Una pálida coreana se encontraba mirando la blanquecina nieve de Japón la cual caía lentamente por su ventana mientras todo en su cabeza era un caos.
Lindo atardecer- se acercó al ropero y tomó un suéter de lana que aunque era algo pesado abrigaba bien el frío, tomó sus llaves, cartera, teléfono y se acercó a la puerta decidida a salir de esas cuatro paredes que la atormentaban.
...
La noche era joven, apenas y comenzaba a oscurecer, aún eran presentes las hermosas nubes y el tono rojizo en el alto cielo, Dahyun se encontraba dando pequeñas vueltas alrededor de un parque mientras trataba de liberar su mente, mientras más suspira más iba pasando el tiempo.
Alrededor de una media hora la pálida joven decidió volver a su departamento, la temperatura era aún más gélida y la noche brillaba con pequeñas estrellas, todo era maravilloso.....
-¿Qué fue eso?- se preguntó a si misma después de escuchar sonidos que se acercaban cada vez más y no tan lejos se podía divisar una figura de.... un perro???
Lo que parecía ser un pero corría de manera muy apresuraba hacia ella con no muy buenas intenciones y cómo todo ser humano Dahyun comenzó a correr mientras era perseguida por aquel monstruoso perro que la seguía de cerca.
-¡ALÉJATE CUCHO! - gritaba mientras corría com desesperación.
Eran alrededor de las 7:20 y ahí estaba Dahyun corriendo por su vida, los ladridos captaron la atención de personas que pasaban por la calle quiénes miraban con burla a aquella lunática que gritaba como cabra y al demonio por el cual era perseguida, imagínate estar corriendo por calles heladas que ni siquiera conoces mientras un pulgoso te persigue.
-BOO- escuchó detrás de sus espaldas.
-Perfecto un perro la perseguía y un extraño traba de asustarla en vez de ayudar-
La pálida comenzó a preocuparse aún más cuando sus piernas comenzaban a flaquear y audibles pasos sonaban a su espalda y no olvidar el condenado perro que al parecer asistía al gimnasio.
La chica miraba a sus espaldas tratando de identificar a la persona que ahora la seguía. Um mala idea, termino chocando con un poste de publicidad de una tienda lo que hizo que cayera al suelo sin cuidado alguno terminando con la cabeza aún más aturdida que hace media hora.
Sin fuerzas para levantarse permaneció ahí en el suelo frío mientras la nieve la cubría poco a poco aceptando una que otra mordida por parte del canino que la había echo correr un maratón.
Pero no llegó, los ladridos cesaron pero fueron reemplazados por pasos, lo que hizo que se pusiera de alerta sacando algo de su pequeña cartera y poniéndose de pie.
-No te acerques- dijo poniendo el repelente delante a
modo de arma, no podía divisar a quien tal vez sería su agresor, todo estaba oscuro no tenía sus lentes y para más se le había reiniciado el cerebro.-¿Estás bien?- ignoró acercándose a la chica.
-Te dije que no te acercaras- empuñó el repelente con firmeza-
-O qué me vas a rociar... - tomó una pausa para indenticar aquel spray- ...repelente para mosquitos?- su rostro mostró una expresión de confusión.
-Mantente lejos- aquella persona se acercó aún más y fue cuando pudo divisar que era una chica y tenía en sus brazos a ese maldito perro que la persiguió por cuadras. - ¡TÚ! - Exclamó para la bola marrón en las manos de la chica y el demonio digo el perro contestó con un gruñido
-Lo siento por...-
ALEJA A ESE PULGOSO DEL DEMONIO- Interrumpió con una exclamación de ira.
-Oye no le digas así, es un angelito- respondió la peli negra con enfado acariciando la cabeza del mencionado-
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Romansa"𝚄𝚗𝚊 𝚙á𝚕𝚒𝚍𝚊 𝚌𝚘𝚛𝚎𝚊𝚗𝚊 𝚜𝚎 𝚎𝚗𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛𝚊𝚋𝚊 𝚖𝚒𝚛𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚕𝚊 𝚋𝚕𝚊𝚗𝚚𝚞𝚎𝚌𝚒𝚗𝚊 𝚗𝚒𝚎𝚟𝚎 𝚍𝚎 𝙹𝚊𝚙ó𝚗 𝚕𝚊 𝚌𝚞𝚊𝚕 𝚌𝚊í𝚊 𝚕𝚎𝚗𝚝𝚊𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚙𝚘𝚛 𝚜𝚞 𝚟𝚎𝚗𝚝𝚊𝚗𝚊 𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚛𝚊𝚜 𝚝𝚘𝚍𝚘 𝚎𝚗 𝚜𝚞 𝚌𝚊𝚋𝚎𝚣𝚊...