𝟬𝟬𝟏. capítulo uno

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UN HOMBRE DE NEGOCIOS.

El hermoso paisaje de las montañas y el río que atravesaba Lucerna había sido, muchas veces, objeto de relajación para Do-Hyun. El edificio donde tenía sede su oficina era uno de los más altos de la preciosa ciudad suiza y como tal los enormes ventanales de su oficina daban a la zona más bonita. Sin embargo en este día en particular por mucho que mirara hacia afuera era imposible controlar el alto nivel de estrés que lo embargaba.

Un golpe se escuchó desde la puerta de la oficina y lo distrajo de su trabajo en la computadora, notando los ojos doloridos una vez desenfocó la vista. Sin darle tiempo a responder, su secretaria asomó la cabeza. Ella lucía extremadamente agotada y abrumada, siendo un espejo de sí mismo y de todos los demás en la oficina.

—Señor, ha llegado la señora Katarina.

—Gracias Ji-Hye, llévala a la sala de reuniones y ofrécele un café. Necesito llamar al director del proyecto chino antes de que sea más tarde ¿podrías encargarte del nuevo informe?

—Si señor ¿para qué fecha?

—Ya se ha retrasado lo suficiente, hablaré con él ahora y se lo diré, pero recuérdale en el correo que si el proyecto se atrasa una semana más los gastos extras serán extraídos directamente de su salario.

—Lo haré. Tal vez un poco más amablemente —agregó la mujer con un tono gracioso. Do-Hyun se rió y con ello algo de estrés salió de su sistema.

—Si, por favor. Eres mejor con las amenazas amables que yo. Puedes ir.

Una vez la secretaria Min cerró la puerta, Do-Hyun envió la corrección del archivo contable al sector financiero de la empresa. Ni siquiera se había terminado de enviar el correo electrónico cuando levantó el teléfono y llamó a Zhong Jiu-Lu, uno de los directores chinos más exitosos del momento. El hombre le atendió al tercer pitido y en un mandarín perfectamente fluido, Do-Hyun cambió de tema con la facilidad de quien había estado encargado de la administración y desarrollo de una empresa por varios años, siendo serio y directo a la hora de hablar de trabajo.

En los últimos tres años todo el esfuerzo que él y su hermano habían puesto en Stargazing Entertainment finalmente había comenzado a dar frutos más prósperos de los que su difunto padre jamás habría podido soñar. El gran Lee Joon-Ki había seguido con la pequeña productora de su padre y la había hecho crecer de una forma increíble, dentro de Corea del Sur no había persona que no conociera las excelentes películas o emotivos dramas que ellos se encargaban de traer a la realidad; el sueño de su vida había sido que crecieran internacionalmente, pero luego de que nacieran sus dos hijos decidió que prefería aplazar sus sueños para estar con ellos, por lo que simplemente se resignó y continuó su trabajo nacional, traspasando a sus hijos la pasión por la empresa familiar y el gran sueño, sueño que, luego de su muerte, sus dos hijos se encargaron de hacer realidad. 

Como dignos hijos de Joon-Ki, Do-Hyun y su hermano mayor Je-Won habían continuado el legado y lo habían extendido maravillosamente. Este último proyecto era una película con un guión excelente y una trama compleja que podría ser un éxito, tan solo si el director fuese un poco más rápido a la hora de tomar decisiones. La llamada hecha por Do-Hyun duró exactamente trece minutos, pero sus palabras firmes hicieron que Zhong Jiu-Lu se pusiera manos a la obra de una vez. Luego de cortar se levantó de su asiento, se acomodó el cabello y el traje perfectamente planchado y salió de la oficina, dirigiéndose a la sala de reuniones. Entró a paso decidido y sin dudar ningún movimiento, siendo observado desde el primer momento por dos intensos ojos verdes llenos de interés.

Katarina Winiger era una de las directoras más aclamadas dentro de Suiza, tres años atrás había dirigido un cortometraje de bajo presupuesto que acabó ganando premios por todo Europa y desde entonces cada uno de sus cinco proyectos había seguido el mismo camino. No era una directora que visualizara llegar a Hollywood, sino que apuntaba a públicos más diversos de todas partes del mundo: países africanos, americanos y ciertos lugares de Asia. Y justamente era el público objetivo de Stargazing Entertainment Korea en los próximos proyectos, un paso más dentro del reconocimiento mundial.

—Hyun —lo saludó ella por su nombre de pila, extendiendo la mano para saludarlo con un firme apretón—, he leído el informe que mandaste. Es bastante ambicioso.

—Como todos nuestros proyectos —respondió él tomando asiento en la silla frente a la mujer. Ella tenía los ojos brillantes por el interés, lo cual era una buena señal.

—Me gustó el segundo guión. Es refrescante y divertido, con algunas modificaciones podría ser algo bastante bueno —dio su opinión, enseñándole a Do-Hyun las páginas marcadas con colores fluorescentes— pero va a ser caro.

—Sabes que el presupuesto no es ningún problema.

—Permíteme decir que es un movimiento arriesgado. Hasta ahora todos mis proyectos han sido experimentales, lo difícil del humor es que debe ser muy bien pensado para que personas de diferentes culturas puedan tomarlo sin ofensas o sin sentirse incómodos.

—Por eso te queremos a ti —respondió Do-Hyun con su característica seguridad, entrelazando los dedos sobre la mesa mientras la miraba a los ojos— y por eso estamos dispuestos a pagar esa suma solo para guionistas y la pre-producción. Pocas veces hemos fracasado y esta no será una de ellas. Solo necesito saber si podemos contar contigo como directora del proyecto o no.

Katerina apoyó la espalda en la silla, pensativa, mirándolo con aquellos ojos inteligentes como si tuviera cientos de ideas recorriéndole la mente. Finalmente suspiró, dejando encima de la mesa los papeles del guión y abriendo la última página donde se veía el contrato inicial. Su firma estaba al pie de página.

—Quería probar si seguías siendo tan seguro como antes —le extendió los documentos— estoy dentro del proyecto. Hagamos una obra maestra.

Do-Hyun sonrió brillantemente, respirando al fin con normalidad.

—Debí sospechar que solo te hacías la difícil.

—Un poco, querido —ella sonrió ladina. Un hoyuelo apareció en su mejilla derecha—. Tenía mis dudas, pero realmente creo que va a salir muy bien, cuidaron hasta los detalles más pequeños. Y los últimos proyectos todos han tenido críticas positivas sin importar cuan arriesgado sea. Es increíble.

—Prefiero llamarlo "trabajo duro" —respondió en lo que recogía los papeles. Katarina se levantó del asiento cuando su celular comenzó a sonar, disculpándose con Do-Hyun y saliendo de la habitación. Agotado por el complicado día de trabajo, se recostó en la silla y cerró los ojos, quedándose dormido casi de inmediato y sin querer.

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    author's note:

Hola hola, espero que se encuentren bien y hayan disfrutado del capítulo. Como inicio de la historia quería aclarar que el capítulo anterior (el prólogo) estaba basado tres años antes que este capítulo, y que además si aún no vieron la segunda temporada de Love Alarm y no quieren spoilers recomiendo terminarla antes de continuar leyendo el resto.

¡Gracias por leer!

INVISIBLE STRING ── ˗ˏ love alarm.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora