05.

512 49 11
                                    


Puaj...

Eres tan débil, Katsuki.

Todo lo que tenías que hacer era hacer el trabajo.

Pero tu culo incompetente ni siquiera pudo hacer eso.

Mis únicas órdenes eran tan simples Katsuki. No hacía falta ser un científico espacial para seguirlas.

Tu único trabajo era este...










Que.




















no.
















te.


















atrapen.

.

.

.

8 meses después

.

.

.

- U-uh, - el hombre se aclaró la garganta, - ¿S-Sr. uh Bakugo? - El doctor nervioso llamó al hombre inmovilizado que estaba sentado asegurado a su asiento, a solo unos metros de él.

El hombre observó con ojos verdes vacilantes cómo dos hombres sujetaban a Katsuki a la silla y abrían el bozal que tenía alrededor de la cara. Katsuki gruñó y escupió en sus zapatos antes de flexionar la mandíbula y apretar los dientes.

Los hombres simplemente encerraron a Katsuki en la silla y se fueron sin decir una palabra. No le prestó mucha atención al rubio sucio antes de cambiar su atención hacia su regazo.

El hombre ante el médico se veía aterrador. Sus anchos hombros se aflojaron mientras sus brazos estaban encadenados detrás de él. Un mono de color naranja brillante que acompaña a las cadenas y puños alrededor de sus muñecas y tobillos.

- U-um v-vamos empezar. - El hombre pensó en voz alta mientras comenzaba a hurgar en sus carpetas cuidadosamente organizadas con manos sudorosas. Se llevó una mano temblorosa a la cara para colocarse las gafas sobre la nariz. - Uh, hola. Soy el Dr. Iitzu y seré su terapeuta personal que lo ayudará en su camino hacia la recuperación. - anunció.

Katsuki no se movió, ni dio ninguna señal hacia el ciudadano no bienvenido.

- Yo... umm... - El hombre nervioso se asomó nerviosamente hacia el vidrio de doble cara, ya que no estaba seguro de poder asumir una tarea tan enorme, ya que era la primera vez que entrevistaba a alguien, y mucho menos a un asesino...

El hombre no recibió ayuda de la gente, ya que decidieron observar cómo se desarrollaba la escena en lugar de intervenir. El médico no parecía estar en peligro y eso era todo lo que importaba.

El médico soltó un suspiro tembloroso antes de volver lentamente su atención hacia su paciente, solo para gritar involuntariamente cuando descubrió que los ojos de Katsuki miraban cada uno de sus movimientos.

El hombre más pequeño simplemente barajó sus papeles y tragó todo el coraje que pudo antes de hablar.

- Uh... hola. S-soy doctor- oh, espera, ya dije eso. - Dijo mientras mentalmente se abofeteaba a sí mismo. - Ok... bueno... solo estoy aquí para ayudarte y entender por qué hiciste lo que hiciste. - El pauso. - Entonces, voy a hacerte algunas preguntas, y espero que las respondas honestamente, o de lo contrario estaremos aquí más tiempo del que se supone que debemos.

Lies Hidden [Bakugo x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora