones y, en algunas excepciones, llegaba a extrañar. Me sentía culpable de no poder hacer algo con respecto a MC, pero la ruta ya estaba elegida y las respuestas seleccionadas.

Take me to the church (seven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora