Arrastraba los pies, sintiendo las piedras del suelo rasgarle un poco los dedos. No había problema con ello. No la lastimaban, pero era una señal inequívoca de que se encontraba cansada. Muy cansada.
La mañana con los niños fue desgastante. No parece, pero los infantes necesitan mucha atención. Y estando ella sola en esas horas, fue lo suficientemente agotador como para hacerla tener un leve dolor de cabeza. Iniciado por, además del estrés, el truco con su cuerno que había sumado a su de por si cansado cuerpo.
Después de eso, siendo sábado y con parte de la tarde para ella, fue al mercado para almorzar algo. Un pequeño restaurante asomó a la distancia. Uno conocido para ella, y uno de sus favoritos. Dentro parecía ser un restaurante cualquiera, pero lo bello de ese lugar, era que en vez de ser el clásico lugar para comer un aperitivo o tentempié, este le añadía unos libros que prestaban para poder leer mientras comías. ¡Y había de todo! Desde libros educativos y complejos, hasta de historias y cuentos cortos. Cada semana, un catálogo nuevo llegaba a la ciudad y, por ende, siempre estaban actualizados con las obras más recientes o traían libros que intercambiaban con otros restaurantes de la misma línea. Bendito sea el turismo actual y la línea de restaurantes "El libro Hambriento" que se molestó en instalarse en el pueblo.
Comió un pan de queso con verdura y jamón, sumándole con una bebida de café ligero con canela y azúcar. Saludó amablemente al bugof que ya la conocía desde hace tiempo. Este le ofreció un pequeño pastelillo pagado por la casa.
Sus cuernos se abrieron y cerraron alegres, mientras acariciaba sus propias manos con obvio entusiasmo.
-Espero disfrutes tu almuerzo, Trixie.
-Gracias, Romu. La verdad necesitaba esto – abrió el libro que tenía en sus manos. "Nuestra cabaña en el bosque", tomada sobre uno de los estantes con muchos más libros en ellos. Lo había dejado a la mitad, y esperaba poder avanzar una buena parte mientras comía –. Fue un día agotador.
-¿Día complejo con los niños? – adivinó el bicho.
-Si. Estaba sola ya que Zamel no pudo ayudarme el día de hoy – hizo un mohín en su rostro –. Que porque tenía cosas importantes que hacer.
-Mmmm... ese Zamel. Me pregunto cómo es que llegó a ser sacerdote – su pregunta iba con genuina curiosidad y sin malicia.
-¡Ni yo mismo lo sé! – alzó sus brazos con completa consternación. Solo para bajarlos al momento y pegarle un mordisco al sándwich. Estaba delicioso – Pero tampoco digo que haga un mal trabajo. Solo que se me hace un zutzumon demasiado desentendido como para una labor tan importante como ser sacerdote.
-Tampoco seas tan duro con él – su expresión fue de condescendencia –. También ha hecho muchas cosas importantes. Y a como he sabido, son pocas las veces que te deja sola hacer una labor.
-... eso... eso es cierto – otro mordisco –. Aún así, me las deberá esta vez. Los niños fueron todo un caso. Son adorables, pero también son inquietos. Muy inquietos. Demasiado inquietos – otra mordida –. Inquietos.
-Como cualquier niño – subió la bandeja donde había dejado todos los alimentos –. Bueno, Trixie, te dejo para que descanses. Iré a atender a la clientela y a hacer un pequeño inventario. El nuevo catálogo de libros llegó hoy y tengo que ponerme manos a la obra.
-Suerte, Romu. Espero no te compliques tanto.
-Yo tampoco, Trix. Provecho.
Y de nuevo, se quedó sola con su libro. Inhaló aire con tranquilidad, y bebiendo su café, empezó a leer.
Clásico de clásicos.
El trio amoroso. Donde la chica no se decide por quien irse. Si por el chico educado, acaudalado, con porte y que la trata como una dama; o el otro chico, rebelde, aventurero y apasionado. Libre de ataduras y que, a pesar de ser lo que es, su corazón noble y entrega le hace derretir y dudar de su decisión.
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Entre Nuestros Sentimientos.
FantasyEsta historia está ambientada en el universo y usa personajes del cómic "La Emperatriz Irresponsable" creado por Susurro9. Se puede leer gratis en webtoon. Ahora, podrían pensar que esto es un fanfic pero ¡No! Era yo, Di... Ejem... Quiero decir, es...