Capítulo O1

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     «¿Para qué fui hecho?» es la pregunta que azota la mente de cualquier ser humano. A veces parece que la vida solo se trata de vivir y luego morir cuando simplemente estamos en una constante prueba y error. ¿Qué nos hace felices? ¿Tenemos un propósito como una simple máquina? Son preguntas interesantes con una respuesta simple y sencilla y al mismo tiempo con argumentos complejos.

     Ese pensamiento lo distrae de su objetivo y en un instante la espalda le cruje al sentir el impacto contra el suelo, le es inevitable no quejarse por la leve punzada que recorre todo su cuerpo y resopla porque sabe lo que viene a continuación. El entrenamiento es su manera de liberarse por un rato de todo, así que no siempre está de ánimo para escuchar los reproches de alguien más por pelear sin entusiasmo y como si no fuera un combate a muerte.

—Pude haberte matado si quisiera —La voz de su hermano se escucha molesta y se apresura a levantarse antes de que pueda continuar con el regaño—. No debes darle a tu enemigo la oportunidad de atacarte.

—Estaba distraído —Se limita a contestar restándole importancia a lo que dijo.

—Eso es mucho peor, Rapha —Dice algo exagerado como si no se tratara de un simple entrenamiento—. Da gracias que solo fue un combate cuerpo a cuerpo.

—Es igual, con armas te gano —Se sacude y una sonrisa ladina se dibuja en su rostro al ver la cara de indignación de su hermano mayor—. Iré a descansar.

—No vayas a quedarte dormido, hoy debemos patrullar.

—¿Vendrá Casey? —La emoción lo sacude repentinamente porque ese chico es algo así como su mejor amigo, han logrado tener afinidad en ciertas cosas y a Raphael le agrada compartir tiempo con alguien que no sean sus hermanos.

—Se supone que sí, pero no los quiero bromeando, últimamente estás muy desenfocado —Como respuesta, el de bandana roja bufa y sale del dojo, chocando el hombro con el del mayor. Nadie le dice a él lo que hace o no.

     Aunque, pensándolo mejor, Leonardo tenía razón y Raphael odiaba admitir eso, incluso si lo hacía en su mente. El típico conflicto de ambos hermanos siempre es el liderazgo y la razón, porque uno afirma tener las cualidades necesarias de un líder y el otro parece que se esfuerza por demostrar lo contrario con su temperamento.

     Camina hacia su habitación no sin antes ir a visitar a su otro hermano en el laboratorio dónde pasa la mayor parte del tiempo, a veces da la impresión de que duerme y come ahí, lo cuál no le sorprendería por parte de Donatello, después de todo siempre hace lo tortugamente posible por el bien del equipo si se trata de la tecnología y ciencia, y un claro ejemplo es el tortumóvil que se esforzó por construir para que les sea más fácil moverse por la ciudad. Esa es una de las cosas que admira de Donatello: su inteligencia.

—¿Qué se supone que haces, Donnie? —Cuestiona adentrándose al lugar, mirando hacia todos lados como si hubiera algo nuevo cada vez que entra.

—Hola, hermano —Se da su tiempo para responder y termina de hacer sus notas—. Estoy tratando de resolver este extraño aparato que extraímos de los kraang, es muy complejo y no creo resolverlo tan rápido como lo hago normalmente.

—Podrás hacerlo, ese cerebrito tuyo siempre encuentra la respuesta.

—¿En serio lo crees? —Un brillo de esperanza decora sus orbes rojizos y Raphael asiente con una sonrisa.

—Si tú no lo resuelves ¿quién lo hará? Mikey no creo —Ambos sueltan una risa, burlarse de la tortuga menor siempre alivia cualquier sensación de estrés o tensión.

—Tienes razón, Rapha, muchas gracias —Y con el ánimo recompuesto, Donnie sigue trabajando mientras Raphael lo mira con una sonrisa y luego se dispone a irse.

𝐖𝐡𝐚𝐭 𝐰𝐚𝐬 𝐈 𝐦𝐚𝐝𝐞 𝐟𝐨𝐫? | 𝑹𝒂𝒑𝒉𝒂𝒆𝒍 𝑯𝒂𝒎𝒂𝒕𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora