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—Cuéntame algo que nunca hayas hecho con nadie.– dijo Cedric sentado en la rama gruesa del cerezo, cuando vio llegar al rubio.
—Tú primero.
—Nunca en toda mi vida me han regalado flores.
—Eso es de chicas.
—¿Por qué? ¿Acaso los hombres no tenemos permitido que nos gusten las cosas hermosas?
—¿Las flores te parecen hermosas?
—Mucho. Son tan brillantes y vibrantes, con un corto periodo de vida. Son la representación de la vida. Nacen como los humanos, siendo una pequeña semilla, llegan al fulgor y lozanía de su juventud y por último pierden su lozanía pétalo por pétalo... así como nosotros.
—Si lo pones de esa manera es hasta poético.– sonrió de lado el rubio.
—No intentes evadir la pregunta Malfoy, es tu turno.
—Nunca he caminado de la mano con alguien, mis ex parejas son Slytherin como yo. No está en nuestro sistema ser cursis.
—Potter no es Slytherin.
—Pero si el enemigo.– Draco se sentó a la sombra del árbol. —¿Por qué me has preguntado eso?
—Sabes que se acerca San Valentín...
—No me lo recuerdes por favor, es la peor fecha para mí.
Cedric sonrió, era la fecha en que las chicas aprovechaban para declarar sus sentimientos a los chicos, atiborrándolos de regalos, pésimos regalos, debía aceptar. Pero la intención era dulce, él la agradecía. Dudaba que eso pasara con Draco.
—Vamos Príncipe de Hielo, deje que sus fans lo adoren.– se burló un poco Diggory cayendo elegantemente a un lado del rubio y sentándose junto a él.
—No es divertido, Diggory. El año pasado me enviaron regalos dos Gryffindor de primero. Fui la burla de Pansy y Blaise.
—Pero recibiste más regalos que ellos...– Cedric cubrió su boca con la palma de su mano.
—¿Cómo sabes eso?
—Solo lo sé.
—Diggory...
—No te diré nada si no me llamas por mi nombre.
Draco le dirigió su mirada más amenazante, pero el castaño no retiro las manos, era una oportunidad que no podía desperdiciar.
—Cedric.– cedió Draco. —Serías tan amable de decirme, como es que sabes ese tipo de cosas de mí.
—No es un gran secreto, es bien conocida la famosa competencia de la Casa de Slytherin, por los mejores regalos.
