Capitulo 2

63 6 1
                                    

Ya había pasado 1 semana desde el rechazo de Alhaitham, me sentía devastado, entre más pasaban los días más me dolía.

Ya había caído la noche, estaba haciendo algunos medicamentos como ungüentos, cosas bebibles, etc. Ya estaba recogiendo para irme a dormir cuando escucho una voz detrás de la puerta.

- ¡Maestro!, hay una emergencia, llegó alguien gravemente herido. -

Era la voz de Collei, parecía algo agitada y preocupada, abrí la puerta viendo como algunos guardabosques ayudaban a subir a alguien, no lo alcanzaba a distinguir, traía una capucha que le tapaba la cara. Los guardabosques no dudaron en entrar a la casa dejando caer a la persona malherida a la cama, dejando ver quien era.

¿Cyno? ¿Por qué estaba tan herido? Cyno, era mi mejor amigo, el es alguien fuerte y valiente, por eso me sorprendió tanto verlo tan herido, si a veces llegaba con alguna herida, pero nunca a ese grado; quite la capa para ver mejor las heridas, la piel alrededor de las heridas se veía morada, muy probablemente lo habían envenenado. Les pedí a todos que se retiraran, obedecieron mis órdenes.

Examinaba con cuidado las heridas, extraje un poco de la sangre de las heridas para poder examinar ese tipo de veneno, con un trapo húmedo empecé a limpiar con mucho cuidado las heridas mientras también iba quitando la ropa que estorba, más bien, los trozos de ropa, la mayoría estaba hecha trizas; por suerte las heridas no sangraban tanto, al terminar de limpiarlas empecé a aplicar un ungüento para cicatrizar, al terminar vende las heridas con mucho cuidado, acomode bien a Cyno para que pudiera descansar, no hacia ningún gesto o alguna mueca de dolor, sus ojos estaban cerrados y su boca entreabierta, pase mi mano por su mejilla, estaba muy preocupado por el, tanto que me había olvidado por completo de mi situación con Alhaitham.

Con la sangre que extraje empecé a investigar el tipo de veneno, saque algunos libros en busca de alguna respuesta, hasta que di con una flor, no era una flor común pero era bastante venenosa, podía causar: mareos, vómitos, fiebre e incluso alucinaciones, por suerte había una cura, saque todos los ingredientes que necesitaba, siempre recolectaba algunos cuando daba alguna vuelta por el bosque por si en alguna ocasión los llegaba a necesitar y esa era la ocasión.

Me pase toda la noche haciendo el ungüento que no me di cuenta que empezaba a amanecer, estaba bastante cansado. Me acerque al cuerpo de Cyno, con mucho cuidado quite las vendas para poder aplicar el ungüento que había preparado, al terminar le puse vendas diferentes. Iba a aprovechar que ya era de día para ir por más ingredientes para la medicina bebible, aún que no sabía cuándo despertaría Cyno, pero era mejor ya tener los ingredientes listos.

Todo ese día estuve recolectando muchos ingredientes, hice mis labores de guardabosques, aún que cambie algunos de ellos los días siguientes, no sabía cuándo despertaría Cyno, tenía que cuidarlo. Tan rápido como llego el día nuevamente cayó la noche, nuevamente me encontraba acompañado solamente de Cyno, coloqué una silla al lado de la cama, sentándome junto a Cyno, estaba exhausto, no había descansado ni un minuto, mucho menos había dormido, con tan solo haber apoyado mi cabeza en la cama me quedé profundamente dormido.

Así pasaron 3 días aproximadamente, yo dormía en el piso acompañado de algunas mantas, todo el día me la pasaba cuidado de Cyno, cambiaba sus vendajes, limpiaba sus heridas, colocaba el ungüento, así sucesivamente era lo que hacía todos los días o al menos así fue hasta después de 3 días, 3 días en los cuales había olvidado la existencia de Alhaitham. Había salido por algunas frutas para comer dentro de mi casa, ya iba de regreso a mi casa, cuando abrí la puerta vi como Cyno estaba sentado sobre la cama.

- ¡Cyno! No te levantes necesitas descansar. -

Deje la canasta de frutas en la mesa para poder dirigir mi atención a Cyno, le tome la temperatura y la presión, ambas estaban estables lo cual fue un alivio, pero Cyno no decía ninguna palabra, solo me veía atentamente, me preocupo mucho que no hablará, así que le pregunté.

- Cyno, ¿estás bien? ¿Puedes hablar? -

Cyno no respondió ninguna de mis preguntas, me preocupaba, pero seguramente estaba en shock, después de todo, ni ya sabía cómo había llegado ahí, no sabía dónde lo habían encontrado o el por qué estaba tan cerca del bosque si normalmente siempre está en el desierto, pero suponía que era cosas que me contaría más adelante cuando se le pasara el shock. Agarre la canasta y la puse a lado de Cyno.

- Debes tener hambre, come toda fruta que quieras, supongo que también tienes sed, iré a traer un poco de agua. -

Cyno solo asintió mientras agarraba una manzana para empezar a comerla, sonreí ante eso, me alegra que mi amigo se encontrará bien. Salí al río donde agarraba agua junto con una botella en mano, al terminar de llenar la botella volví a dirigirme hacia mí casa, justo en ese momento me volví a cruzar con Collei, la cual me dio un informe de lo que había pasado con Cyno, el cual fue escrito por Cadence, mientras caminaba a mi casa iba leyendo el informe. Explicaba que Cyno junto con Dehya habían estado persiguiendo a unos fatuis, hasta que dieron con ellos cerca del bosque donde los emboscaron, Cyno salió gravemente herido pero milagrosamente Dehya solo tenía algunos rasguños, Dehya dejo a Cyno cerca de donde patrullaban algunos guardabosques y se retiró para dar su informe, era bastante sospechoso, ¿por qué Dehya no paso a curar sus heridas? Pudo haber hecho el reporte desde el bosque, era bastante sospechoso.

Al entrar a la casa vi como Cyno seguía comiendo de manera algo desesperada, parecía que tenía bastante hambre, puse la botella con agua en una mesa cerca de la cama.

- Come despacio, Cyno, ahí está el agua, ¿quieres decirme que te paso? ¿Por qué Dehya no está contigo? -

Cyno al escuchar el nombre de dehya abrió sus ojos de par en par, parecía sorprendido, no pasaron ni 5 segundos cuando su rostro cambio de sorprendido a uno enojado, agachó la mirada haciendo que su cabello se recorriera un poco tapando parte de su cara, acerqué mi mano al rostro de Cyno para apartar aquel mechón que cubría su cara, sentí un apretón en mi mano bastante fuerte, Cyno estaba agarrando mi mano con toda fuerza que tenía, dolía, sentía que en cualquier momento me la iba a arrancar.

- C-cyno... Suelta mi mano... -

Cyno no soltó mi mano, al contrario, la apretó con más fuerza, no podía verlo pero sabía que a traves de su cabello sus ojos estaban fijados en mi. Escuche su ronca y gruesa voz.

- ¡¿Por qué te uniste a ellos?! -

Me quedé sorprendido, no sabía de qué hablaba o a qué se refería, cuando iba a hablar su otra mano se poso en cuello, abalanzó su peso hacia mí haciendo que nos cayeramos ambos al piso frente a la puerta, el ejercia bastante presión tanto como en mi muñeca como en mi cuello. Volví a escuchar su voz.

- ¡Responde, Dehya! -

¿Dehya? Acaso, ¿el estaba alucinando?, no tenía tiempo para pensar en ello, cada vez me faltaba más el aire, no podía respirar mucho menos hablar, pronto me iba a desmayar por la falta de oxígeno en mis pulmones, como pude estire mi otra mano para sacarla por debajo de las hojas que simulaban ser una puerta, saque un poco de mi magia dendro para que supieran mi ubicación y que estaba en peligro, poco después empecé a ver negro mientras escuchaba pisadas apresuradas subiendo a mi casa.








( Buenos días, buenas tardes o buenas noches, ¿cómo están todos? Este es el segundo capítulo, espero lo disfruten, pensé que sería más largo, pero es lo que hay, son los primeros capítulos así que serán algo cortos, hasta luego)

𝙸𝚗𝚌𝚕𝚞𝚜𝚘 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚞𝚎́𝚜 𝚍𝚎 𝚞𝚗 𝚗𝚘 𝚝𝚎 𝚜𝚎𝚐𝚞𝚒𝚛𝚎́ 𝚊𝚖𝚊𝚗𝚍𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora