¿Mi Novia Es Un Chico?

Jisung, tú me gustas

Estoy destrozado.

No sé de dónde estoy sacando fuerzas para caminar sin rumbo alguno. El vestido se pega a mi cuerpo completamente mojado, llevo la peluca en mi mano con vergüenza a pesar de que nadie puede verme.

Nadie estaría tan loco para caminar bajo la lluvia, bueno yo sí. Las calles se encontraban desiertas, la lluvia no había cesado ni un solo segundo.

Estaba bien, me lo merecía, me merecía cada gota fría, me merecía aquella humillación porque había jugado, le había hecho daño a una persona que desde que me conoció siempre fue una sonrisa cálida a mi corazón.

Lee si volviera el tiempo atrás, juro que no te hubiera engañado, no te hubiera utilizado para asistir a un ridículo juego, no habría jugado con tu corazón ilusionado.

Sólo perdón.

Me detengo frente a la puerta de la casa de Jeongin y toco el timbre.

Minutos después, mi supuesto amigo abre la puerta en pijamas y su expresión adormilada se impresiona al encontrarme en ese estado.

-Jisung, ¿qué sucedió?-Me inspecciona preocupado-¿Estás bien?

-Yo creí que eras mi amigo-Formo una mueca resistiendo las ganas de volver a llorar.

-Hyung, ¿de qué habla? Por supuesto que es mi amigo, es la persona a la que más quiero-Expresa con sinceridad-Venga adentro, se debe estar congelando.

Jeongin me sostiene, pero yo esquivo su toque como si fuera venenoso.

-Entonces, ¿por qué? ¿Por qué se lo dijiste a él?-Pregunto directo.

Jeongin abre sus ojos y lo entiende enseguida.

-Hyung, era por su bien-Murmura apenado.

Era verdad, realmente era verdad. La pequeña esperanza de que fuera mentira se ha roto junto con la confianza que se había formado por años entre nosotros.

Innie...

Mi corazón se partió por la mitad al oírlo y no creo que vuelva a tener sanación.

-¿Por mi bien? ¿Crees que hiciste bien después de saber que Hyunjin intento chantajearme por unos besos? ¿Después de que me humilló está noche delante de todos? ¿Delante de Minho?-Le recrimino.

Jeongin entreabre sus labios y percibo la vergüenza en sus ojos.

-Jisung hyung, si quiere hablemos, pero adentro-Él me sostiene del antebrazo, pero yo le doy una palmada quitándolo.

-¡Deja de llamarme de esa forma!-Exclamo-¿Sigues creyendo que hiciste bien? ¡Contéstame!

Jeongin tiembla en su lugar sorprendido por mi actitud ya que en realidad yo siempre fui una persona calmada.

-Jisung, debía hacerlo-Aclara con voz suave.

-¿Por qué? ¿Por qué me hiciste eso?-Le pregunto queriendo respuestas-¡No debiste haberte involucrado en algo que no te convenía!

-¿Que querías que hiciera?-Eleva su tono ya más enojado-¿Verte seguir con esa mentira? ¿Verte siendo feliz con alguien más? ¡Perdiendo el tiempo cuando hay alguien que realmente te quiere justo en frente de tus jodidos ojos!

-¿Ahora de qué hablas?-Cruzo mis brazos.

-Jisung, tú me gustas, me gustas muchísimo-Balbucea su confesión nervioso-Pensé que tendría una oportunidad con usted, pero cuando llegó Minho, usted parecía que no vería a nadie más. Necesitaba hacer algo-Argumenta.

Lo miro con atención.

Jeongin, mi amigo desde jardín de infantes, ¿estaba enamorado de mí?

¿Cómo podía eso ser posible?

-¡Jeongin, tú no puedes gustar de mí! ¡Es una jodida, locura!-Espeto intranquilo.

-Piensa lo que quieras, pero estoy seguro de que si no te hubieras puesto esa estúpida peluca-Señala mi mano en la que la sostenía-tu y yo estaríamos juntos.

-Aunque no lo hubiera conocido, yo no me hubiera fijado en ti porque eres mi amigo, pero ahora ni siquiera podré disfrutar de tu amistad.

-¿Tan poco le parezco?-Frunce el ceño con dolor.

-No te hagas la víctima ahora, tu lo sabes, Jeongin-Lo señalo-Sabes lo mucho que Minho me gusta y decidiste poner tus intereses por encima de nuestra confianza.

-Jisung, yo sólo he pensado en lo que es mejor para usted-Me intenta explicar, pero sus palabras ya no tienen sentido para mí.

-O para ti.

Él relame sus labios y se acerca, su mirada suplicante sacude mi débil corazón.

-Lo siento, hyung, por favor no deje de ser mi amigo, su amistad es lo que más me importa-Me ruega.

-Debiste pensarlo antes-Me encojo de hombros-Minho ahora me odia así que debes estar feliz.

Sin más, me doy media vuelta y me marcho despidiéndome de su amistad, porque a veces el cariño de años no tiene comparación al dolor de un momento.