Me dió palmaditas en la espalda intentando apaciguar mi atragantamiento.
Entonces me miró fijo y carraspeé intentando evadir la incomodidad que sentí en el momento.
- ¿A qué edad... - hice una pausa mientras masticaba - comenzó con todo eso de las música?
- a los dieciséis - comentó el hombre -
Al fijarme bien, me di cuenta de que lucia cansado, o tal vez solo es el aspecto que le dan las ojeras no tan notorias y la expresión indefinida que traía siempre.
- ¿Duerme bien? - necesitaba salir de la inconfidencia que yacía en el ambiente, necesitaba comodidad ya que después de todo estaríamos conviviendo juntos -
El solo rió irónicamente, para luego de una pausa responder.
- Al parecer no lo entenderías - demandó con obviedad -
- Al contrario - si no me interrumpiera hubiera comentado razones por las cuales empatizo con él -
- ¿luces como una niña mimada y dices poder entender que se siente todo esto?, al principio era algo más que emoción, pasión, entusiasmo, ahora es algo monótono y a veces un poco cansador - lucía disgustado por la mueca que realizó, ¿pero saben qué?, yo estaba aún más disgustada en respecto a la manera en la que se había referido a mi -
- Entiendo que el señorito no tenga tiempo ni para encontrarse una novia, porque veo que le hace falta una, pero yo quisiera ser una niña mimada, ¿sabe?, mis padres fallecieron cuando tenía 8 años y desde entonces tuve que vivir con mis abuelos, conseguí trabajo para dejar de depender de ellos y para mis 17 ya era más que independiente - farfullé ofendida -
Su expresión se altera a una indefinida, voltea la cabeza, sin enseñar el rostro y se levanta, seguidamente agarra la bandeja con los restos de desayuno que quedaron y se marcha sin decir una sola palabra.
- ash, y cree que puede traerme como si nada a su maldita casa este egoísta - murmuré por lo bajo cuando se marchó por completo -
En mi mente estaba claro de que yo de alguna manera saldría pronto de este lugar y seguiría con mi vida normal luego de toda la locura que estaba ocurriendome últimamente, pero antes debería comenzar a mentalizarme y analizar todo lo que estaba ocurriendo.
Pasaron horas, y Alex no aparecía, simplemente vino una mujer a darme el almuerzo, me sentía una total discapacitada, pero es que yo almenos podía valerme para comer, pero la amable mujer dijo "el señor Alex me encargó que yo misma le diera de comer".
- Ya me siento satisfecha, muchas gracias - le sonreí desganada a la mujer -
- si quiere puede prender el televisor, así no se aburre tanto... - la interrumpí con un gesto negatorio y esta procede a marcharse -
Pasé algunos minutos mirando el techo para luego recordarme de que tengo un teléfono móvil, el tema era que no lo encontraba y me comencé a preocupar, lo único que se me ocurrió entonces fue llamar a...
- Señor Alex! - grité lo más fuerte que pude -
Pasaron unos minutos y no llegó, entonces fue cuando reuní todas mis fuerzas para levantarme, logrando llegar a la puerta de la habitación.
Al cerrar la puerta siento una respiración sobre mi, no recordaba haber escuchado pasos.
Entonces me giro y me encuentro con sus ojos café, me acorrala contra dicha puerta y me mira fijamente, de una manera penetrante.
- ¿no le dije que no se levantara hasta mañana? - pregunta él -
- No encontré mi celular - respondí intentando mantener mi firmeza, algo que me estaba bastante complicado, tal vez hasta temblaba por los nervios -
Entonces coloca su mano bajo mi mentón y atrae mi rostro hacia si para luego susurrarme en el oído.
- No te dejaré ir tan rápido Arabella, sé que es lo que tienes en mente - me eriza completamente la piel y yo me pierdo totalmente de mi conciencia -
- Lo necesito - exclamé con la voz temblorosa -
- ¿sabés que es lo que yo necesito? - antes de que pudiera reaccionar ante la pregunta retórica que había plantado, acerca su rostro al mío hasta juntar sus labios con los míos -
Yo estaba completamente atónita, por supuesto que le seguía el beso, pero mi mente no procesaba nada.
Enrollé mis brazos a su cuello mientras el me cargaba y llevaba mis piernas a su cintura, acorralandome contra la pared contraria a la puerta de la habitación sin romper el beso.
Aprieta mis piernas con sus manos sin nada de delicadeza y yo suelto un gemido, acariciando su cabello y bajando hasta su cuello.
Reaccioné de golpe y detuve toda acción que estaba realizando, al instante procese todo lo ocurrido.
- ¿que crees que estás haciendo? - pregunté fingiendo estar enfadada -
- ¿estás?, ambos estuvimos haciendo lo mismo - exclama ofendido -
- tú me provocaste - ataqué de vuelta -
El bufa con fastidio y se marcha, entonces me quedo en medio de la nada intentando procesar adecuadamente todo lo sucedido, pero no me dió tiempo porque antes de que pudiera razonar desperté.
(Aclaración: Se quedó dormida mirando el techo)
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Arabella (Alex Turner)
Roman pour Adolescents"Arabella está hecha del espacio exterior, sus labios son como el borde de la galaxia Y su beso del color de una constelación cayendo en su lugar." Un sueño bastante real me había llevado a escribir una canción a una peculiar joven que conocí en aqu...