Hace mucho tiempo existían dos seres, un humano y la sombra, uno era la encarnacion de la luz y el otro fue curioso por el cariño que emanaba del humano. La sombra, curiosa y necesitada se acerco al humano, quien lo recibió con cariño entre sus manos. El humano le presento la sombra a su familia quienes no les importo la naturaleza de la sombra, pues era juguetona y cuidaba de su niño.
Aunque había un domador de sombras, el creador de la sombra del ser de luz, que tras una traición por alguien que era su propia luz se encontraba triste y desolado. Les repetía a sus sombras que no se acercaran a los humanos de luz, que sería peligroso.
La sombra no le hizo caso al domador de sombras, se escabullia para juntarse con los seres de luz que emanaban ese cariño añorado por el, y el domador, curioso y sospechando de la sombra, lo siguió, encontrándose con una escena no muy feliz para el, su corazon de piedra no se movió.
Había una familia en el jardín de un castillo, una niña y un niño jugando con la sombra, dos adultos y una adolescente miraban la escena, con diversión y ternura. El domador de sombras fruncio el seño. Enojado, el domador de sombras se fue, esperando a la pequeña sombra en su hogar.
Para cuando la pequeña sombra volvió a casa estaban otros seres de sombras y el domador de sombras, todos enojados y disgustados en contra de el.
─ creí haber dicho que no se acercaran a los seres de luz. ─ hablo el domador
─ que?.. A que te refieres con eso..? ─ la sombra miraba con angustia a su padre y hermanos, pidiendole algo de ayuda con la mirada a una de más confíanza, ella giro el rostro a otro lado
─ ¡no seas egoísta! ¡Comparte a tu ser de luz hermano! - gritaron sus otros hermanos
─ ¡NO! ¡¿Que les sucede?! ─ dijo con miedo la sombra
─ ¡vamos hermano! Bajale dos rayas a tu ego y comparte a tu ser de luz! ─ dijeron sus hermanas
─ PAPÁ! Que les está pasando?! ─ pregunto
─ ¿Ven niños? Esto sucede cuando tienes un ser de luz. Te vuelves egoísta. ─ dijo el domador de sombras ─ Porqué no le damos un castigo a su hermano? ¿Que dicen mis niños? ─
─ ¡si! ─
─ ¡denle un castigo! ─
─ ¡si no seremos felices el tampoco! ─
─ ¡Castigo al egoísta! ─
─ ¡Castigo! ─
La sombra ya no sabia como reaccionar. Su padre lo miraba, abrio su boca para hablar
─ ya escuchaste a tus hermanos mi sombra come sueños, recibiras un castigo. ─ dijo su padre
La sombra lo miraba perplejo, cuando su padre se dio la vuelta la sombra comenzo a ser atrapada por la oscuridad y cadenas lo empujaban hacia atras, sumirgiendolo en un lago de desesperacion, todo se oscurecio hasta un punto en que no veia nada, ni siquiera su propio cuerpo.