Miracle and demon Shadow of witches

Capitulo 6: Familia y el pasado del milagro

Antonio se levantó temprano ese día para hacer el desayuno sin camisa, pero al ver la cama de Lucy vio que ella no estaba durmiendo y dijo:

"Lucy, ¿dónde estás?"

Revisó toda la casa y no la encontró en ningún lugar. Preocupado, se apoyó en el borde de la ventana y exclamó:

"Me pregunto dónde estás..."

En ese preciso momento, vio que en el parque cercano hubo una explosión de energía angelical que hizo temblar un poco la tierra. Antonio pensó: "Ya tengo la respuesta y tengo miedo". Se transformó en Devil Boy y en su moto se dirigió al parque. Cuando llegó, vio a Lucy/Miracle Girl destransformada en el suelo, cansada y con un casco de moto. También vio a Mike sacando fotos. Antonio tomó la cámara de Mike y con un tono amenazante dijo:

"¿Qué viste?"

Mike respondió: "Nada, solo estoy sacando material para mi reporte sobre ella y su entrenamiento. Ya tengo en mente el titular ('La rutina de entrenamiento de Miracle Girl')".

Antonio miró a Mike y le preguntó si había visto su rostro. Mike negó con la cabeza, y Antonio exclamó:

"¡Mira las brujas por ahí!"

Mike volteó a ver y Antonio, con la cámara de Mike en la mano, quitó la tarjeta SD (porque la cámara es digital). Luego, Antonio le dijo a Mike con un tono burlesco:

"Muy bien, paparazzi, el show ha terminado. Vuelve a casa."

Mike se retiró del lugar. Cuando Antonio respiró y volvió su mirada hacia Lucy, la vio tratando de transformarse, pero le resultó imposible debido al desgaste. El moño en su cabello comenzó a soltar chispas y ella cayó al suelo. Luego, recogió el libro que había conseguido de los Claricians. En ese instante, Antonio se le acercó y exclamó:

"¿Qué estás haciendo?"

Lucy se sobresaltó y dijo:

"Hola Antonio, nada, solo estaba leyendo en el parque."

Ante esa respuesta, Antonio arqueó una ceja y dijo:

"¿A las 8 AM en un parque?"

Ella asintió nerviosamente y dijo que "ya sabes, las brujas pueden atacar en cualquier momento y debo entrenar, jaja". Antonio la miró seriamente, con desconfianza, hartazgo y el deseo de que fuera honesta.

Lucy finalmente se rindió y, tras exhalar, dijo:

"Está bien, estoy nerviosa porque hoy en la tarde mis padres vienen de visita."

Tras decirlo, ella abrió los ojos de par en par, como si hubiera dicho una blasfemia. Antonio se rascó la cabeza y dijo con confusión:

"¿Oh no?"

Lucy se levantó y dijo:

"Tú no lo entiendes, no conoces lo complicada que es mi madre."

Antonio respondió:

"Pff, vamos Lucy, peleas con monstruos de sombras a diario y brujas. Tu madre no debe ser nada en comparación con eso."

Lucy bajó la cabeza y dijo:

"Es que tuve algunos problemas al crecer."

Antonio preguntó:

"¿Cuáles?"

Lucy, casi llorando, dijo:

"Cuando era pequeña tenía una amiga llamada Melisa. Éramos mejores amigas, pero un día apareció con moretones y me pidió ayuda. La ignoré, no una, sino varias veces. Cuando ella estaba mal, le dije 'Dile a la maestra', y luego, tres días después, el padre de Melisa fue arrestado. La encontraron en su cama sin pantalones y con la cara cubierta por una almohada. Después de eso, le conté a mi madre las señales que vi y la culpa que sentí en ese momento. Ella se escandalizó. Cada amigo nuevo que hacía era espantado por las paranoias de mi madre. Y en cuanto a mi padre, me consoló y me dijo que era muy pequeña para entenderlo. Me solía hacer juegos de sombras con las manos para animarme. Pero la paranoia de mi madre afectó mi adolescencia. Decía que ella tenía razón y no tuve amigos desde entonces. Me dediqué a estudiar y escribir, sabiendo que mi sueño es ser escribana, porque los escritores independientes se mueren de hambre. Cuando fui aceptada en la universidad, volé porque sentí que tenía libertad. Pero mi madre impuso razones ridículas tras razones ridículas para no asistir. Mi padre abogó por mí y hasta me ayudó a encontrar la casa en la que vivo contigo."