Capítulo 4 - El accidente y su ayuda

350 37 4
                                    


AINHOA

Me he alojado en una pensión cercana al hotel, así puedo ir caminando al trabajo. La idea de que va a ser mi segundo y último día aquí no deja de rondar mi cabeza. Casi no he podido dormir. A estas alturas, Luz ya debe haber hablado con su madre. De hecho, anoche esperaba la llamada de Silvia para confirmar mi despido, pero no fue así. Supongo que querrá despedirme en persona y echarme la bronca por el encontronazo con su princesita. Digo con su hija.

Cada vez me duran menos los trabajos. No puedo dejar de pensar que, si me hubiera portado de otra forma con Luz, si... No, no. No fue mi culpa. Además, está claro que su carácter y el mío no son compatibles. Tarde o temprano hubiera explotado la bomba de relojería que se crea cuando estamos cerca.

Saludo a José Antonio, el recepcionista, y voy directa a la cocina. Escucho ruido, pero es imposible que haya alguien en la cocina. Falta una hora todavía para que empiece el turno. Me asomo con cuidado y veo un cuerpo pequeñito que no para de moverse de un lado a otro de la cocina. Es Luz, que ha decidido trabajar desde más temprano hoy. La contemplo un rato porque callada y trabajando hasta da gusto verla. Sin embargo, cuando abre la boca demuestra lo impertinente que puede llegar a ser. Corta unas zanahorias con gran maestría.

—¿Qué haces ahí? —Clava sus ojos en mí—. No eres transparente, ¿sabes?

—Lo primero, tratarme de usted parece que se te ha olvidado. Lo segundo, ¿te ayudo?

Dejo mi bolso en el almacén, me pongo la chaqueta de chef y el delantal, y me acerco para ayudarla. No sé cómo, ni en qué momento, pero lo siguiente que escucho es a Luz gritando y mucha sangre en la tabla de cortar.

—¡Joder! ¡Duele! —exclama Luz a la vez que se cubre la mano con un trapo.

—Cuidado, puedes infectarte la herida haciendo eso. —Agarro su mano para tratar de ver la herida.

—Da igual, es solo un rasguño. Ahora voy al botiquín.

Aparta su mano y se dirige al grifo del fregadero. Lo que no sabe es que para cortar una hemorragia lo peor es echarle agua.

—¿Me dejas ver el corte por las buenas o por las malas?

Elevo el tono porque si me tengo que poner en modo jefa para que me deje verlo, pues me pongo en modo jefa.

—No es nada. —Agacha la mirada y la veo tambalearse.

—¿Te da impresión ver sangre?

—No, no. Solo me da impresión ver mi sangre —explica y se agarra a uno de los armarios de la cocina.

Solo me falta que se desplome aquí mismo para terminar de rematar la mañana.

Entonces, dirijo una mirada nada amigable hacia ella y consigo que se destape la mano. Me acerco con algo de miedo, coloco su mano entre las mías y examino la herida. He visto muchas similares a lo largo de mis años en la cocina. Sé que esta no es superficial y que va a necesitar puntos. Le pregunto a Luz donde se encuentra el botiquín, cojo algunas gasas y le hago una especie de torniquete para evitar que siga perdiendo sangre.

—Vamos al hospital del pueblo o al ambulatorio, lo que esté más cerca —le informo.

—Puedo ir sola.

Pues vaya está la niña hoy caprichosa, pero conmigo se ha equivocado. Cada minuto que pasa está más blanca, incluso parece que está a punto de desmayarse.

—De momento, soy la chef. Sigo siendo la jefa de esta cocina y, si te digo que vayamos al ambulatorio, vamos y punto —aclaro que todavía sigo mandando aquí porque de otra forma no va a hacerme caso—. Y aprieta fuerte el torniquete hasta que lleguemos.

Ni siquiera nos quitamos el uniforme, la apoyo sobre mi hombro y salimos a toda prisa hacia mi coche. Avisamos a José Antonio de lo que ha pasado por si alguien le pregunta por nosotras.

Ayudo a Luz a subirse al coche y le pongo el cinturón porque no la veo en condiciones de hacerlo ella.

—Y querías ir sola... No puedes ni mantenerte en pie tú sola.

Creo que Luz ni me escucha porque lo normal sería rebatirme y esta vez solo asiente.

Arranco y me dirijo hacia el ambulatorio valiéndome del GPS porque Luz está tan pálida que no es capaz ni de articular palabra.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 18, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Las cocineras tortilleras (#Luznhoa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora