Lies Hidden [Bakugo x Lectora]

04.

¿Te arrepientes ahora?

Ahora que me fui, ¿estás jodidamente orgulloso de ti mismo?

Me costó morirme para salir de tu patética y pequeña vida, ¿no es así, Katsuki?

Tch, - se rió entre dientes, - espero que seas jodidamente miserable.

Espero perseguirte en cada momento de tu despertar.

Espero que llores hasta quedarte dormido todas las noches.

¡Espero que la culpa se coma vivo tu lamentable trasero, Katsuki!

¡Tú me hiciste esto!

¡Me fuí!

¡¡Y-Y ES TU CULPA!!

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Katsuki inmediatamente se sentó en su cama. Su respiración era pesada y su cuerpo estaba empapado en sudor frío. Su visión estaba nublada por las lágrimas mientras lentamente comenzaba a sollozar en sus manos.

Este es Katsuki Bakugo. El hombre cuyo orgullo nubló su juicio. El héroe #2. Este petardo arrogante, testarudo, egoísta y exaltado estaba llorando a mares.

Y no era la primera vez.

T/n_ había muerto hace aproximadamente 2 semanas, y el hombre rubio ceniza no ha progresado hacia la recuperación.

Las heridas aún estaban frescas y lejos de curarse; eso es si incluso sanan en absoluto.

Katsuki había pasado la primera semana sin pestañear. Se encerró en su casa durante esa semana y lloró hasta que se desmayó por la deshidratación.

Pasó esa semana torturándose a sí mismo. Pensó para sí mismo que no merecía dormir. No se merecía comida. No se merecía agua. No merecía compañía. Se merecía ser miserable, confirmó.

El funeral de T/n_ fue ayer. Fue un ataúd cerrado porque los médicos no pensaron que sería apropiado que sus amigos y familiares vieran su cuerpo hecho jirones.

Katsuki fue. Por supuesto que iría. A pesar de todas las miradas llenas de odio y repugnancia, él fue al funeral y depositó un beso arrepentido en su ataúd de ébano.

La madre de T/n_ maldijo su nombre y juró regencia, pero el hermano menor de T/n_, Niko, le impidió usar su peculiaridad. Niko le dirigió a Katsuki una mirada de remordimiento y decepción a través de sus hinchados orbes color avellana antes de llevarse a su madre a rastras.

Así que ahora, Katsuki está sentado en su cama vacía. Echando de menos la frialdad que su compañera solía proporcionar. Le encantaba la temperatura corporal más fría de T/n_. Hizo que acurrucarse con ella fuera perfecto ya que los dos nunca tenían ni frío ni calor.

Katsuki volvió su mirada llorosa hacia su despertador y esperó a que sus ojos se acostumbraran a los números rojos y brillantes.

3:46 a. m.

Katsuki gimió mientras pasaba una mano por su sudoroso cabello color ceniza. Miró a su izquierda hacia el espacio donde ella solía acostarse.

Katsuki sintió una punzada atravesar su corazón por el espacio vacío. Había pensado en el ingenioso plan de colocar una de las camisas de T/n_ sobre su almohada. De esa manera podría tener su encantador aroma arrullándolo para dormir. Pero ahora, es solo un doloroso recordatorio de lo que perdió.