Reencuentro

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Su vida ahora tenia estabilidad, llevaba trabajando ya un tiempo como modelo junto a Minghao, quien se hacía llamar The8 ahora. Ambos eran modelos emergentes, les llamaban de revistas y para promocionar productos de mediana popularidad. Sin embargo, la empresa a la que pertenecían era una pequeña agencia de modelaje que llegaba con suerte a fin de mes. Tenía muchas deudas y casi ni recibían sueldo fijo.

A pesar de todo eso, a Mingyu le gustaba su agencia. El personal era muy amable con ellos y entre todos se llevaban bien.

Aunque poco a poco, todo iba desvaneciéndose.

Su intuición le decía que algo andaba mal cuando la mayoría de los modelos comenzaron a migrar a otras empresas, todos decían que la actual iba a cerrar o que no tendrían futuro si se quedaban ahí.

El gerente de la empresa, siempre había creído en Minghao y Mingyu, razón por la que, poco a poco, ellos fueron los únicos que quedaron en aquella agencia.

Por mas que todo pintara mal, Mingyu tenia fe que todo iba a resolverse, que pronto la agencia se recuperaría de esta crisis, como siempre lo había hecho.

Pero no fue así.

—¡Mingyu!

El moreno se encontraba a mitad de su tratamiento facial cuando el chico de cabellos rojos irrumpió en su habitación.

—Minghao, ¿Cuántas veces te he dicho...?

—Es importante —la voz de su mejor amigo delataba la urgencia del momento.

Mingyu pidió unos momentos para quitar su mascarilla y, mientras secaba su rostro, escuchó la noticia que traiga Minghao.

—¿El anciano vendió la agencia?

Minghao asintió con la cabeza y le mostró el comunicado oficial, firmado por el gerente.

El hombre no podía creerlo, había trabajado por tres años en esa agencia de modelaje. El gerente, un anciano ya de edad, le había dicho que tanto él como Minghao eran su mina de oro y que gracias a ellos podría hacer resaltar su pequeña agencia.

Sin embargo, tal parecía que a penas pudo le vendió toda la agencia al mejor postor.

—¿Qué pasará con nosotros? —preguntó Mingyu.

—Tal parece que tenemos la opción de firmar con los nuevos dueños.

—¿Y quienes son los nuevos dueños?

Ambos buscaron por Internet el nombre de los nuevos dueños, tal parecían ser el grupo Jeon.

Este era el grupo de una familia multimillonaria que cubría rubros como hotelería, marketing y, por su puesto, celebridades.

Dentro de sus filas estaba el gran artista multifacético Jun, un modelo de gran calibre como lo era Yoon Jeonghan y celebridades de distintos programas de entretenimiento como Boo Seungkwan.

El más emocionado era Minghao, ya que, Jun era su ídolo y trabajar junto a este seria todo un honor. Por otro lado, Mingyu se preocupaba de las políticas que tendría el grupo Jeon hacia sus artistas, no quería perder sus privilegios y menos sus derechos.

Estaba viendo como Minghao caía en la locura poco a poco mientras asumía que trabajaría en el mismo edificio que su ídolo favorito cuando a ambos les llegó un correo de invitación, tal parecía que el director del área de celebridades quería hablar con ellos mañana temprano.

Mingyu solo suspiró, esperando a que todo saliera bien.

Pero, ¿Cómo iba a empezar todo bien si le sucedían ese tipo de cosas?

Por la mañana se habían enterado, tanto él como Minghao, que no tenían representante ya que su manager había desaparecido. No tenían transporte privado ni indicaciones para llegar, tuvieron que arreglárselas para poder ir al edificio corporativo del grupo Jeon. Entre fanáticos y gente extraña que los miraba por ser, obviamente, un par de celebridades, lograron al final llegar.

Una vez estuvieron frente a la gran estructura, seguían sin creer que el taxi les había salido tan costoso.

—Bueno, al menos ya estamos aquí —intentó sonar optimista, pero Mingyu dudaba que todo saliera bien.

Minghao le observó con desagrado, él solo hecho de estar ahí no les garantizaba el contrato. Sabían que no podían firmar cualquier cosa, pero también que no podían ser tan quisquillosos. Debian vivir de algo, después de todo.

Una vez entraron al gran edificio, lograron caer en cuenta en el lugar que estaban. La seguridad era muy estricta y, una vez mostraron la invitación y sus identificaciones, fueron bien recibidos.

Una pequeña chica los guio a la sala de conferencias, parecía un gran lugar. Era el doble de grande de la sala que tenían en su anterior agencia y, en la cabeza de la igualmente gran mesa, estaba sentado un hombre mayor.

—¡Bienvenidos!

El hombre se levantó para recibirlos y tanto Minghao como Mingyu le hicieron una reverencia.

—Señor Jeon, estos son Mingyu y The8 —habló la secretaria que los había guiado—. Los artistas de la agencia Berry.

—Así veo...

El Señor Jeon los examinó de arriba hacia abajo, terminando su escaneo rápido con una señal de aprobación.

—Tal parece que mi hijo hizo una buena elección en comprar esa agencia en decadencia.

Minghao tuvo que resistir sus impulsos de defender aquella pequeña agencia que siempre había creído en ellos, pero Mingyu le había echo una señal de que se calmara, después de todo, ahora eran un par de desempleados.

El señor Jeon les hizo una señal para que tomaran asiento, Minghao mostraba una evidente desconfianza ante aquel hombre, mientras que Mingyu se notaba más calmado.

—Me presento oficialmente, soy Jeon Jiwook —dijo—. Soy el presidente del grupo Jeon.

—Nosotros somos The8 y Mingyu —dijo el moreno señalando a su amigo y luego a él mismo—. Gusto en conocerle.

—Lamento la pregunta, Señor Jeon —habló Minghao—. Nos dijeron que veríamos al director del área de celebridades, no al presidente del grupo.

El hombre soltó una carcajada. Mingyu tuvo que golpear el pie de Minghao al ver como este parecía querer responderle de forma agresiva, solía hacerlo muchas veces en el pasado.

—Si, mi hijo es el director de su área —respondió—, es solo que yo también quería verlos.

—Y de esa forma ver si había tomado una buena decisión, no es así ¿Padre?

Por la puerta entró un hombre de traje negro, Mingyu y Minghao se apresuraron a levantarse y hacer una reverencia.

—Ahora es momento de presentarme yo.

Esa voz, esa forma de hablar... Mingyu la reconocía.

Levantó la mirada, no era el rostro brillante que recordaba, ahora se veía más maduro, con unos anteojos de marco negro y una mirada seria.

Mingyu se quedó sin palabras, era imposible que fuera él. De todas las veces que había soñado con un reencuentro, esta era la última de sus fantasías.

—Soy Jeon Wonwoo, seré quién estará encargado de ustedes.

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2023 ⏰

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《Closer》MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora