Tokyo Revengers [One Shots]

|Mikey x Lectora| Happy Set

Narración: Tercera persona
Temática: Comedia, Drama, Ligero romance

Happy Set
Manjiro Sano

—Un... Un Happy Set[¹], por favor.

Al ver que no especificaba nada más, la cajera inclinó la cabeza y esperó a que aquella adolescente siguiese con su pedido. La había visto hacía ya un buen rato en la entrada, discutiendo acaloradamente con un chico rubio y expresión ausente. Al parecer, ninguno de los dos quería ser el que pidiese, así que se lo habían jugado a piedra, papel o tijera.

El chico, que había perdido la primera vez, no quiso quedarse con el primer resultado e insistió en jugársela al mejor de tres, así que después de repetir aquello en tres ocasiones, al final fue ella la que terminó poniéndose a la cola, con la mirada gacha y las orejas enrojecidas.

—¿Nuggets o hamburguesa? —le preguntó, instándola a continuar el pedido. Ella se mordió el labio.

—Hamburguesa.

—¿Cheeseburger o normal?

La joven miró de reojo a su acompañante, quien seguía mirando el escaparate en el que estaban expuestos los juguetes que regalaban con el menú.

—Normal.

—¿Y de complemento? —Era evidente que le daba vergüenza tener que pedir un menú infantil. No era tan difícil, pero estaba en esa edad. La cajera suspiró—. ¿Edamame, ensalada, yogur o patatas?

—Patatas —Esta vez, la joven respondió enseguida y esbozó una sonrisa—. Y para beber un zumo de naranja, por favor. Con pajita.

Pensar en las patatas alivió un poco los nervios de [Tn]. Mikey podía quedarse la hamburguesa, pero acababa de decidir que las patatas eran suyas como compensación. Un poco más relajada ahora que había decidido su pago, la chica despegó la vista del mostrador y se permitió echar un rápido vistazo a su alrededor. Había más gente que cuando habían entrado pero, aunque la cola estaba a rebosar, todavía quedaban algunas mesas libres.

—Un zumo de naranja —repitió la cajera grabando el pedido—. ¿Algo más? Si quieres helado puedes pedirlo ahora y recogerlo luego.

—No, gracias.

Solo quería terminar cuanto antes y poder sentarse en una de las mesas escondidas del fondo donde nadie que conociese pudiese verla llevando una bandeja con un Happy Set. Tenía que haberle dicho a Mikey que fuese cogiendo sitio.

—De acuerdo. Son ¥500.

Rápidamente, [Tn] sacó el billete que Draken le había dado y que ahora le parecía demasiado poco en comparación con el trabajo que suponía vigilar a Mikey. La próxima vez —si es que accedía— iba a pedirle al menos el doble.

Con las prisas por pagar e irse, la chica se dejó abierta la cartera y al ir a guardarla se le cayó una moneda. [Tn] vio como rebotaba dos veces en el suelo, antes de detenerse. Por un momento consideró fingir que no lo había visto, pero al final decidió cogerla. El dinero era dinero y esa moneda bien podría convertirse más tarde en un batido o helado. Apenas acababa de decidirse a agacharse para recuperarla, otra persona lo hizo por ella. Se trataba de un chico mucho más alto que ella, con una camiseta blanca y una sonrisa burlona.